Una nueva incursión en las aguas que rodean a Gibraltar de un barco de guerra de la Armada, el patrullero Centinela, en la mañana del pasado sábado, ha levantado una oleada de protestas y preocupación en la prensa británica y miembros del Parlamento, como Andrew Rossindell han levantado la voz contra la inamistosa actitud de los buques de guerra españoles y otras unidades del Estado Español invadiendo las BGTW, o sea las aguas territoriales británicas de Gibraltar, en un innecesario acto de provocación.
En esta ocasión se acusa también al barco de guerra español de 1.200 toneladas, de haber cambiado bruscamente el rumbo cuando a su lado navegaba la patrullera de la Royal Navy, de base en Gibraltar que le conminaba, en español, a que abandonara las aguas, estando a punto de producirse un peligroso choque, que según se informa desde Gibraltar, el barco de la Royal Navy, de mucho menor tamaño, pudo esquivar con una maniobra rápida de evasión.
Un choque peligroso que se condena desde los medios británicos, acusando al vecino ibérico.
El hecho de que incidente se produzca apenas dos semanas antes de que SM la Reina Isabel II reciba oficialmente en el Palacio de Buckingham a su familiar, el Rey de España Felipe VI y a su esposa la Reina Letizia durante su ya pospuesta visita oficial de Estado a Londres, ha hecho saltar algunas alarmas.
El parlamentario Andrew Rosindell MP ha pedidio que la visita se cancele ante las constantes muestras de inamistad que desde sectores del Gobierno de España y de sus Fuerzas Armadas, se llevan a cabo. El pueblo de Gibraltar está justamente nervioso, dice el parlamentario. Se rompen las reglas de la cordialidad y las buenas relaciones, con las que habría que dar la bienvenida al Rey y la Reina de España en su visita de Estado al Reino Unido. ¿Qué tipo de mensaje es el que vamos a dar desde Londres al británico pueblo de Gibraltar?, se pregunta.
El pueblo de Gibraltar está muy nervioso, y con razón. La hostilidad de acciones constantes de desafío a la autoridad británica en las aguas en torno a Gibraltar, pasa a ser algo preocupante. Y pasa a pedir una mayor firmeza del Gobierno británico en defensa de la soberanía de Gibraltar.
Fuentes militares británicas en el Peñón confirmaron a Rossindell que el buque de guerra español, Centinela de 1.200 toneladas, ignoró deliberadamente las llamadas de radio transmitidas por Gibraltar en español instándole a abandonar las aguas territoriales británicas.
Un pequeño patrullero de la Royal Navy del Escuadrón de Gibraltar -uno de los dos que Gran Bretaña mantiene permanentemente en su Base Naval del Peñón para proteger las aguas de soberanía británica- intervino y evitó por muy poco el ser golpeado por el barco de guerra español, mucho más grande, gracias a su maniobrabilidad y a la experta pericia de su tripulación.
En lugar de abandonar las aguas como se le indicaba desde Gibraltar, el Centinela , deliberadamente alteró su rumbo cuando la lancha británica estaba junto a él y re-alteró su curso. Por un momento hubo un peligro real e inminente de colisión, dijo la fuente.
Según la prensa británica en Londres, por la noche, el ministro principal de Gibraltar Fabian Picardo reaccionó con ira, diciendo: Estas maniobras peligrosas realizadas por tontos, influenciados sabe Dios por quién, y realizadas por un buque de guerra de un supuesto aliado de la OTAN son operacionalmente irresponsables, jurídicamente denunciables y políticamente inoportunas.
No contribuyen para nada en crear un ambiente positivo para la cooperación mutua y en su lugar, utilizan prácticas más propias de quien quiere volver a remontarse a otros siglos atrás.
A principios de esta semana la primer ministro Theresa May reafirmó el apoyo de Gran Bretaña a Gibraltar, a pesar de la posición de la UE influenciada por el Gobierno de España, resalta la prensa británica.
Las visitas de Estado suelen ir acompañadas de conversaciones bilaterales y es posible que habrá discusiones ministeriales durante el arranque del viaje del Rey de España a Londres el 12 de julio.
Por otra parte hay que destacar el hecho significativo de que el Almirante Jefe de la Flota que tiene su puesto de mando en Rota, Juan Rodríguez Garat, acompañado de un general de la Guardia Civil se haya desplazado hasta Algeciras para visionar, en la Comandancia de la Guardia Civil el sistema de vigilancia SIVE y otros de que dispone la Guardia Civil para controlar la Bahía.
En la foto, el barco de guerra español Centinela junto a la lancha rápida de la Royal Navy en Gibraltar.