FACUA-Consumidores en Acción llama a la calma y advierte de que llevar mascarilla por la calle es innecesario. La asociación recuerda que que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otros organismos sanitarios internacionales desaconsejan el uso de mascarillas quirúrgicas por la calle a aquellas personas que no padezcan alguna infección respiratoria, y recuerda que su utilización debe dejarse a enfermos y a quienes cuidan de ellos en viviendas y hospitales.
En su página web dedicada a información y prevención por el nuevo coronavirus, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Europa (ECDC, por sus siglas en inglés) ha advertido de que el uso de este tipo de protección es eficaz para evitar que las personas infectadas esparzan el virus a su alrededor, pero que «no parece ser tan efectivo protegiendo a aquellos que no están infectados«.
«Al no estar sujetas a regulación, no ofrecen un cierre aislante alrededor de la cara y varían ampliamente en tipos y calidades«, señala un artículo del British Medical Journal que concluye que pueden llegar a ofrecer protección a personas que conviven con portadores de infecciones respiratorias, pero sólo si se utilizan correctamente, desde los primeros días de la enfermedad y combinadas con otro tipo de medidas de seguridad.
Así, FACUA incide en que la OMS recomienda su uso sólo si hay sospecha de infección por el coronavirus en «personas con síntomas respiratorios» que «deberían ponerse una mascarilla quirúrgica y buscar atención médica si experimentan fiebre, tos o dificultad para respirar«. Por el contrario, para las personas sin síntomas, aconseja no usarlo «dado que no hay pruebas de su utilidad en proteger a personas sanas«.
De igual forma, el Ministerio de Sanidad español ha lanzado una serie de recomendaciones entre las que no se encuentra el uso de mascarillas por parte de aquellos que estén sanos. En concreto, el Gobierno indica que deben adoptarse las medidas genéricas de protección contra enfermedades respiratorias: realizar una higiene de manos frecuente, evitar el contacto y mantener una distancia de un metro con personas que muestren evidencias de una afección de este tipo -tos o estornudos- y cubrirse la boca y la nariz con pañuelos de papel desechable o de tela a la hora de toser o estornudar.
Además, FACUA también alerta de que la compra masiva por parte de los ciudadanos de estas mascarillas puede suponer un auténtico problema de abastecimiento para hospitales o centros de salud que sí necesiten de su uso y recoge las indicaciones de la OMS que señalan que «llevar mascarillas quirúrgicas cuando no está indicado puede causar un coste innecesario, dificultades de abastecimiento y crear una falsa sensación de seguridad que lleve a descuidar otras medidas esenciales como la higiene de manos«.