El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, no ha ocultado su decepción por el contenido de la visita al Campo de Gibraltar del ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo. Para el primer edil, ni en su reunión con los primeros ediles de la comarca ni en la conferencia que ha ofrecido posteriormente el titular de Exteriores ha asumido ninguna de las propuestas consensuadas por los alcaldes campogibraltareños para afrontar las consecuencias del Brexit.
Ruiz Boix que agradeció que haya tenido espacio para los alcaldes y haya tenido tiempo para venir al Campo de Gibraltrar, no ocultó su sorpresa porque esperábamos mucho más de este encuentro, puesto que los alcaldes habíamos preparado un documento único, una voz única reivindicativa de las necesidades del Campo de Gibraltar y de los efectos negativos del Brexit.
El alcalde confiaba en que el ministro se iba a comprometer con alguna de las medidas que aquí habíamos planteado y que sospechábamos el Ministerio había trabajado alguna de ellas, y sólo nos hemos quedado con una serie de valoraciones del ministro sobre la cosoberanía,
Ruiz Boix entiende que esta propuesta de cosoberanía debería ser debatida en el Congreso de los Diputados para ser consensuada, y después hablada con el Reino Unido y Gibraltar, y no sólo lanzada a través de los medios de comunicación.
Lamentó que no haya existido ningún compromiso de medidas para el Campo de Gibraltar. Creía que en la reunión ante los siete alcaldes y otras autoridades iba a ser el lugar en el que el ministro desvelara esas medidas especiales para el Campo de Gibraltar, pero no ha sido así, no han existido.
Explicó que en la reunión en Mancomunidad, el ministro cedió la palabra al delegado especial en la comarca, Julio Montesinos, que planteó una serie de ventajas al amparo de la cosoberanía, si se produjera.
La decepción del alcalde es porque ahora, y en el escenario de la cosoberanía, se comprometen a estudiar las mismas peticiones que llevamos cinco años pidiendo, sin que en los últimos cuatro años el gobierno de la nación haya realizado ni una sola inversión en la comarca.
Recordó el alcalde que lo que necesitamos es contar con un espacio fiscal distinto para la Comarca; un plan de incentivos empresariales que atraiga empresas a la zona; un plan de empleo y formación; y un plan de infraestructuras públicas relevante que acabe con las demandas que tenemos, que son la Algeciras-Bobadilla, la autovía Algeciras Vejer, y otras muchas medidas compartidas por los alcaldes.
Pensé tras la primera reunión que el ministro había viajado con las maletas vacías, pero tras el segundo encuentro me he dado cuenta que el ministro ha venido sin maletas, o sea, sin ningún compromiso para los 260 mil habitantes del Campo de Gibraltar, señaló Ruiz Boix.
El alcalde señaló que el ministro ha venido a dar mensajes a los gibraltareños, pero ninguna respuesta a las demandas planteadas por los representantes de los habitantes del Campo de Gibraltar, que habíamos planteado en un documento consensuado por los 7 alcaldes, que ya es difícil, pero lo habíamos logrado, y no hemos obtenido ni un sólo compromiso del ministro.
En sus declaraciones públicas, tanto en rueda de prensa en Mancomunidad de Municipios como en el Foro Joly celebrado en el Hotel Guadacorte, el ministro en funciones ha recalcado que estamos en un cambio histórico, porque no es lo mismo la colonia de Gibraltar con el Reino Unido en la Unión Europea que la colonia de Gibraltar con el Reino Unido fuera de la Unión Europea. En su opinión, la mejor salida es la cosoberanía del Peñón entre España y Reino Unido, lo que cerraría el contencioso de 300 años entre ambos países y posibilitaría que Gibraltar se mantuviera en la UE.
En cuanto a las medidas de apoyo económico que se reclaman desde la comarca, señaló García Margallo que en el seno del Gobierno de la Nación han tenido lugar reuniones periódicas, comisiones interministeriales, para analizar la situación de Gibraltar y del Campo de Gibraltar, lo cual nos ha permitido venir con una serie de iniciativas que hemos compartido con los alcaldes y a las que se unirán las iniciativas que los propios alcaldes me han remitido.
El ministro en funciones mantiene que resulta absolutamente inimaginable que un estado ajeno a la Unión Europea mantuviese una colonia dentro de la UE, por lo que se precisa buscar una fórmula que satisfaga los deseos y los intereses de todos los afectados a un lado y a otro de la Verja. Se trata, insisto, de buscar una fórmula para que los gibraltareños sigan conservando sus tradiciones, su espíritu y sus costumbres, su nacionalidad, …y al mismo tiempo puedan formar parte de la Unión Europea lo que les permitirá mantener una situación de desarrollo económico absolutamente envidiable.
En primer lugar -enumeró el titular de Exteriores- una co-soberanía entre el Reino Unido y España, que mancomunadamente se harían cargo de las relaciones exteriores, que es exactamente la condición para que Gibraltar acceda a la Unión Europea, de acuerdo con el artículo 355.
En materia de defensa tenemos que resolver el problema de la base de Gibraltar, donde los dos seguiríamos formando parte de la Alianza Atlántica, lo cual puede permitir una solución relativamente sencilla.
En tercer lugar -apuntó García Margallo- un estatuto personal modificando el código civil para que los gibraltareños puedan tener la doble nacionalidad, conserven la británica y accedan a la española, un privilegio que por ahora sólo se ha hecho con los sefardíes en la legislación española.
En cuarto lugar, un régimen de autogobierno que está previsto ya en la Constitución Española de 1978 en el artículo 144-b, que habla de la autonomía para territorios no integrados en la organización provincial. Y en quinto lugar, un modelo económico que sea compatible con la legislación comunitaria pero que permita seguir desarrollando actividades en Gibraltar como hasta ahora, subrayó.
Las consecuencias de la solución por la que aboga el ministro serían, según sus tesis, acabar con un contencioso histórico que dura 300 años; además, Gibraltar seguiría teniendo acceso al mercado interior, que es exactamente lo que han votado en referéndum más del 90% de los gibraltareños; por otro lado, permitiría la aplicación de políticas de la Unión Europea que actualmente no se aplican a la UE, con las excepciones y peculiaridades que fuesen necesarias; asimismo, la Verja desaparecería, dejaría de existir, lo cual facilitaría el desplazamiento de los trabajadores españoles y muchas mejores condiciones que hasta ahora. Y en cuarto y último lugar la desaparición de la Verja permitiría, como he anunciado anteriormente, un desarrollo integral de todo el área.