Si los esfuerzos que se hacen en entorpecer, en tratar de asfixiar a la economía, en mantener un clima de crispación permanente en el Campo de Gibraltar se empleara, con inteligencia, en buscar la manera de favorecer a los ciudadanos, de procurar su bienestar, de hacer prósperas las empresas, de hacer realidad ese régimen fiscal especial que se ha prometido para La Línea de la Concepción y se enterrara el hacha de guerra, que nada bueno ha traído para el Campo de Gibraltar en más de 300 años, claro que sería posible en una acción conjunta, nunca en una eterna pelea, que se crearan 100.000 puestos de trabajo en Gibraltar y el Campo de Gibraltar.
Esto es lo que ha vuelto a exponer, como ya hizo en la ONU, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, al plantear la nueva situación que puede crear el Brexit. Picardo habla de ser inteligentes y aprovechar sinergias en positivo, olvidando esa destructiva pelea constante que a nada bueno conduce, argumentando que insistir en el tema de la soberanía nunca va a llevar a ningún sitio y el que hable de ello, es que no conoce al pueblo de Gibraltar. Pero alerta de que hay políticos que se apuntan a la pelea patriotera de la soberanía, de las amenazas, de los castigos y sanciones que a nadie benefician, ni nada positivo consiguen.
Gibraltar tiene una infraestructura desplegada a nivel mundial, con una élite profesional muy bien preparada, que habla el idioma del dinero, que está muy relacionada con el mundo de la gran empresa, que es capaz de atraer inversiones, de crear riqueza y puestos de trabajo. Si España sabe ofrecer un régimen fiscal atractivo a La Línea y San Roque y, sin fricciones ni enfrentamientos, se trabaja en conjunto, aportando todo lo positivo que a una lado y otro de la frontera existe, claro que se pueden crear muchos puestos de trabajo.
Fabián Picardo lo ha expuesto de nuevo en el
programa Hoy por Hoy realizado en Gibraltar por Radio Algeciras Cadena Ser y conducido por Juan Manuel Dicenta donde han intervenido representantes del Grupo Transfronterizo con el nuevo portavoz de CCOO en el Campo de Gibraltar, el portavoz de ASCTEG, el de Unité (que celebraba los 100 años de libertad sindical en Gibraltar) y el de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea. Ha sido un programa muy esclarecedor que puede ayudar y mucho a comprender la situación que se plantea en el Campo de Gibraltar y en el que, las opiniones de quienes saben y conocen la problemática de Gibraltar ayudan a visualizar cual es la auténtica realidad y la forma de pensar de personas que tienen un conocimiento directo de la situación de Gibraltar, de La Línea y de todo el entorno. Para quienes les interese tener una información sensata y real sobre la problemática de Gibraltar, lejos de las posturas extremistas que llaman a la guerra y al enfrentamiento, al castigo constante al pueblo de Gibraltar por querer mantenerse británico y, ante todo, gibraltareño, que propugnan la ruina de Gibraltar, el cierre de la frontera y el trancazo y tente tieso de los intransigentes que en aras de un mal entendido patriotismo se recrean en el daño en lugar de tener en cuenta a las personas, el programa puede ser muy esclarecedor.
Hay en la web una página que enarbola la reivindicación como única opción que aglutina opiniones muy exacerbadas, que se gozan en la amenaza militar, en proponer el castigo como solución y el cierre de la frontera, sin importar poco o nada el daño a las personas, ya sean trabajadores españoles o de otro país que acuden a Gibraltar, sin tener en cuenta para nada a la persona. Son gente que piensan en hacer daño, en mantener la crispación, nunca en buscar el bien del ciudadano, sea del país que sea. Y, es verdad, hay otro camino, el del entendimiento, el del progreso mutuo, el de trabajar en positivo por el Campo de Gibraltar, todos a una, sin crispaciones, sin exacerbar el rencor contra el vecino, ayudando a construir, no pensando en arrasar y destruir. Picardo vuelve a plantear en la Ser el beneficio mutuo que puede aportar ese pacto de no agresión, que favorezca la implantación de empresas gibraltareñas en La Línea, en Campamento, Los Barrios o el Zal de San Roque. Empresas captadas por Gibraltar en el mundo entero, se entiende. Hace unos meses una misión de empresarios norteamericanos con el senador Kem Salazar al frente llegó a Gibraltar y vio en todo el entorno, con el puerto de Algeciras y el de Gibraltar trabajando al unísono a nivel mundial, con los polígonos y la abundante mano de obra, con una situación geoestrátégica a caballo entre Europa y la emergente Africa, que había unas posibilidades enormes para establecerse. Se esfumaron en el momento en que comprobaron la sinrazón de las colas en la frontera, la retención a la fuerza de los ciudadanos, la permanencia de una vieja crispación jaleada y propiciada por determinados políticos de la zona.
Y ese, es el gran cáncer.
El bienestar y el progreso se consigue con un clima de paz, de convivencia, de confianza mutua, no con palos, con amenazas, con enfrentamientos. Gente que así lo entienda, está haciendo falta. Ya.