La Semana Santa de Marbella ya tiene cartel. Y ha sido muy aplaudido. La obra, firmada por Antonio Montiel, es un retrato de Nuestro Padre Jesús Nazareno, advocación que concita gran devoción y que este año es la protagonista por el riguroso orden rotatorio establecido por la Agrupación de Cofradías. El retrato fue presentado el pasado, Miércoles de Ceniza, en un acto abarrotado y solemne celebrado en la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, con presencia del artista que tiene residencia y estudio en Madrid. En el mismo evento se presentó también al pregonero, Manuel Lavigne, un cofrade de pro, en la actualidad, teniente de hermano mayor de la Soledad.
La gran incógnita de la noche, el cartel que acaparó el aplauso unánime por su sobriedad y elegancia. El antequerano se ha valido de la técnica pictórica del pastel para presentar un «retrato con alma» donde la atención se centra, sin artificios, en el gesto, pero también en las manos del Cristo, al que ha sometido, dijo, a «un riguroso estudio de luces y sombras».
Montiel, que este año firma asimismo los carteles de los Dolores y Soledad de Álora y la Cofradía de la Expiración de Málaga, especializado en el arte del retrato, ha huido siempre de los elementos decorativos, y el cartel de Marbella es un buen ejemplo de ello. Al servicio de la sobriedad, el Nazareno queda retratado con la túnica más simple a voluntad del artista, eliminando los bordados. «Todo elemento que le quite visión a lo que yo he querido transmitir a través de las manos y el gesto, se escapaba, distraía», explica el autor, que tras hacer unas pruebas se decantó por prescindir de estos adornos para elaborar un cartel que exuda simplicidad en el mejor sentido de la palabra.
«Yo creo que el espectador se va a emocionar de ver la expresión de su Cristo», afirma Montiel, orgulloso de haber sacado «lo mejor» de la talla «sin haberme inventado nada, sólo basándome en la iluminación». Preguntado por las cualidades que ha visto en el gesto y ha trasladado al cartel, Montiel contesta casi sin pensarlo: «Es un Cristo de esperanza, dulce y casi diría que tiene una sutil sonrisa en la expresión, a pesar de llevar la cruz a cuestas, lo que le otorga un aire tierno y protector».
Por su parte, Lavigne, bombero de profesión, Medalla de la Ciudad de Marbella por el trabajo realizado en la isla griega de Lesbos durante la crisis migratoria de 2016, agradeció su designación unánime como pregonero. El domingo 7 de abril, siete días antes del Domingo de Ramos, pronunciará su alegato cofrade tras la Eucaristía, a partir de las 13.15 horas, en la Encarnación.
El acto estuvo presidido por el arcipreste de Marbella – Estepona , José López, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gil y el hermano mayor de la Hermandad del Nazareno, Juan Pedro Pérez que entrego a Montiel el escudo de esta Hermandad.
Entre los asistentes, la presencia de grandes artistas como Betty Missiego, Felipe Campuzano y la jerezana, Maria José Santiago entre otros.