Estamos pasando, tal vez, la mayor crisis sanitaria del último siglo, una pandemia para el que nadie, por mucho que ahora saque pecho y presuma estaba preparado… En el momento que escribo este artículo los datos son escandalosos con más de 926.000 casos y 46.000 muertos, en todo el mundo.
No me vale que algunos continúen dedicándose a hacer demagogia con la muerte, demuestran una gran irresponsabilidad, inoportunidad e insensibilidad. Son momentos para hacer el camino juntos y mantener la unidad no para debilitar la posición del Gobierno de España, que en sus últimas reuniones del Consejo de Ministros ha acordado la paralización de toda la actividad no esencial del País o hibernación económica.
Con lo que en este Real Decreto Ley 10/2020 de 29 de Marzo se queda reducida toda la actividad a lo relacionado con la obtención y comercialización de productos básicos, gran parte de la prestación de servicios esenciales y la actividad y difusión de los medios de comunicación.
Se regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales, que han sido reducidos de 40 a 25 para reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID 19.
No son tiempos por tanto para generar la decepción y la desconfianza entre la ciudadanía sino para luchar juntos contra el enemigo común. El confinamiento está provocando en algunas personas cuadros de ansiedad entre el drama y la tragedia diaria y la infoxicación diaria.
En momentos como éste son más necesarias que nunca alguna luz positiva que nos alumbre y anime, buenas noticias que no se prodigan pero a las que agarrarse como un salvavidas. Sin lanzar las campanas al vuelo y con toda la cautela, parece que los ingresos en UCI, al igual que el número de casos nuevos. Nunca hemos deseado tanto doblar una curva, como la de la gráfica del Coronavirus.
Tampoco son tiempos para que el mundo de los ricos dé la espalda al de los pobres. Tomen nota los países de la Unión Europea que pueden ayudar a los que lo están pasando mal. Debemos ser humildes y no pretender saber de todo, porque ni los más expertos saben el origen del Coronavirus y por tanto siguen trabajando en la solución.
No son ni oportunos ni sensatos , aquellos que aconsejan sin saber , los que intentan aprovechar políticamente esta desgracia , o los que se oponen y acusan al Gobierno como el culpable de todo, los que aplauden para que los vean, no para aquellos que no los vemos pero son los que luchan por nosotros.
El necesario confinamiento que estamos acatando disciplinadamente va a cambiar muchas cosas, entre otras la manera de relacionarnos y adultera la percepción del tiempo, además de la visión de la realidad, con calles prácticamente vacías y casas con familias que hacía tiempo que no convivían tantos días.
Y dándole vueltas a nuestra imaginación, intentamos llenar nuestras horas viendo series y películas, leyendo libros y cuentos, visitando los mejores museos online, experimentando en nuestras cocinas con recetas sencillas a las que rebautizaremos con nombres extraños para darnos importancia, repasando conocimientos que nos interesan profesional o personalmente
También y para completar nuestras oportunidades y sensateces, haremos ejercicios, de gimnasia, intentaremos encontrar nuestro equilibrio con el yoga, aprenderemos los pasos de bailes y danzas, que teníamos atragantados o practicaremos Pilates para tonificar nuestra musculatura y mejorar la flexibilidad y coordinación.
Serán buenos momentos para ese bricolaje pendiente, esas pinturas necesarias o esas manualidades con las que disfrutamos, visitar ciudades monumentales y dando paseos online junto al mar y a la montaña, además de hacer mil y una listas sobre aquello que aún tenemos pendientes.
Los hay que escucharan la radio con todos sus archivos por internet, también estarán los que se pasaran horas y días con sus consolas y videojuegos y aquellos que no se resistirán teatro clásico, comedias o musicales a través de you tube.
Tendremos a los que verán en todo un problema y se deprimirán, mientras que otros llevarán la lucha contra el coronavirus con serenidad y equilibrio, y los que se esforzarán por poner una nota de humor en esta batalla que estoy seguro que ganaremos, enviando a sus contactos chistes y videos de cachondeo.
Pero sobre todos estaremos aquellos que formamos parte de la gran mayoría social que estamos haciendo todos los días País, cumpliendo con nuestro compromiso como españoles y españolas de quedarnos en nuestra casa y seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Sentiremos siempre a nuestro lado a los héroes anónimos en la lucha contra el coronavirus, todo el personal sanitario desde los médicos, farmacéuticos, enfermeros y auxiliares hasta el personal de mantenimientos administrativos, limpiadores y limpiadoras.
Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado y Policías Locales, Bomberos, servidores públicos, los miembros de la Unidad Militar de Emergencia(UME) y otros componentes del Ejercito, las ONG, el personal técnico y auxiliar que presta sus servicios en las Residencia de Mayores, trabajadores de Supermercados y otros establecimientos que han de permanecer abiertos al servicio de la Comunidad, los transportistas y tantos y tantos otros que haría interminable nuestra lista de actividades esenciales. Para todos y todas nuestro gran APLAUSO.
Como se ha dicho muchas veces el virus no respeta a nadie, desde el Gobierno donde tenemos afectadas a dos ministras y una vicepresidenta hasta quien ha sido hasta el lunes 30 a la imagen y la voz de todo el proceso de la epidemia en nuestro País, el epidemiólogo Fernando Simón, que ha dado positivo pero sigue trabajando desde su casa, y lo sustituyó su compañera María José Sierra.
Estamos en los comienzos del segundo periodo de confinamiento en nuestras casas y hemos de rebajar aún más la movilidad para vencer a este puñetero virus, Nos gustaría terminar este artículo con un ruego, y es que todos nuestros políticos, GOBIERNO y OPOSICIÓN a todos los niveles de la administración demuestren que saben distinguir lo urgente de lo importante y sepan tener altura de miras.
No es de recibo que en estos momentos tan complicados para España ahora el PP rechace por “falta de diálogo” el decreto que paraliza la economía cuando hace tres días lo andaba exigiendo y Arrimadas , como casi siempre se sume a las críticas al Gobierno. Ya habrá tiempo para que todos, con el balance de la crisis y los datos encima de la mesa se reprochen todo lo que corresponda. ¡Ahora, NO!
Unidos todos con el Gobierno de España en la lucha contra el Coronavirus y déjense de peleítas de patios de recreos escolares, y a algunos empresarios que no son ejemplares como la inmensa mayoría, que no se utilice la crisis sanitaria para despedir, y a todos y todas más autocrítica y humildad, y actúen con la sensatez con la que lo está haciendo la sociedad española.
Juan Antonio Palacios Escobar.