Declaración del Ministro Principal, Fabián Picardo, sobre la liberación del ‘Grace 1’
Gibraltar, 15 de agosto de 2019
El 3 de julio “designé” al petrolero para crudos de grandes dimensiones, el ‘Grace 1’, según lo previsto por el Reglamento de Sanciones.
La designación del buque surgió de la información que proporcionó al Gobierno de Gibraltar de Su Majestad motivos razonables para sospechar que el ‘Grace 1’ estaba siendo utilizado en violación de las sanciones de la UE aplicables contra Siria.
La información sugería que el buque se dirigía a la refinería de petróleo de Baniyas en Siria, donde suministraría su carga de 2,1 millones de barriles de petróleo crudo al régimen de Assad.
A las 2 de la madrugada del 4 de julio de 2019, el ‘Grace 1’ fue detenido por las fuerzas públicas de Gibraltar con el apoyo de los Marines Reales, al haber navegado libremente fuera del Estrecho y habiéndose adentrado en aguas territoriales británicas de Gibraltar.
La detención fue posteriormente confirmada y extendida por el Presidente de la Corte Suprema hasta una audiencia el día de hoy.
En este tiempo, se han llevado a cabo investigaciones que han producido pruebas que confirman que, en el momento de su detención, el ‘Grace 1’ estaba llevando su carga a la refinería de Baniyas en Siria.
Esto contravenía el artículo 14 del Reglamento de la UE sobre sanciones a Siria.
Los detalles completos de esa evidencia se encuentran en el Aviso Legal que publiqué hoy.
Dadas las tensiones políticas que surgieron con respecto a este asunto, el 19 de julio me reuní con funcionarios iraníes en Londres con el objetivo de tratar de disminuir la tensión en todos los aspectos derivada de la detención de ‘Grace 1’.
La reunión fue positiva y constructiva.
Dejé claro que nuestra detención del buque se relacionaba exclusivamente con la implementación de sanciones contra Siria.
En las semanas que siguieron, hemos seguido manteniendo conversaciones constructivas con representantes de la República de Irán para facilitar la liberación de ‘Grace 1’ de conformidad con la cumplimentación de todos los requisitos legales.
En ese tiempo, se confirmó que el propietario de la carga era la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, el buque ha cambiado su pabellón al del propio Irán y se ha vuelto a asegurar.
El 13 de agosto, recibí una garantía por escrito de la República de Irán de que, de ser liberado, el destino de ‘Grace 1’ no sería una entidad sujeta a sanciones de la Unión Europea.
Agradezco esa garantía.
Este es un cambio material importante en el destino del buque y el beneficiario de su carga.
De hecho, esta garantía tiene el efecto de garantizar que hemos privado al régimen de Assad en Siria de más de ciento cuarenta millones de dólares de valioso petróleo crudo.
Posteriormente, la República Islámica de Irán me hizo una solicitud directa el 5 de agosto para la liberación del ‘Grace 1’ según las Secciones 38 y 39 de nuestra Ley de Sanciones.
A la luz de las garantías que hemos recibido, ya no existen motivos razonables para la detención legal continuada del ‘Grace 1’ para garantizar el cumplimiento del Reglamento de Sanciones de la UE.
Con efecto a partir de hoy, revoqué la designación del buque.
Por separado, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha solicitado que se inicie un nuevo procedimiento legal para la detención del buque.
Esa es una cuestión para nuestras autoridades independientes de Asistencia Legal Mutua, que harán una determinación objetiva y legal de esa solicitud para un procedimiento separado.
Por tanto, el ‘Grace 1’ ha sido liberado de la detención en virtud de la Ley de Sanciones por aplicación de la ley, según lo confirma esta tarde el Presidente de la Corte Suprema.
El efecto neto es que esta operación se ha convertido en la implementación más exitosa del régimen de sanciones europeo hasta la fecha.
También equivale a una demostración de que Gibraltar es una jurisdicción que actúa de conformidad con la ley y está comprometida con el orden jurídico internacional basado en normas.
Gibraltar puede estar orgulloso del papel que ha desempeñado en la vigilancia de la entrada al Mediterráneo y en el cumplimiento de las sanciones de la UE.