Los retratos oficiales realizados por Revello de Toro entre 1979 y 2006 de nueve altos mandos militares españoles salen a la luz pública en el museo dedicado a este pintor malagueño en su ciudad natal. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de ejército Fernando Alejandre; y el director de la pinacoteca, Elías de Mateo; han presentado esta mañana a los medios informativos la exposición temporal Revello y los Militares. Retratos del Estado Mayor de la Defensa que podrá visitarse hasta el próximo día 27 de mayo.
Se han seleccionado nueve obras realizadas entre los años 1979 y 2006. Son, por orden cronológico, los retratos del teniente general del Aire Ignacio Alfaro Arregui, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor (1978-1982) obra de 1979; el teniente general Álvaro Lacalle Leloup, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor (1978-1982), obra de 1979; el teniente general Alvaro Lacalle Leloup, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor (1982-1984), obra de 1984; el almirante Ángel Liberal Lucini, jefe de Estado Mayor de la Defensa (1984-1986), obra de 1984; el teniente general del Aire Gonzalo Puigcerver Romá, jefe de Estado Mayor de la Defensa (1986-1990), obra de 1989; el almirante Gonzálo Rodriguez Martín-Granizo, Jefe de Estado Mayor de la Defensa (1990-1992), obra de 1991; el teniente general José Rodrigo Rodrigo, jefe de Estado Mayor de la Defensa (1992-1996), obra de 1993; el general del Aire Santiago Valderas Cañestro, jefe de Estado Mayor de la Defensa (1996-2000), obra de 1997; el almirante general Antonio Moreno Barberá, jefe de Estado Mayor de la Defensa (2000-2004), obra de 2004; y el general de Ejército Félix Sanz Roldán, jefe de Estado Mayor de la Defensa (2004-2008) y actual director del Centro Nacional de Inteligencia, obra de 2006.
Revello plasma a cada uno de estos personajes con su uniforme en el que lucen los galones y condecoraciones obtenidas a lo largo de una intensa vida militar de servicio a España. Según señala el director del museo, Elías de Mateo, se crea una tensión, una dialéctica entre la indumentaria y los rostros. En la atención del espectador ganan los segundos. Nuestra mirada, inevitablemente se fija en unos semblantes que nos transmiten cualidades humanas tales como la inteligencia y la firmeza de carácter nunca reñidas con una serenidad y capacidad de reflexión imprescindibles para el mando. Por su parte, los fondos, o bien se resuelven de manera neutra, sin referencias espaciales, siguiendo la tradición velazqueña; o bien la figura queda contextualizada con elementos habituales de su gabinete de trabajo o encuadrada en un paisaje apenas esbozado donde se apuntan referencias claras al arma o cuerpo del que procede. En el caso de los marinos y de los aviadores se recurre al anterior portaaviones español, el Príncipe de Asturias o a una vista general de una base naval o aérea. Por otra parte, las calidades y las texturas que Félix Revello es capaz de plasmar en sus lienzos como ningún otro pintor quedan reflejados aquí en el rojo brillante de las fajas distintivas del generalato.