Con la llegada de la temporada baja vacacional arranca, sin embargo, el ciclo de mayor pujanza de otros segmentos turísticos, como el de congresos o el de golf. Esta diversidad del concepto de temporada alta en función de las motivaciones turísticas propicia que la oferta de la Costa del Sol se divida por segmentos, con el objeto de especializar las posibilidades del destino en función de los potenciales turistas.
En el caso del golf, cuya amplia oferta se enmarca en la potente marca Costa del Golf, se puede decir que se ha convertido en un factor desestacionalizador decisivo para la Costa del Sol. El concepto Costa del Golf abarca más de 70 campos, repartidos entre la provincia de Málaga y parte de la costa gaditana.
En palabras de Arturo Bernal, director general de Turismo Costa del Sol, sabemos de la importancia del golf para dinamizar el destino, porque los meses de mayor flujo de turistas en estos clubes coinciden precisamente con los de menor afluencia en lo que a turismo vacacional se refiere.
En efecto, la práctica del golf se incrementa en los meses de otoño e invierno, aprovechando la benignidad del clima de la provincia de Málaga si se compara con las bajas temperaturas registradas en el centro y norte de Europa, que hace prácticamente imposible su práctica. Bernal recordó que el centro y norte de Europa son zonas en donde existe una gran afición a este deporte y que, además, son amigos de nuestro destino.
Ofertas de larga estancia
A causa de las condiciones climáticas de la provincia malagueña, los distintos clubes de golf van configurando diversas ofertas destinadas a una estancia más o menos prolongada en la Costa del Sol, que son diseñadas para quienes pasan desde un fin de semana hasta para quienes deseen invertir todo un mes en el destino.
Y es que siempre hay algo que hacer o descubrir en la provincia de Málaga. Está demostrado que el turista de golf, además de la práctica del deporte, buscan opciones para desconectar y conocer en profundidad el destino.
Esto ofrecen los casos de Añoreta, en Rincón de la Victoria; Lauro, en Alhaurín de la Torre; Guadalhorce, en la capital o Baviera, en la Axarquía. Estos cuatro campos, con referentes culturales y de ocio de primera categoría en sus alrededores, presentan ofertas que van desde las siete noches de hospedaje y sendos días de práctica de golf hasta los 28 días en algunas de las ofertas, en el caso de Añoreta. A través del hotel Rinconsol y de los Apartamentos Fuerte Calaceite, en Torrox, se puede acceder a interesantes ofertas para pasar una temporada en la Costa del Sol.
Otros campos, como Valle Romano, Atalaya o Albayt Resort incluyen atractivas y personalizadas ofertas de hasta 30 días de estancia para disfrutar del golf. Pero también desde hoteles y apartamentos se lanzan ofertas de larga estancia, como es el caso de Marina Park resort, en las inmediaciones de Fuengirola, que conecta, mediante sus ofertas Stay and Play, su hospedaje con campos cercanos (Lauro, Calanova, Mijas, La Cala y Alhaurín), así como otros más complejos como El Chaparral, Cabopino, El Paraíso o Guadalhorce.
En definitiva, llega un momento de crucial importancia para el segmento de golf, en el que los greens brillan de especial forma al sol de invierno, y en donde una Costa del Sol menos conocida, pero tan seductora como siempre, aguarda al turista de golf para que se sienta atrapado por el destino, más allá de los campos en donde mejorar su tarjeta.