Los robos de teléfonos móviles se han incrementado exponencialmente por toda la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Hoy comienza la Feria de La Línea de la Concepción que dura hasta el domingo día 21 de julio y se están extremando las medidas de vigilancia. Aparte de un control exhaustivo de los feriantes y de también de las “escopetas” de las casetas de tiro y otro tipo de armas usadas en la Feria, también hay alarma para prevenir los robos. Los robos de teléfonos móviles están en auge.
Los lugares de aglomeración suelen ser los elegidos para llevar a cabo las sustracciones. Esto ha pasado estos días en la Feria de Estepona. Ya se sabe que los días de feria son de alegría y pasarlo bien, pero en la Feria de Estepona ha sido también para algunos el de una triste velada cuando se han percatado de que ya no tenían su teléfono móvil encima. Es una práctica que se viene dando de feria en feria, pero que la noche del viernes 5 de julio aumentó considerablemente, incluso sorprendiendo a la policía nacional que permanecía a la salida de las casetas y que recibieron decenas de avisos y llamadas de personas que habían sido robadas.
En la pasada feria de San Isidro, fueron algunas las denuncias que llegaron a la policía de que se habían robado varios móviles en el recinto ferial durante la madrugada mientras la gente disfrutaba de la fiesta en las casetas. Pero ha sido esta feria cuando más robos se han producido y ha hecho sonar las alarmas. «Llevo muchos años trabajando y viniendo a la feria y jamás había visto nada igual. En lo que llevamos de noche se han denunciado el robo de más de 30 dispositivos y algunos robos de carteras dentro de las casetas», aseguró uno de los agentes que permanecía a la salida para controlar la afluencia de gente e informar a los perjudicados.
Según la policía, se trata de grupos organizados que se dedican a robar teléfonos móviles para luego venderlos, principalmente, a marroquíes que luego se los llevan a su país para revenderlos. «Suelen ser españoles. Hemos interceptado esta noche a dos chicas españolas que se dedican a esto aunque no son de Estepona», declaró el agente. El policía también aseguró que es muy complicado detener a este tipo de personas porque están muy preparados en la práctica que realizan y en el momento que se hacen con el dispositivo se lo pasan corriendo a otro de los involucrados para que sean aún más difícil: «La pena es de hurto. No tiene mucha pena, como mucho una multa. Además, saben cómo hacer para que no les pillen con el teléfono encima porque se lo pasan corriendo a otro. Así no se les puede hacer nada».
La mayoría de víctimas son mujeres que acuden con un bolso, el cual abren y sustraen el teléfono sin que se den cuenta. Una práctica cada vez más común y que no suele tener solución porque normalmente no se interceptan a los ladrones ni se puede recuperar el dispositivo.