El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, ha avanzado que su departamento está trabajando en el desarrollo de una plataforma de simplificación de trámites para la actividad comercial y artesanal, así como en otras herramientas que buscan integrar la innovación en el comercio.
Así lo ha puesto de manifiesto durante su participación en las jornadas Innovación y distribución minorista, organizadas por el diario Sur y Mercadona, en las que ha apuntado que Andalucía está inmersa en un proceso de cambio para adaptarse al nuevo contexto digital, para aprovechar las oportunidades que se derivan de la Economía Digital.
De este lado, Sánchez Maldonado ha añadido que en este proceso de renovación y modernización del tejido productivo andaluz, la innovación digital se considera un elemento clave, ya que una parte sustancial del incremento de la competitividad empresarial tiene su sustento en la incorporación de las nuevas tecnologías.
La economía digital iguala a grandes y pequeños, por lo que esta época es también la era de las Pymes. En el sector de distribución comercial ya son muchas las empresas que mantienen el timón en esta dirección y utilizan las soluciones tecnológicas más actuales para establecer conexiones más directas y entender mejor sus necesidades, ha destacado.
En este sentido, ha insistido en que no hay duda de que la innovación digital puede aportar claras mejoras en la productividad y competitividad de cada uno de los agentes que conforman la cadena de distribución comercial minorista.
Según sus palabras, las nuevas tecnologías abren un amplio abanico a la hora de establecer nuevos modelos de relación con el cliente, ofreciendo, por un lado, nuevas fórmulas de comercialización: comercio electrónico, comercio electrónico móvil, y, por otro, escucha activa de las necesidades de los consumidores y de su respuesta frente a productos y servicios.
Así, ha considerado necesario que las empresas del sector de la distribución comercial cuenten con mecanismos que le permita tender puentes a nuevas realidades de un mundo digital que ya prácticamente copan todas las parcelas de los negocios.
Sector estratégico
En este sentido, la Consejería ha diseñado nuevas medidas de apoyo por valor de 6 millones de euros para el sector comercial, con una convocatoria de ayudas con varias líneas, la mayor de ellas, dotada con más 1,4 millones de euros, destinada al apoyo a las pymes comerciales para modernizar y renovar los pequeños establecimientos, en especial con la incorporación de las nuevas tecnologías. Esta orden se encuentra en fase final de tramitación y su aprobación y convocatoria se prevén para el segundo semestre de 2017.
Actualmente, también está en trámite de aprobación de la Orden de Incentivos para el Desarrollo Industrial, que apoyará específicamente proyectos que incorporen soluciones tecnológicas y la adopción de servicios y aplicaciones TIC en cuatro ámbitos: comercio electrónico, marketing digital, digitalización de procesos de negocio y confianza digital.
Igualmente, el departamento que dirige Sánchez Maldonado está inmerso en el proceso de elaboración de un plan de acción que permitirá establecer un planteamiento estratégico para la transformación digital de las empresas en Andalucía. De la misma forma, se trabaja para poner en marcha diferentes herramientas que darán un paso más en la integración de la innovación en el comercio, como una aplicación móvil con información de la oferta comercial y artesanal de Andalucía, que pondrá en valor la actividad de los establecimientos comerciales de Andalucía.
Igualmente, ha agregado que se ha iniciado un proceso de reflexión colectiva, en el marco del Consejo Andaluz de Comercio, sobre los nuevos entornos en los que se está desarrollando la actividad comercial en Andalucía. Un proceso participativo que esperamos que aporte nuevas perspectivas para la planificación comercial, que incentive un potente tejido empresarial andaluz que genere trabajo estable y de calidad, pero sin olvidar el consumo responsable y la necesaria protección de los intereses de los consumidores, y concibiendo a los propios establecimientos comerciales como instrumentos de oportunidad para la transformación de la ciudad y la mejora de la calidad de vida de sus residentes, ha concluido.