La coyuntura actual marcada por la pandemia hace necesarios cambios en diferentes ámbitos para proteger, en primer lugar, la salud de los ciudadanos y la recuperación de los distintos sectores de la economía. Para el turismo, garantizar una movilidad segura es fundamental, por ello la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT)demanda a las autoridades europeas un cambio de la normativa aérea, gestionada por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), con el fin de establecer puntos de testeo rápido para los viajeros en todos los aeropuertos de la UE, donde puedan realizarse pruebas para la detección de COVID-19. Esto sería posible hoy en día gracias al cambio que ha experimentado la tecnología relativa a los testeos y a los test de antígenos, que son mucho más asequibles y rápidos y posibilitarían que cualquier persona pudiera realizarse una prueba en el aeropuerto, obteniendo el resultado en unos minutos. El cambio de modelo normativo contribuiría así al control de la pandemia y favorecería la creación rápida de demanda, ofreciendo a los viajeros una mayor seguridad en sus traslados aéreos. Con el fin de unificar criterios en toda Europa, CEHAT insta a que se establezca un protocolo único europeo que contemple este cambio de normativa y la instauración de pruebas en los aeropuertos. “Se ha demostrado que la descoordinación de los Estados miembros con respecto a las medidas tomadas por los distintos países con relación al turismo ha generado un impacto muy negativo, sobre todo, en los principales mercados emisores de turistas -apunta Jorge Marichal, presidente de CEHAT-, por lo que, con este cambio en la legislación europea a nivel aéreo, se conseguiría que la movilidad en Europa se produjese en consonancia con el actual funcionamiento de la economía, permitiendo controlar más aún la pandemia y garantizando viajes más seguros”. Para CEHAT, esta medida, junto con el establecimiento de corredores sanitarios seguros, contribuiría a que la pandemia con la que tenemos que convivir no sea un elemento que nos impida una reactivación gradual del turismo.