
Un Reportaje de
Marialuz
Aguilar Galindo
Periodista
Enviada Especial a Burgos

La Academia del Vino de Marbella ha rendido homenaje este fin de semana al ilustre hostelero Santiago Domínguez Miguel, con una visita al Museo inaugurado el pasado mes de Mayo en Vadocondes, Burgos, localidad de nacimiento de quien a lo largo de toda su vida regentó el más emblemático restaurante de Marbella, la Marisquería Santiago, en el Paseo Marítimo, recibiendo los más altos reconocimientos en el mundo de la Gastronomía y el Turismo.
El Museo de Santiago, en Vadocondes (Burgos), junto a la ribera del Duero, atesora muchas de las distinciones y galardones recibidos por Santiasgo a lo largo de los años entre ellos, la Medalla del Trabajo, la Medalla de Oro de la Asociación de Restaurantes la Buena Mesa, el Premio Nacional de Turismo, o su espectacular colección de más de 1.000 botellas de vino (más 500 en el techo) muchas de ellas cargadas de historia como una del año 1886, que formó parte del aperitivo de la boda del Rey Alfonso XIII regalada a Santiago por el legendario Perico Chicote (con quien comenzó a trabajar con 13 años), otra perteneciente al enlace de los reyes Balduino y Fabiola, su chaquetilla de trabajo y numerosos recuerdos y testimonios de su vida.


La Academia del Vino, de la que también forma parte Santiago Domínguez como excelente “Nariz de Oro” que es, fue recibida por el alcalde de Vadocondes, Luis Javier Herrera Martín a quien el Presidente Miguel Nieto González impuso la insignia de honor de la institución cultural vinícola.
Asimismo, la decana Academia Gastronómica de Málaga, concede cada año el Premio Santiago Dominguez al Mejor Restaurante de Cocina Tradicional.
Glosar la semblanza y brillante trayectoria de Santiago Domínguez haría interminable esta reseña.
Como se recoge en su libro y cómo ha publicado en multitud de ocasiones “La Tribuna Hoy”, Andalucía, por el Restaurante Marisquería Santiago, han pasado a lo largo de más de 40 años, personalidades de todos los ámbitos culturales, políticos, sociales y de la realeza de todo el mundo. Entre ellas, Aristóteles Onassis y su esposa Jacqueline Kennedy, el príncipe Raniero de Mónaco, junto a Grace Kelly, Salvador Dalí, D. Juan Carlos y Doña Sofía, la Familia Real Saudí, los Premios Nóbel Severo Ochoa, Camilo José Cela, Vargas Llosa y Kofi Annan, el Secretario General de las Naciones Unidas, los actores Orson Wells, Anthony Queen, Sofía Loren, Gina Lollobrígida y Antonio Banderas o cantantes universales como Julio Iglesias y Liza Minelli y el escritor Arturo Pérez Reverte, que escribió en este Restaurante su novela, “La Reina del Sur”.

Tal vez por ello, Santiago Domínguez es, además de un referente de la gastronomía e historia de la Costa del Sol, un excepcional anfitrión y como tal ha ejercido a lo largo de unos días inolvidables es estas tierras del Duero que le vieron nacer.
Visita al Monasterio Santa María de La Vid
En este viaje a tierras del Duero, de los académicos del vino, se realizó una visita al Monasterio de Santa Maria de La Vid, (Burgos) fundado en el Siglo XII y una de las joyas de la arquitectura medieval donde convive una pequeña comunidad de agustinos.
A orillas del Río Duero, en los límites de la provincia de Soria, el espléndido monumento de espectacular belleza es un centro de espiritualidad que alberga en sus dependencias una Hospedería de solo 34 habitaciones y un magnífico restaurante.







Silencio y paz entre paredes cargadas de historia en un entorno que nos permitió disfrutar de la naturaleza, de la cultura del vino, así como visitar localidades como Peñaranda de Duero, Vadocondes y su Iglesia de la Asunción y Aranda de Duero.
Profundamente agradecidos por haber contado con el Padre Agustino Jesús Manuel que nos ofreció una visita guiada en el Monasterio. Su extraordinaria erudición nos permitió conocer la historia y riqueza del recinto explicada en todo momento de manera amena y cercana, asequible, en una palabra, tanto para neófitos en la materia como para expertos.
Especialmente sobrecogedora, la bellísima imagen gótica de Santa María de La Vid, esculpida a finales de siglo XIII y que, con sus cerca de 3 metros de altura, preside la capilla mayor desde un magnífico retablo renacentista, ornado con pinturas napolitanas firmadas entre 1590 y 1592.
Tras el Monasterio, visita obligada a la Iglesia de la Asunción, templo construido entre los siglos XVI y XVIII y que sorprende por los valiosos tesoros que alberga en su museo.
Espectacular también el órgano de 1886 que, tras más de un siglo de silencio, fue restaurado recientemente y que tuvimos la oportunidad de escuchar.
En Peñaranda de Duero, la ex colegiata de Santa Ana o su monumental castillo construido en el Siglo XI para frenar el avance árabe y facilitar su expulsión de la península durante la Reconquista. Su estratégica ubicación sobre una colina permite espectaculares vistas de la histórica villa…




El viaje concluyó con una comida ofrecida por nuestro querido amigo Santiago Domínguez que, como no podía ser de otra forma, ejerció de mago entre los fogones con el cordero como protagonista en un asado de antología.
Cata de Vinos



Entre los muchos atractivos de los disfrutados en este viaje a Vadocondes para asistir al homenaje que la Academia del Vino de Marbella ha rendido a Santiago González, quiero destacar especialmente la Cata de Vinos celebrada en el Hotel Torremilanos ****, Aranda de Duero precioso alojamiento ubicado en una finca vinícola de 200 hectáreas de viñedo y de más de 100 años de antigüedad.
Asistir a una cata de vinos es, sin duda, una magnífica ocasión para aprender sobre el rico jugo de la vid que ya aparece en la Biblia como regalo de Dios a los hombres y hasta es símbolo de la sangre de Cristo en la Eucaristía instituida por Jesús en la Última Cena.
Pero simbologías aparte, una cata es una degustación en la que no solo el paladar entra en juego. Otros sentidos como el olfato y la vista sirven igualmente para evaluar las características de un vino que le darán su propia identidad.
Por eso, asistir a una cata impartida por el enólogo y sumiller Javier Sánchez y con la Academia del Vino de Marbella, ha sido casi como recibir un máster en enología en una sola tarde.


Entre otros miembros de la Academia, ha sido un placer escuchar (y aprender) a su Presidente, Miguel Nieto González, a Santiago Domínguez, que ha descorchado para los mas famosos personajes del mundo, no cientos, sino miles de botellas, al escritor Serafín Quero, profesor de Filosofía y Letras en la Universidad de Málaga, profesor de la Universidad alemana de Dresde, miembro de la Academia Gastronómica autor, entre otras obras, de “El vino de Jerez”, “El vino, 120 preguntas”, “El anís de Picasso y Ava Gadner”, “El champán”, o “Málaga, paraíso del vino” o al conocido empresario marbellero Cristóbal Parra Giménez.
Un placer escuchar a tanto docto en la materia hablar sobre las claves que permiten identificar características como el color, aroma y el sabor, sin olvidar la calidad de la añada, la crianza (envejecimiento en barrica o botella) o el resultado de la mezcla de uvas.
Como digo, una autentica delicia acercarse al maravilloso mundo del vino en el mismo corazón de la Ribera del Duero. Y a la sombra de unas viñas y unas bodegas como las famosas de Torremilanos.



Texto y fotos de
María Luz
Aguilar Galindo
Periodista












