El Consejo General del Poder Judicial tiene pendiente su preceptiva renovación desde diciembre de 2018. Han sido varios , los regateos políticos para sustituir a los 20 vocales -aparte de su presidente-, para lo cual se requiere el apoyo de al menos dos tercios de ambas cámaras. Esto conlleva el acuerdo entre los dos grupos mayoritarios del Parlamento, PSOE y PP. Temerarios cómplices desde hace décadas, y con líos judiciales para regalar, del sojuzgamiento del poder judicial a los partidos políticos.
Su Sanchidad dejó claro su muy personal concepto de la justicia, cuando explicaba sin ambages, de quien depende la fiscalía. La falta de recato se manifiesta una vez más en decisiones como la del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, de ascender a la máxima categoría de la Carrera Fiscal a su antecesora en el cargo, Dolores Delgado, quien a su vez fue ministra de Justicia del primer Gobierno de nuestro Gran Timonel. Por no hablar de la pareja de la Sra. Delgado y de su habilidad para manejarse entre bambalinas.
El desbarajuste resulta tan histriónico, que hasta la Comisión Europea se ha visto obligada a tomar cartas en este embarazoso asunto. Todavía desconocemos el resultado de la reciente visita a España de su responsable de justicia, pero este bloqueo político a la renovación del CGPJ resulta insostenible, máxime con la dimisión de su presidente . El CGPJ no sólo hace nombramientos de magistrados en altos cargos de órganos judiciales, sino que también se encarga de conceder bajas laborales a los jueces, de la inspección de juzgados y tribunales o de la formación y selección de jueces. Un órgano que pierde a su presidente electo y tiene sus funciones muy mermadas puede perder parte de su legitimidad. Ya es todo tan esperpéntico, que, hasta la ministra de justicia, manifestó que, si no se renuevan, pues que no cobren…
No se cumple el principio esencial de la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Los sucesivos gobiernos que se reparten el poder eligen a los miembros de su ejecutivo, a los miembros del legislativo, a los que, posteriormente de ser nombrados diputados, atenazan con la inmisericorde disciplina de voto, con lo que desaparece la escasa apariencia que existía de representación popular. Estos a su vez, y de una forma cada día más descarada designan a los miembros del Consejo del Poder Judicial quienes a su vez nombran a los puestos clave de los distintos tribunales. Todo este embrollo, del que la sociedad civil es cómplice con su silencio, conlleva una disolución de la necesaria estanqueidad y separación de los poderes del estado.
No tengo gran confianza en las instituciones europeas, pero a lo mejor suena la flauta . Sería suficiente con una reforma que desbloquease definitivamente la elección de la cúpula judicial.
Al igual que en el caso de los ERE, una vez más los partidos políticos de siempre se apoderan de ingentes cantidades de dinero, para perpetuarse en el poder, para beneficiar a sus viciadas estructuras, para conservar y engrandecer su poder político. Es indudable que lo de Griñan es de mucho mayor calado que lo de Bárcenas, pero puestos a realizar comparaciones, me resulta brutal lo de iluminados golpistas como Puigdemont y sus secuaces que tanto degradan a Cataluña. Al final, siempre es lo mismo, se trata de obtener ventajas y beneficios para tener la potestad de legislar y a partir de ahí, direccionar medios de comunicación, instituciones y dejar al sistema, al estado, a la nación, como el coto de caza del partido.
Patricio González
Un Gobierno que resiste
La más que probable aprobación parlamentaria de los expansivos Presupuestos presentados esta semana pasada afianzará la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez y apuntalará su pretensión de agotar la legislatura en un intento de ganar tiempo para darle la vuelta a unas encuestas que, con la única salvedad del CIS de Tezanos, le son unánimemente adversas. Frente a los pronósticos que le otorgaban una corta vida por la disparidad de criterios entre el PSOE y Unidas Podemos en cuestiones de extraordinaria relevancia política y simbólica, el Ejecutivo ha sabido resistir entre contradicciones y ruidosos enfrentamientos públicos al priorizar su propia supervivencia, un objetivo justificado en la necesidad de levantar un muro que frene el acceso al poder de la derecha. La aceptación por los socialistas de propuestas de los morados previamente desestimadas y de las que al final ha hecho bandera el presidente –como los impuestos a la banca, las eléctricas y «los ricos»– ha tenido como contrapunto la aparatosa escenificación de sus aliados de su frontal rechazo a decisiones que contravienen su discurso, aunque acaben resignándose a que las adopte el Gabinete en el que participan.
La imagen de falta de coherencia y cohesión interna es un factor de desgaste de la coalición, aunque, a fuerza de repetida, haya sido asumida con aparente naturalidad por sus integrantes. A ella contribuye un singular modo de funcionamiento por el que asuntos que suscitan una fuerte controversia en su seno no son sometidos a una deliberación previa y la postura oficial del Gobierno contradice la manifestada públicamente por el socio minoritario, que se revuelve contra ella como si estuviera en la oposición. El rifirrafe en torno al gasto militar demuestra la resistencia de un Ejecutivo blindado ante cualquier circunstancia después de que Pablo Echenique acusara al PSOE de «deslealtad» por ocultar supuestamente a Unidas Podemos un aumento del 25,8%, del que los morados abominan, aunque se apresuró a aclarar que su grupo no romperá pese a esa «vergüenza».
Esta polémica sobre un compromiso de España con la UE y la OTAN para elevar su presupuesto de Defensa al 2% del PIB –el doble que ahora– confirma no solo la convivencia en el Consejo de Ministros de posturas incompatibles en cuestiones de primer orden, sino el mutuo interés de los socios en conservar su alianza a cualquier precio aun a costa de dejarse a diario jirones de credibilidad.
Patricio González
Colegio Mayor
El tema lamentable de machismo asqueroso llevado a cabo en el Colegio Mayor Ahuja de Madrid, ha sido portado en todos los informativos aunque esto n es nada nuevo. Ocurre todos los años y en casi todos los colegios mayores bajo el epígrafe de NOVATADA. La diferencia es que este año se ha hecho viral y lo ha visto toda España por lo que, creo, que habría que condecorar al que tuvo la valentía y el mérito de grabar el vídeo y darlo a conocer. No hay más que contemplarlo para comprobar que sabía lo que iba a ocurrir, porque sucede que no es la primera vez, ni la segunda, ni la tercera… estamos hablando de una de esas tradiciones que se extienden en el tiempo porque, para empezar, la dirección de los colegios lo consienten.
Ayer supimos que el Ahuja había expulsado a varios de sus residentes, pero en los años precedentes no lo hizo. La única diferencia es que esta vez ha trascendido. Debe ser, por tanto, la autoridad académica, así como las instancias públicas, las que tomen cartas en el asunto y depuren también responsabilidades en la cúpula del colegio mayor. Porque saber desde cuándo se hace la “gracia” en cuestión tampoco es tan difícil: es solo cuestión de tener ganas de saberlo.
Claro que casi peor me parece haber visto y oído a algunas residentes del Mónica(Colegio Mayor femenino) disculpando a sus amigos del Ahuja. Como si no fuera para tanto, como si tuviera gracia lo que dijeron, como si fuera un mensaje de amor que no supimos entender… Desde luego, visto lo ocurrido y vista la reacción, queda claro que hay mucho camino por recorrer. En materia de igualdad y en cuanto a la lucha contra el machismo ultramontano, estamos todavía dando los primeros pasos. Y los males no residen solo en la España profunda: estamos hablando de Madrid, de la Ciudad Universitaria, del foro donde teóricamente se forman los ilustres del mañana…miedo me da. El machismo y la violencia verbal -antesala de la física- no son patrimonio de los analfabetos. Es más, una cosa es tener un título y otra tener educación y sentido común.
A los chicos del Ahuja hay que hacerlos pasar por un curso intensivo -y exigente- de formación contra el machismo que llevan dentro. Y a las alumnas del Mónica que los disculparon también hay que sentarlas ante un terapeuta que les explique el riesgo que tiene consentir determinados comportamientos. Mientras tanto, lo dicho: un premio al que decidió difundir lo que se repetía año tras año y un correctivo severo a los directivos del colegio mayor.
Paricio González
Jesús Quintero
Jesús Quintero ha muerto. Todo el mundo sabe que lo ha hecho a la manera machadiana que se le esperaba: con lo puesto, ligero de equipaje, como los hijos de la mar. Y estoy pensando -no sé si me paso de pesimista- que lo ha hecho al filo de una época en la que, como él mismo advirtió, ser analfabeto no es una desgracia de clase que haya que remediar con esfuerzo, sino un refuerzo con gracia que no hay que remediar, ni siquiera perteneciendo a una clase en la que puede evitarse el analfabetismo. Porque, hoy, no leer nada y predicar que todo se encuentra en Internet está de moda.
El maestro del silencio, que tan bien lo gestionaba, se ha ido entre charlatanes, probablemente muy harto de decir tanto como ha dicho para nada. El consuelo es que a algunos no se nos van a olvidar. Ni él ni sus consejos.
Sí, tal vez sea ese el único consuelo para algunos de quienes lo admirábamos y todavía estamos aquí. Pero hay que reconocer que Jesús Quintero no murió ayer. Murió hace años. Y no me refiero en absoluto a que haga años que desapareció de esa caja tonta en a que consintió en entrar para intentar que sus espectadores dejáramos de serlo. No, me refiero a que incluso en los últimos años en que aparecía era ya un auténtico predicador en el desierto, un filósofo profundo al servicio, para su desgracia, del frívolo espectáculo, que tanto vende hoy en día, de oír sin escuchar, de ver sin mirar, de creer que se ejerce un pensamiento crítico mientras ni siquiera se piensa. Lo decía él mismo, consciente, profeta, loco de vuelta, viejo sabio.
Jesús Quintero, que fue un genio de la radio primero y luego un innovador en la televisión, murió como tal cuando en nuestro país dejó de interesar una conversación serena, pausada e inteligente, donde el entrevistador (o entrevistadora) no tuviera que ser necesariamente mucho más importante que la persona entrevistada. Aquel perro verde dejó de interesar, forzosamente, en esta España de nueva charanga y renovada pandereta en la que se ha dejado de preguntar para esperar una respuesta, sino para lucir la pregunta; en esta España en la que dejó de haber tiempo para hablar por hablar, para leer por leer, para amar por amar, para vivir por vivir. Quintero, por lo tanto, había muerto mucho antes de que ayer se rasgara la vestidura esta hipócrita España nuestra en la que no hay como morir para mejorar radicalmente en la consideración ajena. Lo único malo de esa convicción es que, con él, también nosotros hace tiempo que empezamos a morir un poco. Aunque él ya no tenga posibilidad de preguntárnoslo.
Patricio González
Los Presupuestos ya están precocinados
Ya está cerrado el acuerdo entre los dos partidos que componen el Gobierno y están a falta de que los partidos que apoyan la gobernabilidad le den el visto bueno una vez que hayan sacado la tajada correspondiente. Un ejemplo de ello lo ha dado el Portavoz de Ezquerra Republicana , Rufián quien ha manifestado que ellos no van a regalar nada. Faltan Bildu, Compromis, Más Madrid y, por supuesto, PNV que, al final, apoyará, siempre a cambio de aportaciones de diferente tipo para Euskadi.
Pero, en general, lo más difícil ya está hecho que era poner de acuerdo a PSOE y Unidas Podemos. Por tanto, a falta de las letras pequeñas que habrá que reorganizar, las grandes partidas ya están definidas, entre ellas, la de las infraestructuras de comunicaciones. Y dentro de estas, se supone, que estará la partida de inversiones en el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla.
Es necesario saber la cantidad que en este 2023 va a destinar el Gobierno para nuestro enlace ferroviario. La verdad es que la falta de seriedad es tremenda porque ni siquiera sabemos a estas alturas cuál será la inversión total, cuánto se va a gastar en total el Gobierno en el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla. Es así de triste y lamentable, pero en estos momentos en los que están terminando de cocinar estos presupuestos, nuestros representantes de la comarca en los centros de poder (Congreso y Senado) deberían preguntar, mejor dicho, exigir los datos que en los Presupuestos Generales de 2023 , se destinarán al enlace.
Para ello, tenemos a nuestra Diputada Gema Araujo que pertenece, además, al partido que gobierna en España, quien debería ofrecernos los datos y las interrogantes que, un año más, nos planteamos con respecto a este tema. Necesitamos que nos ofrezca esos datos y el propio PSOE de la comarca debería exigírselo.
Por otro lado está el Senado donde Landaluce es senador y su obligación también es la de preguntar la partida a la que nos referimos.
Desgraciadamente, ya está el Acuerdo de Presupuestos y nadie, nadie, ni de izquierda ni de derecha pregunta por esto. Ni los partidos andaluces ni las franquicias que tenemos por aquí……..no se escucha nada.
Patricio González
El Papa Francisco y Putin
El Papa Francisco; tan criticado por algunos arzobispos y obispos, por grupos católicos situados en el extremo de la espiritualidad más alejada al Evangelio, por esos que piensan que un Papa ha de ser un hombre arrimado al magisterio más rancio; ha pedido a Putin que levante el pie porque las cosas no pueden seguir así. Y, al mismo tiempo, le ha pedido a Zelenski «que esté abierto a propuestas de paz serias». El Papa Francisco ya ha dicho que esto no es una película de vaqueros, que esto no va de buenos y de malos y que esto no es un conflicto local sino la III Guerra Mundial en todo su esplendor. No deja de dar en el clavo el Papa Francisco.
Jorge Bergoglio tiene los pies pegados al suelo. Sabe que sin estar en contacto con lo mundano es imposible creer en Dios. A veces, tiene las cosas tan claras que hasta se le escapan y las dice. Por supuesto, entonces, se monta un laberinto de miedo y suele matizar obligado por las circunstancias. El Papa se ha atrevido con algunas cosas que son lastre para una Iglesia en plena decadencia. Pero las presiones son tan brutales que no termina de poder afrontar los problemas con garantías.
El Papa Francisco dice lo que tiene que decir en el caso de la guerra de Putin. Nadie le va a escuchar entre los mandatarios que se empeñan en que esta guerra se alargue con la excusa de la legalidad internacional que tantas veces se pisotea por parte de los occidentales. Es verdad que no se puede dejar a un loco o a un tipo violento que haga lo que se le antoje. Pero es tan verdad como que la incapacidad para el diálogo entre los líderes mundiales es atroz. Invito a todo el que quiera saber qué ha pasado en Ucrania durante los últimos 20 años a que busque información y no se deje influenciar por una sola forma de ver las cosas.
El Papa Francisco pide a Putin y a Zelenski que echen el freno. A los dos. Y los hace sabiendo muy bien lo que dice. Además, lo hace en un momento crítico en el que todo puede saltar por los aires. ¿Recuerdan la última vez que en Estados Unidos pidieron que sus compatriotas abandonasen un territorio? Pues lo han vuelto a pedir a los que viven en Rusia.
Aunque parezca que no pasa nada y nosotros sigamos a lo nuestro, la cosa se está poniendo muy difícil. Por eso, el Papa Francisco lo dice con tanta claridad.
Patricio González
Fulanito y Menganita
En medio de la que nos está cayendo en esta España Cañí, Fulanito anuncia a bombo y platillo su compromiso con menganita, con quien se casará por todo lo alto para gran alegría de millones de fulanitos ( casi todos ellos con pobreza energética) que acogen la noticia con el entusiasmo de la abuela a la que se le casa el nieto.
Programas de sobremesa llenando horas con el anuncio, con el anillo y con el escenario donde se celebrará la esperada ceremonia.
Fulanito y menganita, ambos, personas de éxito, buen patrimonio, bien relacionados y asiduos a esos eventos de alto postín y buen champagne, demuestran su amor con fotos, sonrisas y besos, para el entusiasmo general, que vive cada uno de sus anuncios como si fuera una final de la Champions.
Pero surge un problema, un gran problema que lleva al éxtasis al pueblo. Y es que resulta que fulanito además de ser guapo y rico es medio golfo, y algún gracioso con mala leche decide filtrar un vídeo en el que aparece besando a otra, y va y lo viraliza la noche en la que la feliz pareja celebraba su anuncio de boda.
Menganita, como es obvio, pide las explicaciones pertinentes, y fulanito, como es evidente, decide, si me permiten un ejemplo futbolero, dar un patadón al área contraria y a ver si escapa. Pero no, no escapó. Y media España, fiel y leal seguidora de este culebrón inesperado, se deleita con la historia.
A partir de ahí, se produce la división habitual: unos defienden y aplauden a una y otros animan y respaldan al otro, y más horas de sobremesa, y más horas de debate, y más horas de noticias. Esto, es ni más ni menos que una historia como las de toda la vida, pero con la diferencia de que está siendo retransmitida en tiempo real en numerosas redes sociales y con vídeos filtrados que dinamitan una boda.
Es la magia de las redes y lo viral. Pero todo acabó cuando Risto Mejide publicó, también por Internet y por todas las redes sociales que rompió con Laura. Dios. No podemos seguir viviendo así, es tremendo.
Patricio González
Incertidumbre
Vivimos en el mundo de las incertidumbres. Internet, la inteligencia artificial, la guerra, el covid, el metaverso, la globalización… todo avanza demasiado rápido y no nos da tiempo a procesar y digerir los cambios y, mucho menos, asumir el mundo en el que estamos y hacia el que avanzamos.
Muchos de los cambios actuales ni siquiera los entendemos y demasiadas cosas de la sociedad actual no nos gustan. Pensamos que el pasado era mejor, que lo de antes era mucho más bueno frente al caos y el libertinaje actual. Anhelamos lo que había pero no hay forma de volver atrás.
El futuro nos da miedo y sobre este caldo de cultivo, bien alimentado con otros temores (inciertos y exagerados), es sobre el que está creciendo a gran velocidad en toda Europa la extrema derecha.
Estos partidos se han convertido en los aglutinadores del descontento social, han sabido llegar al electorado de todos los niveles y categorías sociales prometiendo algo que no van a poder cumplir -como ha sucedido por ejemplo en Brasil con Bolsonaro- pero, hasta que llegue el momento de que quienes les apoyan se quiten la venda de los ojos, van a estar ahí, en la primera línea política.
Las recetas sencillas que ofrecen estos partidos y edulcoradas con mucha dosis de populismo para volver a lo de antes están calando en un momento en el que los jóvenes se ven con pocas oportunidades, los mayores se sienten arrinconados y sin tener ni idea en una sociedad donde todo es internet y las familias sufren lo indecible para llegar a final de mes.
Polonia, Hungría, Francia, Suecia y ahora, Italia, donde el partido heredero de la ideología de Benito Mussolini, va a asumir la presidencia del gobierno con Giorgia Meloni a la cabeza, son la avanzadilla. El próximo año hay elecciones municipales, autonómicas y generales en España. Y es ahí donde se tomará el pulso a lo que puede pasar a nivel nacional a comienzos de 2024.
Patricio González