Hacia las 2:50 de la madrugada del martes 13 de junio de 2017, una lancha interceptora de la Policía Real de Gibraltar (RGP), tripulada de forma conjunta con la Policía del Ministerio de Defensa (GDP), que patrullaba las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar, participó en una persecución a alta velocidad de una embarcación neumática rígida (RHIB) en colaboración con órganos policiales españolas.
A medida que la embarcación de la Policía se aproximaba a la lancha RHIB, la tripulación escuchó dos disparos, por lo que se retiró a una distancia segura. El incidente se produjo a unas 2 millas náuticas al Este de La Caleta (Catalan Bay). Afortunadamente, ninguno de los disparos impactó a la patrullera ni a los agentes, los cuales no se encontraban armados.
El Ministro Principal, Fabián Picardo, declaró: Este tipo de incidente pone en peligro las vidas de agentes de la policía y todas las personas que se encuentran en el mar y confirma información que la RGP ha manejado desde hace algún tiempo. Como resultado, la RGP se encuentra bien preparada para este tipo de escalada de intensidad en la reacción de aquellos que ven como sus acciones criminales se ven repetidamente frustradas por el excelente trabajo que los agentes realizan tanto en tierra como en el mar. Este tipo de violencia refleja la desesperación de las bandas criminales. En este sentido, la inaceptable reacción representa un reconocimiento de los éxitos que nuestras autoridades marinas han obtenido y continuarán obteniendo en contra de estas bandas. Este tipo de incidentes también deben servir para recordar a toda la comunidad el riesgo que los agentes asumen durante el transcurso de su trabajo para proteger al público y mantener las mercancías ilícitas fuera de nuestras aguas y las drogas fuera de nuestras calles. Quiero recordar que esta fue una operación conjunta con las autoridades españolas, lo cual también demuestra lo bien que Gibraltar coopera con las autoridades españolas a nivel real y operativo. Por encima de todo, debemos velar por la seguridad e integridad de aquellos que, a su vez, velan por nuestra seguridad e integridad, asegurándonos de que cuenten con los recursos necesarios para llevar a cabo su trabajo de manera segura, algo con lo que estamos plenamente comprometidos.