Cuando hablas con los amigos, muchos te dicen ante el esperpento que vivimos a diario, que se están perdiendo los valores, pero eso no es así, no. Esos valores han estado perdido desde siempre, simplemente que antes no lo notábamos porque todo se disfrazaba de falta de educación, de falta de cortesía, o de criterio, o de gusto. Pero , ahora, ya no hay disfraz alguno. Cualquier gilipollez de las que estamos soportando o viendo por televisión, ya no es una falta de educación o cortesía porque con la que está cayendo eso se puede convertir en un problema de salud grande o, incluso, de que alguien muera.
Pero hay demasiada gente que no se entera o no quiere enterarse, o por pura ignorancia , o no da más de sí. Y lo luego están los que lo hacen por pura rebeldía ante las evidencias. La verdad es que hay de todo, pero otra mucha gente tenemos que vivir cada día como si los inadaptados fuéramos nosotros, como si fuéramos los raros que no aceptamos ese comodín que tanto se usa del “no pasa nada”. Y es cierto que nunca pasa nada, hasta que pasa. Y el problema, amigos, es que está pasando. El problema es que estamos otra vez con esa cifra tremenda de cien muertos diarios como para que algunos o muchos , se lo tomen con un “no pasa nada”.
Y nosotros, los raros, criticamos esa falta de responsabilidad, esa desfachatez de gente que sigue actuando como si aquí no pasara nada y el problema de los contagios fuese un tema de mayores o de gente de Madrid. Y lo criticamos como si se tratase de gente que anda por ahí, que no conocemos, pero eso no es así, se trata de gente que siempre ha estado ahí, gente a la que le teníamos una consideración especial y que se han acostumbrado a que siempre le disculpemos, o que eran supuestamente graciosos o gente a la que siempre hemos disculpado con ese “es que es así”, y que no le decimos nada porque tenemos más vergüenza que ellos o por si en un momento te sueltan una contestación nada agradable. Y no me refiero solo a llevar la mascarilla o a intentar mantener la distancia social sino que, además, de todo eso, se te pegan en un supermercado, ponen cara de no saber nada y se cuelan en la cola de un banco, o de Correos o de una farmacia.
Esta es gente que no ha perdido los valores sino que no los ha tenido nunca.
La diferencia esta en que ahora se trata de un problema de salud tuyo y de él o de ella, pero todavía no nos hemos enterado.
Algeciras, 24 de septiembre de 2020
Patricio González