Queridos Reyes Magos: Como en el pasado año, – y van -, hemos sufrido intensamente la crisis económica, sus perversiones y sobre todo sus consecuencias, sus depresiones y la falta de ánimo para seguir tirando del carro, queremos pediros que nos tengáis presentes en este año 2017 para concedernos al menos algunas cosas que os pedimos, porque necesitamos creer en lo imposible y en lo racional, porque hemos vuelto a creer en vosotros y porque nos gustaría que una esperanzada carta, cargada de fe e ilusionada, bastara para solucionar algunos de nuestros problemas y hacernos salir del pozo de la recesión interminable y de la aguda crisis de valores en la que nos encontramos.
Os pedimos en primer lugar que este año sea de verdad el año de la recuperación, tal como augura nuestra optimista clase política, incluso de la recuperación de la confianza en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, aumentado aún más nuestra paciencia para no desmoronarnos mientras seguimos esperando esos tiempos mejores y la llegada de los famosos millones de puestos de trabajo que -dicen-, se van a crear
Os pedimos fe para pensar que crecerá el sentido común de nuestros dirigentes ahora que tenemos perdida toda la confianza en ellos, claridad para decidir a la hora de depositar con nuestro futuro voto pensando, al menos, en cuál de ellos es menos malo y os pedimos, por ende, que nos traigáis una gran dosis de resistencia para soportar las cargas que, injustamente, nos han endilgado en beneficio de ellos mismos, de su corrupción y de su incompetencia.
Os pedimos, especialmente, que les traigáis a nuestros dirigentes, a los responsables institucionales, a los altos directivos y funcionarios, a los responsables de cada ministerio, a las alcaldías y concejalías y a toda su cohorte de expertos, asesores y cargos de confianza, los arrestos necesarios, el sentido común, la racionalidad y la decencia debida, para acometer las políticas necesarias para que el carro del que todos tiramos, salga del fango donde está atrapado, aunque quizá esto sea pediros demasiado, vista la tropa que nos desgobierna en todas las instituciones del país.
Y, como decía antes, traednos la paciencia necesaria para no rendirnos, traednos un faro de referencia para no tirar la toalla ya que, a fin de cuentas, la cosa parece que no va a ir a peor y traedle un poco de lucidez, aunque solo sea un poquito, a los exaltados salva patrias, a los extremistas, a los radicales y resentidos que tanto abundan, para que dejen de engañar al personal, sacrificando vidas, esperanzas e ilusiones en nombre de cualquier peligroso sinsentido alejado de toda racionalidad, como hacen en la actualidad.