El diputado de Adelante Andalucía y coordinador de Izquierda Unida en Málaga, Guzmán Ahumada, ha registrados dos iniciativas, ante las consejerías de Turismo y Empleo de la Junta de Andalcía, para interrogarles sobre qué medidas tienen previsto emprender y solicitarles su implicación en defensa de los derechos laborales y la competitividad de la industria turística tras el ERE extintivo anunciado por la propiedad del emblemático hotel Don Carlos de Marbella para el despido de la totalidad de sus 94 empleados fijos.
Ahumada considera que “la actitud de los dueños de este hotel de cinco estrellas en la negociación del ERE, supeditando su retirada a la reducción de la jornada en un 40 por ciento aproximadamente, es un acto de chantaje que nos hace pensar que lo que hay detrás de este despido masivo no es el cierre del hotel, sino una reconversión a un establecimiento de temporada que busca quitarse al personal fijo para abrir las puertas a la subcontratación de servicios y a la contratación de personal temporal, con jornada parcial y condiciones laborales más precarias”.
El dirigente de IU censura este tipo de actuaciones, “ya que no sería el primero hotel que, en una coyuntura negativa como la actual, a pesar de venir de años acumulando beneficios, cuatro millones en el pasado ejercicio, aprovecha las circunstancias para ahorrarse costes laborales”. Además, abunda Ahumada, “podría alentar un efecto dominó en otros establecimientos hoteleros. A pesar de ello, la actitud del gobierno de la Junta está siendo irresponsable, poniéndose de perfil ante unos hechos tan graves, hasta el punto de que en lugar de salir en defensa del empleo y la actividad turística el consejero de Turismo, Juan Marín, ha declarado ante los medios de comunicación que “es una noticia que vamos a seguir escuchando en muchos puntos de la geografía nacional y también en Andalucía. El Covid se va a llevar por delante a muchas empresas”, una respuesta indignante, ya que la resignación no puede ser la actitud de un consejero de Turismo, lo que tendría que hacer es salir en defensa de nuestra principal industria y sus trabajadores”.
Ahumada analiza las consecuencias de este ERE y asegura que “más allá de afectar a 94 trabajadores y trabajadoras y a sus familias, también nos encontramos ante una firme declaración empresarial de anteponer los beneficios a la calidad, tanto del empleo como del servicio que se debe prestar. Extremos muy graves, sobre todo en unos momentos en los que el hecho diferenciador de la calidad y de poder contar con hoteles como el Don Carlos abiertos durante todo el año debe ser primordial para la competitividad del sector turístico de la Costa del Sol y de Andalucía”.