Andalucía se viste con sus mejores galas para recibir, en Sevilla, una nueva edición de la Cumbre Mundial del Turismo. Se trata del acontecimiento más importante del sector a nivel empresarial y reunirá, en la capital andaluza, a 1.500 delegados de los principales grupos empresariales del sector.
«Pero más allá de la importancia en sí misma que pueda tener el situarnos como enclave de referencia para el turismo internacional, la economía andaluza en general, especialmente nuestro tejido empresarial y el conjunto de las Administraciones Públicas, deben ser capaces de saber aprovechar este incomparable escaparate para avanzar en la mejora de cuatro de los más importantes retos históricos que, desde el punto de vista sindical, debemos afrontar en materia de turismo en Andalucía», han indicado desde UGT.
Si la estacionalidad es un problema generalizado en una economía con tan poco peso de la industria, como es la andaluza, en el seno del sector turístico su importancia es aún mayor. Los últimos años han demostrado que una oferta turística, tan sesgada hacia el producto «sol y playa», tiene una capacidad de desarrollo muy limitada, si no agotada ya. Solo un ejemplo: hoy hemos conocido la Encuesta de ocupación de alojamientos turísticos extrahoteleros, relativa al pasado mes de febrero y en la que se constata que, de los casi 195.000 viajeros de turismo rural del conjunto del Estado, Andalucía apenas si recibió un 9,67% ofertando el 13,80% de los alojamientos rurales que se estiman abiertos. Andalucía cuenta con una riqueza natural, geográfica, histórica y cultural insuperable para avanzar, muchísimo más, en el desarrollo de una oferta turística mucho más amplia y adaptada a las necesidades, inquietudes y demandas de todos aquellos viajeros que se deciden por visitar nuestra tierra.
Casualmente, esa oferta de «turismo de sol y playa» es también la que registra peores resultados en cuanto a indicadores de sostenibilidad ambiental por lo que, indirectamente, avanzar en la diversificación de nuestra oferta, de una manera adecuada, también es mejorar en lo que a impacto ambiental del sector se refiere. Empresarios, trabajadores y turistas tienen que entender que nuestra riqueza natural es el más preciado de los capitales de Andalucía y que, de su respeto y cuidado depende no solo el futuro de nuestra economía, sino también la calidad de vida y el cumplimiento de los objetivos de cohesión social incluidos, sin ir más lejos, en la Agenda 2030.
«Por este motivo, resulta imprescindible que el empresariado andaluz dé un paso al frente en lo que a esfuerzo por la consecución de la excelencia turística empresarial se refiere. No nos estamos refiriendo, únicamente, a la obtención de una «Q» de calidad que lucir en la puerta de los establecimientos, sino mucho más que eso. Se trata de dotarnos de sistemas integrados de gestión empresarial en los que la calidad sea el principal de los hilos conductores de todos los aspectos del día a día de la actividad económica. La demanda cada vez es más exigente, más especializada, más formada y con unos deseos claros de lo que busca al visitarnos. Andalucía no puede permitirse el lujo de no contar con una oferta a la altura de dicha demanda».
«Pero de todas las debilidades históricas del sector, a nuestro Sindicato, como no puede ser de otra forma, la que más nos preocupa es la escasa calidad del empleo generado en el conjunto del sector turístico andaluz. Para UGT Andalucía, el futuro del sector está condicionado, de forma ineludible, por la consecución de una mejora radical de las condiciones laborales ofertadas a los trabajadores. Se trata, simplemente, de algo tan simple como, en muchos casos, dignificar el empleo. Nuestras exigencias, en este apartado, pasan por reducir la temporalidad y la parcialidad del empleo, incrementar todas las partidas salariales, favorecer el acceso a la formación y cualificación de los trabajadores, posibilitar la promoción profesional y erradicar la siniestralidad laboral. Reconocemos la importancia estratégica del turismo en Andalucía, su elevada aportación al PIB regional y su capacidad de generación de empleo y riqueza pero, para nada nos vale todo ello si su desarrollo no va ligado a un importante proceso de mejora y dignificación de las condicional laborales ofertadas por el sector».
La realidad del turismo es cambiante y lo hace a una velocidad de vértigo. De la noche a la mañana, nos hemos encontrado con una serie de amenazas que, de no contar con una legislación adecuada, comprometerán gravemente el modelo de sociedad andaluza. Un claro ejemplo de ello es el auge descontrolado de los apartamentos turísticos. Según los datos publicados hoy, en los últimos doce meses la oferta de apartamentos turísticos en Andalucía ha sido del 6,16%, llegando hasta los casi 18.000 (17.976 apartamentos), mil más que hace justo un año para recibir a los 150.315 viajeros que se decantaron por esta opción de alojamiento, lo que supone un incremento del 16,95%, curiosamente, estos importantes incrementos no han tenido reflejo alguno en el mercado laboral, donde el personal empleado apenas ha pasado de 4.037 en febrero de 2018 a 4.115 en febrero de este año, es decir, un aumento de menos del 2% (1,93%).
«En definitiva, desde UGT Andalucía apostamos por hacer de los trabajadores y trabajadoras del sector los grandes beneficiados de la celebración de esta Cumbre Mundial del Turismo», finalizan desde el sindicato..