Marbella se ha concentrado en la tarde del jueves dia 5 en la Avenida del Mar, para pedir que la Demarcación de Costas, del Ministerio de Transición Ecológica lleve a cabo con urgencia la construcción de espigones que protejan las playas de Marbella.
Representantes de las Asociaciones de Vecinos, de los comerciantes, de la patronal hotelera Ahecos con algunos directores de hotel, de los chiringuitos e instalaciones de playa, los restaurantes, la Corporación Municipal con representantes del PP y del PSOE, junto con la alcaldesa Angeles Muñoz y numerosos vecinos protestaron, gritaron y rellenaron los escritos de protesta, en las mesas preparadas al efecto. Y hasta bailaron.
El Dúo Arenal, entonó su pasodoble “¡Ay, mi Marbella”
que animó incluso a bailar a algunas parejas. Era la nota lúdica de una manifestación que estuvo marcada por un tinte de preocupación y de protesta.
Preocupación porque Marbella lleva tiempo pidiendo que vuelvan los espigones que ya tuvo, diseñados por el ingeniero de Puerto Banús. Alberto Díaz Fraga y que permitían la regeneración de las playas; espigones que un día ordenaron se hicieran desaparecer y las playas de Marbella quedaron expuestas a la erosión de los temporales.
Hace tan solo unos días que un tremendo temporal ha arrasado chiringuitos e instalaciones de playa, ha dejado a la costa sin arena e incluso ha afectado al Paseo Marítimo, que, a este paso y ante la pasividad de Costas y del Gobierno que hace oídos sordos a esta petición tan necesaria para la vida económica de Marbella, que vive del turismo de sol y playa. Y playas a este paso, no van a quedar, ya que cada año, cada temporal, se quedan sin arena, descarnadas.
El clamor de protesta y la preocupación de la población es grande.
Esta ha sido la primera manifestación pidiendo la vuelta de los espigones para proteger las playas de Marbella, pero nos tememos que ante la política de oídos sordos, de no querer escuchar al pueblo de Marbella, habrá que seguir protedstando y mandando escritos hasta que la retrógada Costas estme la demandad de todo un pueblo, protestando y pidiendo espigones.