El Ministro Principal de Gibraltar ofrece un discurso ante el Comité Selecto sobre el Brexit de la Cámara de los Lores británica. Se transcribe a continuación:
El gran peñón de roca caliza que llamamos hogar ha sido británico durante trescientos catorce años.
En este tiempo, ha habido cortos períodos de conflictos europeos y largos períodos de paz en Europa.
Este tiempo también nos ha traído Guerras Mundiales, guerras regionales y conflictos territoriales.
En todo este tiempo, los gibraltareños se han mantenido resueltamente británicos. Hemos permanecido devotamente parte de la familia británica.
Y hemos sido un activo estratégico para la proyección de la fuerza británica alrededor del mundo.
Por lo tanto, no somos ciudadanos británicos para lo bueno.
No somos una nación que simplemente busque ser británica en los buenos momentos y que abandonará el barco Britannia a la primera señal de peligro.
En consecuencia, cualquiera que pensara que existe la más remota posibilidad de que estemos dispuestos a intercambiar alguna parte de nuestra soberanía en las negociaciones para establecer una nueva relación con la Unión Europea no habría comprendido las lecciones de la historia.
Este año celebramos en Gibraltar el aniversario del referendo de 1967 mediante el cual elegimos seguir siendo británicos.
Vale la pena señalar, milores, que en 1967 el Reino Unido no formaba parte de la, por aquel entonces, Comunidad Económica Europea.
Y sin embargo elegimos seguir siendo británicos.
También ahora elegimos seguir siendo británicos, a pesar de que ahora el Reino Unido abandonará la Unión Europea.
Resulta un tanto repetitivo, habiendo pasado tanto tiempo desde el resultado del referendo del Brexit, tener que volver a explicar la postura del pueblo de Gibraltar.
Sin embargo, parece ser necesario, dado que en las últimas cuarenta y ocho horas he leído que algunos fantasiosos pertenecientes a diversos think tanks y círculos académicos parecen no haber captado el mensaje.
En Gibraltar no nos gusta ver cómo la gente pierde el tiempo.
No nos gusta inducir a engaño.
De modo que pienso que vale la pena ser explícito y dejar muy claro que no existe ninguna circunstancia bajo la cual el resultado de las negociaciones del Brexit conducirá a una dilución de la soberanía británica sobre Gibraltar.
Sencillamente, eso no va a ocurrir.
Y me complace ver que la postura del Gobierno de España, en algunos aspectos, ha sido mucho más mesurada y madura que la posición ilusoria expuesta por algunos académicos.
El actual Ministro de Exteriores español, el señor Dastis, ha comprendido clara y correctamente que tenemos una responsabilidad común de asegurar que las vidas de las personas que cruzan la frontera entre Gibraltar y España no deberían verse desfavorecidas de ninguna manera por la decisión del Brexit.
El señor Dastis también ha manifestado explícitamente que la recuperación de la soberanía de Gibraltar es un objetivo al cual España no renunciará, pero que tampoco está siendo perseguido como parte de las negociaciones del Brexit.
Agradezco ambas declaraciones por parte del gobierno español.
Esta es una buena base sobre la cual considerar la mejor manera de alcanzar el objetivo que, repetidamente, he declarado que debería ser la meta de nuestra labor conjunta:
Cómo emplear el Brexit para crear un arco iris de oportunidades que aumentará la riqueza creada en Gibraltar de forma que alcance aún más a todas las partes de la costa de la Bahía de Gibraltar.
Existen muchas oportunidades no aprovechadas que sucesivas generaciones de políticos en Gibraltar y en el Campo han querido ver prosperar.
Desde la distancia, la política internacional y los procesos que ésta busca imponer desde lejos, han bloqueado cualquier progreso.
El Brexit representa la oportunidad de romper el estatus quo.
Sin cruzar las líneas rojas de la soberanía, la jurisdicción o el control.
Sin violar posiciones establecidas para el proceso.
Sin que ninguna de las dos partes deba ser ganadora o perdedora.
El drama del Brexit puede ofrecer el trasfondo para establecer un escenario de cooperación que ha estado anteriormente a nuestro alcance, pero que nunca hemos sido capaces de poner en práctica.
Amenazar a Gibraltar con la exclusión del acuerdo de salida, del periodo de transición y de los acuerdos futuros entre el Reino Unido y la UE no alcanzará ninguna de esas metas.
De hecho, amenazar a Gibraltar nunca ha logrado ningún fin.
Realmente, amenazar a Gibraltar es amenazar a la población del Campo [de Gibraltar] tanto como a los gibraltareños.
Y por lo tanto, aunque he agradecido la posición del señor Dastis sobre la continuidad de una frontera fluida y su realismo respecto a la cuestión de las reclamaciones españolas sobre nuestro territorio, rechazo por completo la noción de que Gibraltar debería ser excluido de los acuerdos sobre la salida, transición o el comercio futuro.
Un acuerdo ordenado y oportuno para la salida y la cooperación futura redunda igualmente en los intereses de los casi trece mil quinientos ciudadanos europeos que acuden a trabajar en Gibraltar cada día, más de ocho mil de ellos españoles.
El pueblo de Gibraltar votó a favor de permanecer en la Unión Europea.
De hecho, seguiremos siendo el único pedazo de territorio británico que tendrá una frontera terrestre con la Europa continental.
De hecho, seguiremos siendo el único pedazo de territorio británico que tendrá una frontera terrestre con la zona Schengen.
Y además, somos el único pedazo del Estado Miembro Reino Unido que ya se encuentra fuera de la Unión Aduanera.
Milores, ustedes han comprendido perfectamente esto y todos los demás matices que resultan relevantes para Gibraltar.
Su informe sobre Brexit y Gibraltar publicado en marzo del año pasado ya lo demostró.
Sin embargo, han querido realizar una visita a Gibraltar para observarlo por ustedes mismos a medida que se aproxima nuestra salida de la Unión Europea.
Aquí se reunirán con comerciantes y trabajadores que les ofrecerán sus perspectivas.
Se reunirán con el Comité Selecto sobre el Brexit del Parlamento de Gibraltar.
Y verán que las conclusiones que alcanzaron hace un año con respecto a Gibraltar fueron completamente acertadas.
Y comprenderán cómo los acontecimientos más recientes les afectan.
Por lo tanto, deseo agradecerles, en concreto a su Presidente, Lord Boswell, su gran interés por el progreso que Gibraltar está llevando a cabo en pos del Brexit.
También por su tenacidad en mantener el contacto con los responsables relevantes del Brexit en el Reino Unido.
Tras su carta al Ministro para la Salida de la Unión Europea (Secretary of State for Exiting the European Union), David Davis, obtuvieron una respuesta que reafirmaba el mantenimiento de los compromisos que nos habían sido expresados directamente a nosotros.
Respecto a la potencial exclusión de Gibraltar de la salida, transición o relaciones futuras con la UE, la posición que les expresó el Ministro fue clara y también ha sido repetida por la Primera Ministra: negociarán en nombre de todo el Reino Unido, incluido Gibraltar.
Sus palabras concretas no dan lugar a malentendidos:
Tenemos claro que Gibraltar está incluido en nuestras negociaciones para la salida, el periodo de transición y la relación futura.
Y el Ministro ha sido igual de claro respecto a la relación bilateral que también se desarrollará entre Gibraltar y el Reino Unido en el futuro.
En la carta que les envió, se refirió específicamente a esta cuestión diciendo:
El Gobierno británico y el Gobierno de Gibraltar tienen la intención de buscar una colaboración económica cercana, sustentada en un elevado estándar de regulación compartida. El Reino Unido mantiene el INQUEBRANTABLE objetivo de asegurar la continuidad fluida del actual acceso al mercado británico y de mejorarlo en lo posible.
Ya la semana pasada, hemos observado los primeros frutos de esta labor en la consolidación del acceso al mercado durante el período de tiempo hasta el final del periodo de transición, que, según lo expresado por la Primera Ministra, alcanzará hasta el final de 2020.
Este inquebrantable compromiso de ir más allá ahora también se encuentra claramente reflejado en la labor que está siendo finalizada en forma de una nueva Ordenanza de Gibraltar (Gibraltar Order) según la Ley de Mercados y Servicios Financieros (Financial Services & Markets Act) que no será necesaria antes del final del periodo de transición, pero sobre la cual ya se ha comenzado a trabajar.
Lo mismo puede decirse de la labor destinada a alinear los resultados regulatorios.
Por lo tanto, no puede haber ningún motivo para dudar de que la transición, desde el acceso al Reino Unido bajo las Reglas del Mercado Único de la UE a las reglas basadas en acuerdos bilaterales, se encuentra en curso y confirmada.
Milores, ya se trate de la soberanía o de la preservación y crecimiento de nuestro modelo económico, estamos trabajando acertadamente en el seno de una profunda y madura colaboración con el Reino Unido.
Hemos comprendido la necesidad de implementar la decisión del Brexit de un modo que preserve la prosperidad y asegure que las vidas diarias de las personas que viven en y alrededor de Gibraltar no se verán afectadas por la salida del Reino Unido de la UE.
Y hemos continuado tendiendo la mano de la amistad al pueblo de España; no a causa del Brexit, sino a pesar de él. No debido a la Cláusula 24 de las directrices europeas para la negociación, sino a pesar de ella. No porque nos sintamos amenazados, sino porque creemos en la cooperación y creemos en una Europa de ciudadanos de diferentes estados-nación trabajando juntos por el bien común.
De modo que les agradezco haber acudido al soleado Gibraltar para observar por ustedes mismos cómo el pueblo del Peñón va a superar con éxito este nuevo reto.
Y comprobar por qué nada logrará jamás cambiar lo británicos que nos sentimos, somos y seremos para siempre.
MUCHAS GRACIAS.