El Museo del Grabado Español Contemporáneo y el Centro Cultural Cortijo Miraflores exhiben desde el jueves y hasta el 22 de septiembre la exposición Susurro Hispánico, de Miguel Herrero.
La responsable de Cultura, Gema Midón, el comisario de la exposición e hijo del artista, Iván Herrero, y la viuda, África Llanos, han presentado hoy en el Museo del Grabado la muestra que supone una de las grandes apuestas culturales del Ayuntamiento para 2017.
Esta obra alude y ensalza la historia emblemática de España a través de los ojos de Miguel Herrero, uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX y pionero en el fomento de la cultura española, ha apuntado Midón.
Además, hemos querido que coincidiera con dos importantes ferias de arte que se celebran en Marbella y Málaga para que nuestra ciudad se convierta también en reclamo cultural durante el periodo de exposición, ha señalado.
Por su parte, Iván Herrero ha agradecido al Ayuntamiento su apuesta por traer la obra de Miguel Herrero hasta Marbella mientras que África Llanos ha recordado que su marido adoraba esta ciudad, que se convirtió en su refugio de creación.
En la muestra se presentan 40 obras con diversas técnicas de óleo y técnicas mixtas sobre diversos soportes. Asimismo, contemplan películas, fotografías, reportajes periodísticos y poemas, ha indicado.
Dentro de estas obras se pueden contemplar trabajos con diversas temáticas características en la historia artística de Miguel Herrero. Algunas son inéditas y otras tienen un dilatado espacio temporal desde su última exposición.
Se muestran obras que el Ministerio de Cultura de España seleccionó y llevó a museos como el de Nagoya en Japón, el de Arte Oakland en California (EEUU), el International House de Denver (EEUU), el DArcy Gallery de New York (EEUU) o el Art Alliance de Filadelfia (EEUU) y obras que obtuvieron la medalla de Oro en la Bienal de Alejandría en 1961.
La iconografía de Miguel Herrero en su obra se intensifica a lo largo de los años y constituye un testimonio palpable no solo del respeto y la admiración que siente hacia su tierra, sino que su obra es objeto del paso de fronteras artísticas a países ávidos de conocer la cultura hispánica.
Su excepcional obra le hace llegar a éxitos sin precedentes en las décadas de los 50 y los 60, siendo embajador irremplazable de la cultura española.
Durante el recorrido de la exposición se pueden encontrar obras de diversas técnicas y temáticas, haciendo entender su trayectoria cronológica y su expresivismo único. Los acentos en sus pinturas revelan su maestría en las artes y la búsqueda de la particular psique humana.
Le exposición se inicia en el Museo del Grabado con una serie de obras relacionadas con la primera época de creación del autor. En esta fase, su pintura se inspira en temáticas costumbristas y se pueden contemplan obras como El Martinete (1947), El parque (1948), Navidad (1949) y Mercado (1950).
La muestra continúa en el Cortijo Miraflores con un carácter marcadamente hispánico como son las obras sobre la tauromaquia y el flamenco. Sobre la tauromaquia se encuentran obras como Matador (1955), Rejoneador (1963), Figura Taurina (1963) y Toro Negro (1973). Y en referencia al flamenco se podrá observar Farruca y La Seguiriya, ambas de 1958.
Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo digital que reproduce la totalidad de las obras expuestas e incluye una serie de textos sobre la creación en pintura y en cinematografía.