El último análisis realizado por FACUA-Consumidores en Acción sobre tarifas eléctricas en el mercado libre pone de manifiesto que han aumentado las diferencias al alza con respecto al semirregulado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Así, la factura mensual de un usuario medio puede llegar a inflarse más de 30 euros si tiene una oferta de mercado libre en lugar del PVPC. Y es que cada kWh de electricidad cuesta hasta un 71% más.
Así, según el análisis efectuado a comienzos de abril por FACUA sobre ofertas de diez comercializadoras, un usuario medio que tenga contratada una tarifa de mercado libre paga entre un 17,1% y un 51,1% más que si retornase a la tarifa semirregulada.
Traducido a euros, los 60,06 que se pagarían con el PVPC teniendo en cuenta la tarifa media del kWh del último mes se elevan, como mínimo, a 70,33 euros si se contrata la tarifa de mercado libre menos cara de las analizadas por la asociación (la tarifa EcoEasy Luz de Naturgy). Y si se tiene la desgracia de haber caído en la trampa de contratar la más cara (el Plan Estable de Iberdrola), el recibo del usuario medio se dispara a 90,75 euros.
El estudio, realizado el 5 de abril, abarca las tarifas sin discriminación horaria y precio estable por cada kW de potencia contratada y kWh de energía consumida de Cepsa, CHC Energía, Endesa, Feníe, Holaluz, Iberdrola, Lucera, Naturgy, Repsol y Som Energía.
Por segundo mes, lidera el ranking de las tarifas más caras Iberdrola. Holaluz (con su oferta Pago Clásico) ha pasado de la tercera a la segunda posición, con una factura de 87,10 euros para el usuario medio Y Feníe Energía (con su tarifa Megavatio 2.0) se mantiene en el podio, en esta ocasión en el tercer puesto, con un recibo de 86,53 euros.
Todas las ofertas analizadas por FACUA incrementan la factura mensual del usuario medio con respecto al PVPC, que en marzo ha tenido el precio por kWh más bajo desde abril de 2016. El perfil de usuario medio utilizado por la asociación fue obtenido tras el análisis de decenas de miles defacturas de viviendas habitadas: su potencia contratada es de 4,4 kilovatios (kW) y consume 366 kilovatios hora (kWh) al mes. Durante el estado de alarma, es previsible que el consumo medio sea más elevado.