Desde que Ramón Jiménez, su familia y su empresa abrieran el Hotel Antequera y con ello iniciaran una impresionante promoción de este destino, atrayendo a periodistas, a agentes de viajes, a jugadores de golf y a turistas de medio mundo, Antequera se puso en el mapa. Había que ir a Antequera, escaparse el fin de semana, participar en los torneos de golf y en su rica gastronomía o planificar unos días completos de relax y cambio de aires.
Impulsando personalmente Ramón Jiménez la promoción de la ciudad, acompañando a huéspedes, dando a conocer su historia, sus tradiciones, su belleza monumental, Antequera dio en pocos años un salto impresionante. El Hotel Antequera ha sido como un imán para atraer congresos, reuniones de empresas, encuentros políticos o profesionales. Y, por supuesto, lugar único para la celebración de bodas, banquetes y también, acontecimientos solidarios.
Y del Caminito del Rey. El Hotel Antequera está a mano para que los grupos de turistas puedan desplazarse a disfrutar de esta maravilla que, gracias a Elías Bendodo, como presidente de la Diputación se ha recuperado para asombro de medio mundo. Hay cola y son ya millones los visitantes que están pasando o quieren pasar colgados sobre el impresionante paisaje del Desfiladero de los Gaitanes.
Ahora ya hay muchas plumas que quieren ensalzar Antequera, pero en la historia reciente de esta ciudad, Ramón Jiménez no tiene que ser olvidado como el Banús que lanzó al mundo Antequera.
Eso sí, nadie encontrará el monumento, la escultura de Ramón Jiménez con unos palos de golf, en ninguna de las rotondas que da paso a su complejo: el gran hotel Antequera, las pistas de fútbol para atraer equipos nórdicos en invierno, las grandes carpas para banquetes y acontecimientos, el club de golf y su restaurante, los campos de golf o el Convento de la Magdalena, un antiguo convento recuperado por Ramón Jiménez y su empresa para convertirlo en hotel de lujo. Una maravilla.
En enero pasado, en su edición dominical, el New York Times recomendó dos ciudades españolas que hay que visitar en el 2017: Madrid y Antequera.
Desde lejos, la ciudad de Antequera aparece vigilada por la Peña de los Enamorados, una montaña que simula la imagen de la cabeza de una mujer tumbada, con el sobresaliente pico de su nariz que ha dado lugar a una bonita leyenda. En medio, un dinámico parque empresarial con naves y complejos industriales y de distribución, destacando sin duda el de Mercadona, instalado en Antequera merced a los Gómez Serrano, impulsores de la expansión de la marca en Andalucía, desde que fusionaron su cadena comarcal de supermercados con la marca valenciana.
Antequera, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es un merecido galardón por el que no solo ha luchado el actual alcalde, Manuel Barón sino también, la Junta de Andalucía, cuyo delegado del Gobierno en Málaga, José Luis Ruiz Espejo fue concejal en el Ayuntamiento de Antequera en la etapa de Paulino Plata. Un galardón que está contribuyendo aún más a que se conozca a esta ciudad y se incite a viajar a ella. Un camino que sin duda abrió hace años con su iniciativa hotelera Ramón Jiménez y su familia.
Ramón Jiménez
Ramón Jiménez lleva años recomendando el recorrido por el Torcal y el Conjunto de los Dólmenes, donde ahora se puede visitar primero el Centro de Interpretación para ver un video que ilustra acerca de su construcción para poder realmente apreciar su enorme valor histórico y arquitectónico. En la época megalítica se vivia en comuna en chozas primitivas, pero se daba una gran importancia a edificar lo que sería su morada final, más allá de la muerte. Por eso, dedicaron sus grandes esfuerzos a construir estos dólmenes que serían sus templos, sus lugares de culto y finalmente sus tumbas. Consideraban primordial devolver el cuerpo a la madre tierra y los historiadores descubrieron que enterraban al difunto en posición fetal, como viene al mundo, y rodeado de comida y herramientas que podrían resultar útiles en su vida eterna.
Los dólmenes de Menga y Viera corresponden al final del periodo Neolítico (4200-3200 ANE), mientras que el Tholos de El Romeral, es más nuevo y data de la Edad del Cobre. Se diferencian en que el Dolmen adopta una construcción adintelada con grandes bloques de piedra, mientras que el Tholos sigue la tradición mediterránea con la creación de una bóveda con cubierta, compuesta de tholos o hiladas de losas. El Romeral está situado a cuatro kilómetros de distancia de los otros dos dólmenes y se compone de dos cámaras circulares.
El Parque Natural de El Torcal es un incomparable paraje, que extiende sobre unas 1.170 hectáreas entre los términos municipales de la propia Antequera y Villanueva de la Concepción, donde pueden verse las caprichosas formas adoptadas por las rocas calizas debido a las grandes erosiones. Se sabe que la zona estuvo sumergida bajo el mar hace millones de años por los fósiles encontrados de flora y fauna marina. Es visita obligada por todos los amantes del senderismo, aunque el parque está bien adaptado para los que no son hábiles montañeros e incluso con acceso para silla de ruedas.
Ya en la ciudad, La Alcazaba, que es una de las más grandes construcciones musulmanas de este tipo en Andalucía, data del siglo XIV y ofrece una magnifica vista de la vega y del conjunto histórico, sobre todo si se sube a la Torre Blanca, construida en 1582. De la Alcazaba se desciende fácilmente al Casco Antiguo y se puede comenzar la visita a la ciudad en el Palacio de Nájera, que aloja el Museo de la Ciudad, con una gran colección de objetos históricos y artísticos de gran valor.
Antequera posee un gran número de iglesias y lugares monumentales. El año pasado, alcaldes y personalidades de toda la provincia de Málaga con el presidente de la Diputación, Elís Bendodo al frente y una compañía de honores de La Legión acudieron a celebrar el Día de la Provincia al insuperable marco de la Real Colegiata de Santa María la Mayor, obra de Diego de Siloe y Diego de Vergara, donde durante el acto de entrega de pergaminos y distinciones se pudio apreciar esta obra, ahora al servicio de la cultura y el turismo. Fue aquí donde los mejores poetas de los siglos XVI y XVII crearon la primera Escuela Poética y Gramática del país. La iglesia de San Sebastián se localiza fácilmente por su Angelote negro que corona la torre y sirve de veleta; San Juan Bautista, alberga el patrón de la ciudad, el Santísimo Cristo de la Salud y de las Aguas; la del Carmen, del siglo XVII, posee unos retablos extraordinarios; la de San José de las Carmelitas Descalzas tiene una preciosa fachada barroca y obras importantes de Bocanegra, Márquez y Carvajal y un valioso museo que las monjas te enseñan con orgullo de su pasado y de su santidad. Los trinitarios por su parte te muestran la positiva utilización de su convento transformando la celdas monacales en apartamentos donde se acoge a inmigrantes o a expresidiarios redimidos hasta que encuentran trabajo y una salida a su vida. Bajo el templo impresiona la bóveda con los enterramientos, donde hay muchos nombres ilustres de Andalucía.
Antequera es sin duda una escapada grata, que te permite sumergirte en la cultura, en la historia o simplemente en el placer lúdico del deporte, el relax y la buena gastronomía. Incluyendo el recorrido por el Caminito del Rey o el Torcal. Y nada caro.
Lo que Ramón Jiménez sugiere cada día y desde años, a sus clientes y amigos del Antequera Golf o del Convento de la Magdalena.
Por José Luis Yagüe / Fotos de Cacho