Los andalucistas han tenido conocimiento del archivo de la denuncia interpuesta por D. José Juan Franco Rodríguez, en su condición de alcalde, puesto al que lo “elevó” el Partido Popular, por la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) aprobada en 2013 por el anterior equipo de Gobierno Municipal de socialistas y andalucistas, y que tan feliz acogida tuvo en el seno de la Fiscalía, que promovió por ello la apertura de diligencias penales para investigar “hechos tan graves”, como el intentar que los trabajadores municipales pudieran continuar cobrando lo conseguido, durante años, y en legítimas negociaciones sindicales, los injustamente famosos 408 €., plus que el alcalde retiró de un plumazo como pago del tributo a los miles de linenses que le respaldaron en las urnas, en cumplimiento de su engañoso compromiso electoral. De esta forma la Justicia ha impedido la pretendida “felonía”, más propia de un “mangurrian” –con perdón de las buenas gentes de campo- que de un alcalde decente.
Muy camandulero hay que ser para intentar meter en la cárcel y arruinar social y económicamente a quienes aprobamos esa RPT en favor de unos trabajadores que tuvieron que sufrir lo indecible, que sufrieron daños irreparables e irreversibles y con los que, por siempre, este Pueblo estará en deuda. Mayor es la felonía por cuanto la ha dirigido, con especial inquina, contra quien le mantuvo en el puesto a pesar de que su comportamiento, como funcionario, justificaba la apertura de expediente y “mandarlo a los infiernos”.
Debo preguntar al Sr. Franco, que si la RPT del 2013, conforme al informe del Tribunal de Cuentas, tenía los mismos defectos que la anterior, la del Partido Popular y Juárez ¿por qué no fue a la Fiscalía a denunciarlos a ellos? Sí su intención hubiere sido la defensa del interés público, debió ir contra todos en las mismas circunstancias, pero, no haciéndolo, sólo revela que no es el interés público lo que le movió.
Y Sr. Franco: ¿Por qué ratificó usted el 26 de abril de 2017, su denuncia por prevaricación y malversación de fondos públicos, sí el Tribunal de Cuentas, en fecha 6 de febrero de 2017, había emitido ACTA DE LIQUIDACIÓN en la que, en su consideración tercera, último párrafo (página 19 de dicha Acta) afirmaba que no se había producido un perjuicio real y efectivo a los fondos públicos?
No se le ocurra decir que lo desconocía, porque al folio 1 de esa Acta, aparece su comparecencia. El Acta lleva su firma. Usted estaba enterado de todo “ab initio”. Un hombre decente, un alcalde responsable, hubiese informado al juzgado llevando copia de ése Acta. Usted, Sr. Franco, la escondió en un cajón, expresión que tanto le gusta a usted decir, y tuvo la “mala baba” de mentir al juzgado, porque también es mentir el ocultar una verdad conocida que afecta a los hechos investigados, más aún siendo usted testigo y por ello obligado a decir la verdad. Usted escondió la verdad a la justicia, engañándola e intentado que metieran en la cárcel a personas que, ya usted sabía, no habían cometido el delito que usted les imputaba. Y sepa que los chivatos son chivatos porque lo que cuentan es verdad, lo que cuentan ha ocurrido. Si no, no serían chivatos, serían embusteros.
A sabiendas de que no era verdad, siguió usted Sr. Franco, diciendo, mientras pudo sostener la mentira, en el juzgado y en la prensa, que habíamos cometido un delito de prevaricación y malversación de fondos públicos. Intentado meternos en la cárcel, arruinarnos económicamente, destrozar la vida de nuestras familias, de nuestros hijos ¡a sabiendas Sr. Franco! Y todo porque el anterior equipo de gobierno intentamos no perjudicar más a los trabajadores municipales. ¿No se le cae la cara de vergüenza?
A sabiendas siguió usted mintiendo al pueblo de La Línea, a través de la prensa, cuando en esa misma fecha 26 de abril de 2017, compareció usted ante los medios diciendo que podíamos haber cometido delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos.
Aquí procede una reflexión: ¿qué piensa La Línea 100×100 de esto?
Existe una diferencia enorme entre poner una denuncia, aportando todas las pruebas que se tienen y que la Justicia la archive, y poner una denuncia y ocultar a la Justicia las pruebas que se tienen de qué lo denunciado es falso. Lo primero lo hicimos nosotros, lo segundo es lo hecho por Juan Franco.
Una vez demostrado, por resolución judicial, que el Sr. Franco, puso ante la Fiscalía y sostuvo ante el Juzgado, una denuncia sin fundamento real, sin base penal ninguna, intentando meter en la cárcel a mujeres y hombres que él sabía eran inocentes, que ha mentido al pueblo, por vía de la prensa, acusándonos públicamente de delitos que ya sabía que no habíamos cometido, la pregunta es:
¿Éste, señoras y señores de La Línea 100×100 es su mejor candidato, es lo mejor y más decente que tienen?
Señoras y señores de La Línea 100×100, este es el momento de demostrar que ustedes, como personas de a pie, como partido democrático, absolutamente legítimo y digno, como linenses de bien, no tenían conocimiento de la verdad (sobre hechos gravísimos como es intentar meter en la cárcel a personas, a sabiendas de su inocencia)) y estaban tan engañados, por Juan Franco, como el resto del Pueblo. Es su oportunidad. Sí se callan, sí no hacen pública una nota reprochando el comportamiento del Sr. Franco en este asunto, habrá que pensar que ustedes son cómplices y encubridores de este comportamiento vergonzoso. Incluso que lo sabían todo y se han burlado de los ciudadanos permitiendo estas mentiras de Juan Franco.
Cargos orgánicos e institucionales y militantes de La Línea 100×100, si son libres, digan públicamente sí Juan Franco les informó de esta golfada o sí les mantuvo engañados. No tienen la opción del silencio; eso sería lo más escandaloso, pues probaría su complicidad en haber mentido a la Justicia y al Pueblo.
