Parece que se va concretando la visita, el próximo martes al Campo de Gibraltar, del ministro en funciones de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que al parecer va a asistir a un almuerzo coloquio organizado por el periódico gaditano Europa Sur, en el Hotel Guadacorte, de Los Barrios, donde explicará su nueva táctica sobre Gibraltar, después de que haya fracasado estruendosamente su habitual política de dar palos al Peñón y a los habitantes de la zona contigua, con sus famosas e inhumanas colas que llegaron a tener retenidos a miles de coches, con trabajadores, con turistas, con familias, niños y ancianos dentro, hasta 9 horas, atrapados, si poder moverse en sus coches y con largas a interminables colas de miles de personas en pie aguantando la climatología y sin apenas poder moverse, durante cerca de 4 horas. Todo un daño inolvidable, que Margallo con su política de querer doblegar a los gibraltareños, ha hecho a muchos miles de andaluces, españoles y turistas del mundo por haber visitado Gibraltar.
Ahora, Margallo quiere cambiar de táctica, con una oferta que sorprende, donde en su empeño por querer colocar la bandera en lo alto del Peñón, ofrece algo inédito: mantener el status fiscal de Gibraltar, utilizar conjuntamente el aeropuerto (un mejor uso del aeropuerto de Gibraltar, se acordó en Córdoba en aquellos Acuerdos que él se cargó, al igual que el Instituto Cervantes que acercaba a los gibraltareños a la lengua y la historia de España) y demostrar con ello al mundo que todas esas campañas de descrédito de Gibraltar que hasta ahora habían tenido lugar, inspiradas en la intoxicación a los españoles que ha venido utilizando los espejos públicos, las pantallas y las sinrazones, eran pura mentira, puro montaje para hacer daño a Gibraltar. Si los llanitos se doblegan a Margallo, el, ahora, santifica todo lo que venga de Gibraltar. Increíble.
Esa oferta de promesas, para ver si hay algún gibraltareño débil en sus convicciones, que la acepta, parece una argucia más, llamada al fracaso como las anteriores, ya que Margallo ha demostrado que su obsesión es el asunto exterior y como ya ha tocado todos los palos, sin éxito, ahora va a venir al Campo de Gibraltar con esa increíble oferta. Y el palo en alto. O aceptan ustedes o el Brexit puro y duro, con mas dificultades en la frontera. Hasta el cierre piden algunos de los patrioteros que siguen su política.
Es decir, Margallo quiere que los gibraltareños claudiquen y acepten su oferta y si no la aceptan, les augura todos los males del mundo, propugnando un aislamiento total a Gibraltar. Sin miramientos.
Desde Gibraltar le han contestado que esa ciertamente sugestiva oferta, se puede implementar para que Gibraltar sea el gran motor de la economía de la Baja Andalucía, capaz de crear muchos miles de puestos de trabajo en la zona, de dar un gran impulso a ciudades como La Línea, que esperan la ayuda del Gobierno de Madrid y nunca llega y que demanda acabar con el paro. Pero eso sí, desde Gibraltar podemos impulsar la economía y los puestos de trabajo de la zona, pero nunca, ni en 4 ni en 4.000 años vamos a cambiar nuestra soberanía.
Nadie se fía de Margallo por muy atractiva que sea su oferta. Como nos vamos a fiar de un Gobierno que no ha respetado los Acuerdos a los que llegamos con otro Gobierno, con otro ministro español, como fue Moratinos. Y con los bandazos que está dando Margallo, menos nos podemos fiar de él.
Con estas perspectivas, el viaje de Margallo parece que tiene muy pocas o ninguna posibilidad de éxito. Sí, le escucharán y le aplaudirán los suyos: Landaluce, los delegados de Rajoy en Cádiz y en Sevilla, su fiel servidor el funcionario destacado en Algeciras, que sí vive en Sotogrande y alguno más. Pero no contará con el pueblo de Gibraltar ni su Gobierno. Ni tampoco con todos esos miles de trabajadores, de estudiantes, de familias y vecinos de La Línea, San Roque y Algeciras que han sufrido un día y otro el castigo de sus inhumanas colas.
También hay que reseñar que después de conocer las primeras valoraciones de representantes de los sindicatos, de Ascteg o del Grupo Transfronterizo, que han pedido a Margallo que deje de amenazar con implementar con toda dureza el Brexit, al fallar su propuesta para poner la bandera en el Peñón y tenga en cuenta los intereses de los trabajadores españoles en el peñón, de las empresas del entorno que viven del trabajo quer proporciona Gibraltar, de los ciudadanos en definitiva, se conocen ya las primeras palabras previas, de algunos dirigentes políticos.
Irene García, presidenta de la Diputación de Cádiz, le ha pedido a Margallo que «rebaje el tono de sus declaraciones» y tenga en cuenta»la dependencia económica» que de Gibraltar, tiene nuestra comarca. «Estamos en tiempos de diálogo, sobre todo porque en el Peñón trabajan miles de españoles a los que no podemos dejar desamparados», dijo la socialista.
El alcalde de La Línea, Juan Franco, también se ha referido a la preocupación que existe en La Línea tras el triunfo del ‘Brexit’ en el referendum celebrado el pasado mes de junio, en materia económica y de empleo. «El mensaje que le trasladaré el próximo martes al ministro es un mensaje de preocupación e incertidumbre que existe en La Línea. Vamos a esperar que propuestas trae y en cualquier caso estoy convencido de que el Gobierno de España nos amparará», aseguro el regidor linense.
No se ha concretado si Margallo se atreverá a pasearse por las barriadas de La Línea de Los Junquillos, San Bernardo, El Conchal, etc, para ver como viven sus habitantes y el desamparo de Madrid, ni si visitará donde estaba prevista la construcción de la terminal Aeroportuaria de La Línea, que el Gobierno Rajoy nunca construyó o si el programa de la visita se concentrará en ese almuerzo en Guadacorte únicamente, donde hablará pero no aceptará preguntas en vivo y en directo, únicamente por escrito, que un censor podrá eliminar antes de llegar al ministro.