Con un espectáculo diario intentan sorprendernos los líderes podemitas. Ayer eran los besos o el amamantamiento como, hoy es la retórica grosera y hortera de me la suda, me la pela y otras lindezas o abandonar el hemiciclo en espantá en solidaridad con el Diputado catalán independentista inhabilitado Francesc Homs.
Han pasado en un relato de la puesta en escena de la casta a la trama parándose en las elites, aunque creo que se han quedado en la caspa del jaleo sin soluciones. Y es que desde su posición radical y rupturista solo pretenden poner en crisis las instituciones. Lo que no deja de ser un pobre pero peligroso objetivo.
Resultó curioso que PODEMOS se desmarcara de la condena mundial y justificara la suspensión del Congreso por el régimen de Maduro. Todo un golpe de Estado que la propia Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega, próxima al chavismo, ha calificado de ruptura del orden constitucional y el sujeto Nicolás, al frente de la república bolivariana nos llamó a los españoles basura de país.
Mientras que todas las organizaciones del mundo civilizado condenaron el hecho, y pusieron en duda la calidad de las actuaciones del gobierno de Nicolás Maduro; los violetas en la búsqueda de una dialéctica críptica y contradictoria habla de conflicto de legitimidades democráticas ¡Toma ya!
De ahí que el Supremo, ante la movilización social y la protesta internacional diera marcha atrás y devolviera al Parlamento de Venezuela sus potestades, lo que ha sido la más viva muestra de la perversión democrática en ese país, en el que se produjo un secuestro de los distintos poderes democráticos por el aparato cívico militar que controla férreamente Maduro y sus fieles.
La sensatez y el equilibrio políticos no son muy fuertes. Sus modos y formas, son los que más malos gustos y confusión generan. Así su propuesta del delito de enaltecimiento del terrorismo, basada en que ETA es cosa del pasado, no tiene en cuenta que en nuestro país al igual que en toda Europa se está en alerta por la amenaza del terrorismo yihadista.
Cuando se hacen denuncias engañosas, muy frecuentemente en PODEMOS, no solo se llegan a conclusiones erróneas sino que no se dan con las claves de la resolución de problemas y se navega entre la ocurrencia y el disparate. Poco a poco han ido perdiendo la calle y reproduciendo lo peor de la casta para confirmarse como una elite producto de las numerosas tramas.
Aunque Iglesias y sus muchachos no se han caracterizado por tener excesiva gracia, pero además siendo lo nuevo se han convertido en lo viejo y han dejado de ser divertidos. Algunos, como Monedero, se consideran intelectuales, aunque sus hechos, no se corresponden en esta ocasión con ese calificativo.
Además, cuando plantean propuestas irrealizables, conscientes de que lo son, no están manteniendo la necesaria utopía sino que nos están tomando el pelo entre la quimera y la reacción , mientras que prolongan los conflictos , aumentan los sacrificios de los de siempre, corremos riesgos y ellos recogen beneficios políticos, aunque a decir verdad , cada vez menos.
No se puede tener un doble discurso y hablar de pluralidad pero practicar la unicidad, no respetar las instituciones y aprovechar los privilegios , defender los derechos de los trabajadores menos a los propios de la Tuerka o el grupo parlamentario violeta,. Se recomienda por tanto, no delirar en profecías inútiles ni exigir a los demás las coherencias que ellos deberían cumplir.
Deberían renovar los gestos y el vestuario permanentemente para no aburrir con los mismos estereotipos que parecen aprender todos en el Master Podemita que les hace aparecer como un coro, en el que visto uno, visto todos. Intentan explicarnos como debe ser el futuro con un desprecio total al pasado, con expresiones como el régimen del 78.
En demasiadas ocasiones y por muchos maquillajes y gritos de SI PODEMOS, se les nota demasiado su tufillo autoritario y eso hace que mucha gente que había confiado en ustedes se vaya convenciendo que se les ha agotado el combustible, el talento y el poder de seducción.
Podríamos hacer un catálogo completo de que sus actuaciones políticas no han servido ni para fomentar un mayor protagonismo ciudadano ni para empoderarlo en la toma de decisiones, y mucho menos para resolver ninguno de los grandes problemas que afectan a la sociedad española.
Tal vez, llama la atención la penúltima salida de tono, cuando ante la donación de 320 millones por parte de la Fundación Amancio Ortega a los hospitales públicos españoles, PODEMOS a través de la portavoz de la formación en el Parlamento Navarro, Laura Pérez lo ha calificado de filantropía barata
Bueno ,sin olvidar que tras prohibir el consumo de Coca Cola, el señor Mayoral ha sido pesado in fraganti tragando dos botellas de la bebida gaseosa o el señor Espinar que cree que conducir es de ricos y propone subir el impuesto a la gasolina 2 euros por depósito. La pregunta es muy sencilla, aunque difícil de responder ¿estos individuos de qué van?
El propio Pedro Sánchez que ahora defiende con ardor guerrero la posibilidad de pactar con los podemitas que con su alianza con el PP, le impidieron ser Presidente del Gobierno, confesaba en un programa del Hormiguero, ante una pregunta de Pablo Motos que de irse de vacaciones, no le dejaría nunca la llave a Pablo Iglesias.
Folletines, ruidos, pancartas y mucha palabrería de argumentario demagógico y de salón, que van cambiando en un ejercicio de psicopolítica perfectamente diseñado, ensayado y llevado a la gran escena del ágora social e institucional, para mantener un nivel de crispación que alimente el descontento.
Con estas posiciones, al margen de la realidad y con el obsesivo objetivo de derrotar y sobrepasar al PSOE va resultar difícil, que en una época en la que va a ser necesario pactar para lograr mayorías estables, se consiga un acuerdo de progreso para gobernar España. La realidad está demostrando que el problema radica mayormente en Iglesias y sus apóstoles.
Como opina el intelectual de raíces marxistas, Santiago Alba Rico, PODEMOS, ha pasado de lo más bello del mudo a algo feo y es que han provocado el mayor de los desencantos en el menor tiempo posible. Son muchas las veces que don Pablo Iglesias y sus mariachis han metido la pata, demasiadas las ocasiones que han pensado que el resto de la humanidad somos gilipollas y más de las necesarias que han ido de sobrados.
Juan Antonio Palacios Escobar