Carlos Fernández Gámez era y es Carlos Hernández para los que le conocen en Argentina. El exconcejal del Partido Andalucista de Marbella, huido desde 2006 para eludir su detención por el sonado caso Malaya se hacía llamar así, al cambiar una F por una H en su primer apellido. Desde que lograra entrar con su identidad auténtica por el aeropuerto bonaerense de Ezeiza, cuando aún no había entrad en vigor la orden de busca y captura internacional contra él, se movió por distintos puntos del país.
A las causas judiciales que este exedil del PA dejó en España, se suman ahora los presuntos delitos de falsificación y fraude por los que se le investiga en Argentina, según ha trascendido a lo largo de este viernes. La falsificación estaría relacionada, presumiblemente, con la documentación que utilizaba.
En España las causas por las que Fernández no ha podido ser juzgado son: Malaya; el llamado caso saqueo 2, que se juzgó en la Audiencia Nacional, así como el conocido como caso PA, iniciado a raíz de las investigaciones periodísticas publicadas por El Mundo en 2005 y que se siguió en el Juzgado de Instrucción 3 de Marbella. En el último procedimiento penal citado fue absuelto el exlugarteniente de Carlos Fernández, como secretario provincial del PA y exteniente de alcalde en Marbella, Pedro Pérez Chotis. Todos los testigos que le habían incriminado durante la instrucción se retractaron en el juicio oral. El fiscal no pudo dejar de mostrar su asombro ante esta situación.
Queda por confirmar si, al igual que Pedro Pérez y otros extenientes de alcalde del gobierno tripartito de Marisol Yagüe (GIL) fueron juzgados y condenados por una serie de delitos urbanísticos, Fernández al haber ostentado la misma condición, pudiera tener aún alguna causa de tal índole pendiente.
El exbrazo derecho de Fernández en el partido está actualmente en prisión por percibir sobornos del cerebro de la gran trama de corrupción municipal, Juan Antonio Roca. El sumario refleja que el exgerente de Urbanismo habría comprado la voluntad del prófugo huido a Argentina mediante el pago de sobres, cuya cuantía ascendió a 150.000 euros. El propio Roca así lo corroboró durante el juicio.
Tal y como ha informado este medio digital, la Policía Federal Argentina ha negado la versión de la familia de Fernández sobre una entrega voluntaria, al ser una detención en toda regla, tras una laboriosa investigación, según las autoridades argentinas, que ha dado paso a su ingreso en prisión preventiva, a la espera de que se decida su futuro en el marco de un incidente de extradición.
El que fuera también concejal del partido GIL en Marbella, entre 1991 y 1998, fue visto en el acomodado barrio capitalino de La Recoleta, tal y como recuerda el conocido periodista Pepe Oneto, quien se lo encontró en noviembre de 2007 en un restaurante tras hacer una escala en Buenos Aires, procedente de la cumbre iberoamericana de Chile, la del famoso ¿Por qué no te callas? del Rey Juan Carlos al expresidente venezolano Hugo Chávez.
Desde hace once años, el hombre que burló no solo a la justicia española, sino también a la argentina, vivió en algunas provincias del país hasta que conoció a su actual pareja, la periodista y exmodelo Carla Coppari, natural de San Juan, la capital de la provincia del mismo nombre donde ambos residían, concretamente en la localidad de Rivadavia.
La esposa del exedil trabaja en el Diario de Cuyo, en la sección de moda y sociedad, también en el suplemento especial de fin de semana. Juntos tienen dos hijos, de 6 y 4 años de edad. Marbella Confidencial ha confirmado que se casaron por lo civil en 2008. El perfil de Facebook de la cónyuge del fugado también refleja ese año como el de casada. Fue una ceremonia muy discreta y él habría utilizado un pasaporte español.
La pareja se instaló en una casa ubicada en calle Santa Fe al 2375 en el barrio Municipal en el departamento Rivadavia, en la provincia de San Juan, distante a 1200 kilometros de Capital Federal, Buenos Aires.
La periodista especializada en investigación policial, sucesos y tribunales Graciela Herrera, redactora del diario impreso y digital El Zonda, con la que ha contactado este medio digital, cuenta que Fernández Gámez se desempeñaba como experto en coaching, dictaba cursos de oratoria, de comunicación, y hasta habría participado asesorando en la campaña política de un intendente en las últimas elecciones gubernamentales realizadas hace casi dos años atrás, detalla en conversación telefónica.
El cargo de intendente equivale al de alcalde en España. Cabe recordar que en octubre de 2015 se celebraron elecciones en todo el país para elegir a los gobernadores de las provincias y a los intendentes municipales.
El malagueño de 49 años de edad, oriundo de la popular barriada del Puerto de la Torre y ex hombre de trono de la Cofradía del Cautivo, hasta que fue expulsado por delinquir, no se ocultaba y vivía tranquilamente entre los lugareños de Rivadavia. Hasta tal punto que logró codearse y hacer amistades en el ámbito judicial, explica Herrera.
Asistía a eventos sociales junto a su mujer de forma asidua. De hecho, la fotografía que ilustra esta información corresponde a una cena benéfica celebrada en noviembre de 2012 para recaudar fondos destinados a la Fundación Manos Abiertas, entidad católica dedicada a la atención de enfermos terminales de cáncer. Como se puede apreciar en la instantánea, Fernández se parapeta detrás de su pareja y no posa como el resto de comensales.
Quienes lo conocieron dicen que llevaba una buena vida, un buen pasar y que estaba acostumbrado a darse algunos lujos, cuenta Graciela Herrera
Los investigadores de la División Crimen Organizado y Trata de Personas de la Agencia Regional Federal Cuyo, lo detuvieron en la madrugada del jueves al viernes en su vivienda, sobre las 3:15 horas.
Los detectives hicieron un gran trabajo para, primero, individualizarlo y luego localizar su paradero. Ellos tenían una fotografía del español que no coincidía con su fisonomía actual pues se había realizado algunas cirugías para pasar inadvertido. Debieron ayudarse con la Biometría, un sistema utilizado en la Criminalística internacional que sirve para analizar e identificar los rostros. Fernández Gámez se ha sometido a algunas cirugías estéticas, explica la periodista de investigación.
De las fuentes que ha consultado Herrera se calcula que Fernández se sometió por lo menos a unas quince operaciones extraoficialmente se cree que fueron más- ya que los agentes especializados descubrieron que mediante tales intervenciones, que alteraron su aspecto físico, se retocó la nariz, eliminó las arrugas, implantó cabello y aumentó su peso.
Los agentes federales, además, sometieron a seguimiento y vigilancias con filmaciones a Fernández, e investigaron todos sus movimientos hasta que lo detuvieron, porque tenía una orden captura vigente cursada por Interpol. A poco de comenzar el procedimiento de detención se presentó un abogado defensor, según trascendió extraoficialmente, explica la citada periodista.
Fernández quedó recluido en los calabozos de la Agencia Regional Federal Cuyo, a disposición del Juzgado Federal Número 2, cuyo titular es el juez Leopoldo Rago Gallo, Secretaría Penal Número 5. Posteriormente fue enviado a prisión provisional, a la espera de que se dictamine qué ocurre con su posible extradición.
Debido al convenio que tiene Argentina con España, el detenido será sometido al juicio de extradición en los tribunales de Comodoro Py, en Buenos Aires para ser trasladado a España, si finalmente se reclama su presencia aquí por parte de las autoridades españolas, en caso de que no hayan prescrito sus delitos, en contra de lo que cree su hermano y abogado, Antonio Fernández.