
Algunos miembros de la Academia Gastronómica de Marbella han realizado una cata para probar toda la gama de vinos de mesa que hace Miguel Domecq en su finca de Torrecera en Jerez, con excelentes tintos y blancos que en Marbella y la Costa del Sol distribuye Guadalina Licores desde su almacén en el Poligono Industrial de San Pedro Alcántara.

Son algunos de los académicos expertos en vinos y sin duda excelentes candidatos para ser “nariz de oro” y aunque faltó alguno como Santiago que en unos días va a reabrir de nuevo su Restaurante en el Paseo Marítimo y el empresario hostelero Cristóbal Parra que está a punto de abrir el lujoso “Obal Urban Hotel”, cuatro estrellas en el mismo centro de Marbella para sustituir al mítico Hotel San Cristóbal, si viajaron a Jerez otros.
Acompañados de Paco Banderas que es un gran experto en vinos y académico también, viajaron a Jerez académicos tan destacados como José Leandro, miembro fundador también de la Academia del Vino (igual que Cristobal Parra): el vinatero Sebastián Cabrerizo, dueño de las Bodegas del Viña Izan en la Ribera del Duero; José Manuel Gutiérrez, del Grupo Dani García que cuenta ya con más de treinta restaurantes de prestigio en diferentes lugares del mundo, como los de Dubaí, Miami, Nueva York y otros Emiratos, pero especialmente en Madrid, con algunos de tanto prestigio como “Smoke” con dos estrellas Michelín y su anexo “Leña”; “Bibo” en la Castellana o los “Lobito de Mar” en el Barrio Salamanca, así como en Marbella, donde triunfa la marca Dani García con restaurantes de tanto prestigio y calidad como “Tragabuches, entre Puerto Banús y San Pedro; el italiano “Alelí” o el japonés Kemura con el mejor sushi que se conoce, pero sobre todo y en el mismo recinto de la Plaza de Puente Romano, “Leña” y “Bibo”, además de “Lobito de Mar” frente al Marbella Club. Con ellos viajó Florencio San Agapito, que de vinos y de gastronomía también sabe un rato. Entre otras cosas.
Miguel Domecq había encargado a su distribuidora en la Costa del Sol, Guadalmina Licores que preparase una visita a las bodegas de Torrecera con dueños de restaurantes y con grandes consumidores de sus vinos para dar a conocer el delicioso tinto “Entrechuelos” que se hace en Jerez.

El viaje fue un acierto y Miguel Domecq pudo demostrar que el tinto de Jerez tiene el más alto nivel. Los blancos también.
A la cata, siguió un almuerzo en Torrecera donde el plato principal ha sido la “berza jerezana” con tagarninas, el plato que gustaba cocinar a Lola Flores y que, con el tinto “Entrecheulos” de Tercer año supo a gloria bendita. El embrujo de Jerez, sin duda.

Casa Fernando, en San Pedro, tiene, según la Academia Gastronómica, una gran cocina y un producto en pescado, marisco y carne, de la máxima calidad
Si nos fijamos en las 516 opiniones que muestra el portal gastronómico de “Tripadvisor” donde los comensales le otorgan un 4,5 de puntuación, vemos que en la mayoría se elogia la calidad de los platos y se ensalza el arroz de Casa Fernando, el Restaurante enclavado en un bonito marco con una casa típica de dos plantas, en semejanza a una clásica “barraca” valenciana, pero en estilo andaluz, que está situado en la bajada de San Pedro de Alcántara hacia el Paseo Marítimo por la Avenida del Mediterráneo.


Visita de la Academia Gastronómica
La Academia Gastronómica de Marbella en su empeño por realzar la buena cocina, el producto que se sirve, el buen servicio, la amabilidad y la presentación de la mesa, ha cerrado el mes de Octubre realizando una visita a Casa Fernando, en San Pedro Alcántara para verificar con su agudo sentido de la crítica, pero también con el de ensalzar la calidad y la atención recibida y decir, “al pan, pan y al vino, vino”, siempre en un tono constructivo.

No olviden que hay académicos que son “nariz de oro”, pertenecientes a la Academia del Vino, con algún bodeguero importante de la Ribera del Duero, que valoran muy bien lo que se sirve en mesa. Cuando se sirve. En este caso, el camarero puso la botella de tinto una y otra vez, cuando se le reclamó más vino, encima de la mesa, como en la boda de un cortijo y ustedes se las apañan. Una botella de agua natural del tiempo tuvo que ser requerida hasta en tres veces. Son pequeños detalles, pero importantes si se quiere lograr que el visitante que llegue a Marbella o el residente extranjero que pasa en su villa o en su mansión marbellí buena parte del año, logre la satisfacción de la excelencia en todo.

La Academia Gastronómica a través de Floro, uno de sus académicos, habitual de Casa Fernando, encargó un menú de 65 euros que pagaron los comensales todos sin excepción con algo de propina como es habitual.
Un gran menú, si señor. Con quisquillas de Marbella, muy bien presentadas y abundantes; un carpaccio de atún rojo sensacional acompañado de unas virutas de jengibre rosado y tomatitos cherry, que fue una delicia; siguiendo, para compartir una fritura de calamares, bien fritos y unos boquerones tipo victorianos, muy bien harinados y fritos. Con la más alta calidad.
Impactó por su punto, su sabor y abundancia el plato de arroz caldoso que se sirvió con dos carabineros medianos por comensal en cada plato de arroz. Tiene fama el arroz que se hace en Casa Fernando, decían. Y no defraudó. Alta calificación.

Y como plato fuerte un exquisito pargo a la espalda, muy jugoso, para los amantes del pescado y un excelente solomillo de vaca adecuadamente madurado, sirviendo al centro la guarnición de patatas y verduras al horno. De alto nivel.
Y un buen postre de pastelería con hojaldres y merengues para compartir, con bolas de helado de vainilla. Excelente postre, seguido del café.
La presentación de la mesa imperial, muy bien distribuida, era impecable y mereció un 10.

Los académicos, tienen, además del rito del “Bendica, Benidicamos” que en Casa Fernando dirigió Cristóbal Parra, el empresario de Hosteleria y Turismo de Marbella que ha transformado el Hotel San Cristóbal en un lujoso 4 estrella a punto de inaugurarse.

Y la costumbre habitual es de terminar tomando el café con el dueño o el responsable del Restaurante para comentar la opinión de los expertos sentados a la mesa que de eso saben un rato. Tanto que uno de los Académicos es con sus hijos que llevan el negocio, uno de los dirigentes de una cadena de restaurantes de alto nivel con más de 30 restaurantes de alta calidad en diversos lugares del mundo: Nueva York, Miami, Emiratos, Madrid y Marbella con París como próxima meta.
Junto con el presidente, el prestigioso especialista de Digestivo, Dr, Sánchez Cantos, faltó en esta ocasión el popular Santiago que suele acudir a estas reuniones de la Academia. Y al que se citó al respecto, como un gran profesional y un gran dueño de restaurante, poniéndolo como ejemplo. Antes de levantarse una mesa, Santiago siempre se acercaba y recibía con sonrisas y mucha amabilidad una queja o muchas alabanzas. Siempre procuraba dar la bienvenida al comensal y acompañarlo a la mesa, detalles que se agradecían.

En Casa Fernando, la Academia Gastronómica de Marbella disfrutó de un gran menú, que puso de manifiesto la calidad de una buena cocina y un buen producto. A la entrada, los expositores mostraban tras la cristalera unos grandes chuletones de carne de vaca bien madurada y en otros, grandes pescados, cigalas, conchas y otros mariscos que denotaban la calidad de un buen producto fresco.


Pero no hubo, como en Santiago, ni saludo de bienvenida ni el clásico “¿Qué tal han comido ustedes?” habitual en cualquier buen restaurante que se precie.
Un fallo del que los académicos tomaron nota y que depreció un tanto el éxito de la excelente comida servida. Señalar que, lamentablemente, no había más de media docena de mesas ocupadas, como mucho.
La Hostelería tiene unas reglas que cumplir y atender al cliente, oír sus alabanzas, como hubiese sido en este caso, ya que la comida fue excelente, pero no tanto la profesionalidad de ese pequeño pero importante detalle de no servir el vino y dejar la botella encima de la mesa y ustedes se sirven o de tener que reiterar una y otra vez la solicitud de una botella de agua no fría, son detalles que chocan a la hora de valorar, como es la misión de la Academia, cuando estimula con su presencia y si es necesario con sus recomendaciones, para lograr la excelencia en los Restaurantes de Marbella, la ciudad que quiere ser nombrada oficialmente “Capital Mundial de la Gastronomía” y que en la práctica ya lo es, con muchos y buenos restaurantes como la Academia ha podido certificar a lo largo de sus mas de 30 años de existencia, donde ha contado entre sus miembros a personalidades tan importantes como el Nobel de Literatura y excelente comensal, Camilo José Cela o el también Nobel (de Medicina), Dr. Severo Ochoa.
Casa Fernando con ese gran almuerzo servido, con esa gran calidad de cocina y ese excelente arroz, tiene méritos, aunque no suficientes, como para estar al nivel de los mejores de Marbella.

No obstante la Academia Gastronómica de Marbella que tiene entre sus funciones la de estimular a los restaurantes, señalar las pequeñas deficiencias y difundir en los medios de comunicación y en su balance, como está el nivel medio de la hostelería de Marbella, como es la calidad de la cocina, el producto que sirve, como es el nivel de profesionalidad del servicio, como se presenta una mesa y cómo se atiende al cliente, ha considerado que Casa Fernando, lejos de la crítica negativa, tiene grandes alicientes como para volver y recomendar su cocina.
