Observando la realidad de mi día a día, la relación que mantengo con personas de mi entorno y los berrinches que paso cada vez que tengo que hacer cualquier gestión ante un organismo privado o público, me sorprendo, porque no me acostumbro, a la forma de vivir, de trabajar y de comportarse que se ha instalado en las personas que componen esta sociedad de autómatas desorientados que están creciendo asilvestradamente.
Estamos en una sociedad del quita y pon, del reciclaje emocional permanente, de lo que hoy era bueno, mañana ya no lo es tanto… y esa abstracción creo que nos genera una falta de interés por todo, que roza la indolencia radical, haciendo que las relaciones con nuestros próximos hayan cambiado de forma brusca, dado el ensimismamiento de los individuos que actualmente componen la raza humana.
Pero, además, vivimos con tanta rapidez que tenemos adición severa a cualquier cambio que pueda producirse y no agradecemos ni valoramos lo que tenemos ni lo que disfrutamos y esto, en el fondo, crea reloj rolex oyster perpetual falso day date 40 228239 ssmippesadumbre y un aturdimiento emocional que nos lleva a, por ejemplo, “bautizarnos” con un “nick” por el que nos conocen en las redes, acelerar pulsaciones ante el PC y, en definitiva, seguir hundiéndonos en un profundo embobamiento que nos lleva a tener la mirada perdida delante de ufull reportna pantalla u ojear la referida pantalla mientras caminamos por la calle, tal vez esperando una gran noticia que no atinamos a definir, dando con ello paso a la gran enfermedad de nuestro siglo: La depresión, de la que nadie quiere hablar ni preguntarse por qué tiene tanta incidencia en la sociedad actual y porqué hemos llegado a esto.
¿Qué estamos haciendo mal para haber llegado a este extremo de abismo interno? Quizá la respuesta, en opinión de este humilde juntador de letras, sea que el ser humano actual está muy bien alimentado de materialismos consumibles, de entretenimientos dirigidos y fáciles de conseguir que siempre entran a través de los ojos sin dejar tiempo a que pensemos en la bondad o maldad de lo que nos entregan… pero no está alimentado de espíritu, de sensibilidad y emociones naturales, de valores y preguntas – ¡Ay de la Filosofía erradicada de las Aulas! -, solo propagan el nada de esfuerzo, nada del porqué de las cosas, nada de normas, nada de deberes, sólo derechos…y toda esa laxitud, sin duda, nos ha llevado a una sociedad decadente a la par que muy muy preocupante porque con este ensimismamiento nos estamos autodestruyendo sin remisión, sin que nadie acierte a corregir el rumbo.
Antonio Poyatos Galián