El Museo-Fundación Wenceslao Segura organizará durante este año una
serie de actos en recuerdo de este acontecimiento tan importante en la
historia local_
El día 4 de febrero de 1295, hace ahora exactamente 725 años, el rey
Sancho IV concedió a Tarifa un privilegio real que le daba una serie de
beneficios económicos. El valiosísimo documento se sigue conservando
en muy buen estado en el archivo municipal de Tarifa, después de haber
sido restaurado en el año 2002 en el Archivo Provincial de Cádiz. Hoy
ya no tiene validez legal, pero este privilegio dio unos derechos que
beneficiaron a los tarifeños durante siglos.
Tarifa quedó poblada desde su conquista a los musulmanes en el año
1292. Dos años después debió resistir el sitio de las tropas
benimerines, siendo la plaza defendida heroicamente por su alcaide
Guzmán el Bueno.
Tarifa se encontraba en una situación muy peligrosa y una de las formas
para poder resistir nuevos intentos de conquista de los marroquíes y
granadinos, era aumentar su población. En este sentido los pobladores
de aquella Tarifa debieron dirigirse al rey Sancho IV, el mismo que tres
años antes había conquistado la plaza a los benimerines africanos,
para que les favoreciera con un privilegio que permitiera la
repoblación de la villa.
Y así fue, durante su estancia real en Madrid, el rey castellano
concedió beneficios a los pobladores de Tarifa. El más importante y el
que perduraría más tiempo, fue la concesión a sus habitantes de todo
el término municipal, “con montes, con aguas y con pastos”, como lo
tenía la villa en tiempo de moros.
En los siglos XVI y XVII los nobles se fueron apropiando de parte del
alfoz tarifeño, que era de propiedad comunal. Pero a pesar de estas
usurpaciones, al día de hoy el municipio todavía cuenta con extensas
dehesas de propios, recuerdo de aquella donación que recibió hace 725
años.
El privilegio que Sancho IV el Bravo dio a Tarifa contenía numerosas
mercedes para aquellos primeros tarifeños cristianos, con las que se
pretendía que llegaran y se establecieran más moradores en Tarifa. Sus
pobladores quedaron exentos del pago de numerosos impuestos y desde
luego de los más importantes.
Pero no se quedó ahí el privilegio de Sancho IV. Conociendo este rey
que tras la conquista de Tarifa se necesitaría un puerto naval en el
Estrecho, concedió una serie de franquicias portuarias, que de hecho
convirtieron a Tarifa en lo que hoy llamamos un puerto franco.
Entre las personalidades que confirmaron aquel documento se encontraba
el rey de Granada, entonces vasallo del de Castilla; el célebre
escritor don Juan Manuel; el arzobispo primado de las Españas; el
infante don Enrique, hijo de San Fernando y Fernan Pérez de Guzmán,
posiblemente el hermano de Guzmán el Bueno, entre otros muchos nobles y
clérigos.
El documento está fechado en el año 1333 de la era hispánica, como
entonces era habitual, que corresponde al año 1295 de la era cristiana.
El privilegio de Sancho IV fue ratificado por los reyes que le
siguieron, hasta la confirmación de Carlos IV en 1791. Con la
aprobación de la constitución gaditana fueron abolidos los privilegios
y este documento, que atesoró durante siglos el ayuntamiento tarifeño,
quedó como un testigo de la historia de la población.
Para recordar la concesión por el rey Bravo de este privilegio, el
Museo-Fundación Wenceslao Segura organizará durante este año un
conjunto de actividades, entre las que señalar una exposición, la
publicación de un libro que analizará el documento y su impacto en la
historia tarifeña y conferencias divulgativas, entre otros actos.