El Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, ha declarado que Gibraltar debería ser excluido de las negociaciones que la UE mantendrá con el Reino Unido en caso de que salga de la Unión Europea. Asimismo, ha añadido que una vez que el Reino Unido esté fuera de la Unión, Gibraltar tendrá que abandonarla automáticamente y ha vuelto a apuntar a la soberanía compartida como única opción para Gibraltar en caso de que quiera permanecer en la UE.
«Está claro que Margallo no es ni un experto en derecho de la Unión Europea ni un demócrata», ha indicado el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
La noción de que Gibraltar no debería participar en las negociaciones sobre su futura relación con la Unión Europea sería repugnante para cualquiera que se haga llamar demócrata. El Gobierno del Reino Unido ya ha garantizado que Gibraltar estará plenamente implicado en el proceso en caso de que el Reino Unido salga de la UE, al mismo nivel que Escocia, Gales o Irlanda del Norte.
«Para todo el que crea en el proyecto europeo, debería ser motivo de orgullo que el 96 % de los votantes de un país respalde con su voto la permanencia en la UE. Éste es el mandato que se ha trasladado al Gobierno de Gibraltar y, por lo tanto, constituye una de las opciones que se están estudiando», continúa Picardo.
«Asimismo, dado el precedente establecido por Dinamarca y Groenlandia, es perfectamente factible que una parte de un Estado miembro permanezca en la UE y que la otra opte por la salida. En el contexto del Reino Unido, esto podría significar que el Reino Unido permanezca en la Unión, pero que sus partes constituyentes se redefinan como Escocia, Gibraltar, Londres y cualquier otra región que votó por la permanencia. En este caso, Gibraltar no tendría que optar por la salida y no tendría que negociar las condiciones de una nueva relación con la UE, puesto que éstas no cambiarían».
El Ministro Principal, Fabián Picardo, comentó: Margallo debería pensar con detenimiento que una abrumadora mayoría del pueblo gibraltareño rechazó el principio mismo de soberanía compartida en 2002. Ésta sigue siendo la postura del Gobierno y del pueblo de Gibraltar hasta la fecha. Al imponer esta condición como criterio de índole personal para que Gibraltar se mantenga en la UE, sabe que ya se ha descartado de antemano y que nunca pasará. Por lo tanto, Margallo, con su insana obsesión por Gibraltar, está poniendo en riesgo los puestos de trabajo de miles de sus paisanos que viven en España y trabajan en Gibraltar y dependen del principio europeo de libre circulación para ir de casa al trabajo a diario.