Las medidas que ha tomado el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, amparándose en la Ley 16/2003, de 28 de mayo, no se ajustan a derecho. Es cierto que sólo afecta a Madrid capital y a varios municipios de esa Comunidad, pero podría ser que pasado un tiempo esto mismo pudiera suceder en capitales andaluzas o en grandes ciudades de nuestra Comunidad.
El conflicto político en el que se ha convertido la gestión de la pandemia provocada por el Coronavirus, vuelve a convertirse en una chapuza más, en una pelea de gallos políticos que no tiene ningún sentido y está escandalizando a los ciudadanos.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dicta que los derechos fundamentales de los ciudadanos se ven afectados por lo que las medidas quedan sin efecto. Y todo esto está muy bien, pero la pregunta del millón es si no hay nadie en el Ministerio de Sanidad capaz de poner un punto de cordura en todo este jaleo que es absolutamente bochornoso para los españoles.
Lo cierto es que estamos expuesto a una enfermedad que es letal para muchos, mientras estamos en manos de políticos incompetentes que lo único que quieren es sacar rédito político de lo que sucede.
Está claro que hay que acatar la decisión del Tribunal, pero, también, las consecuencias pueden ser nefastas. Con este puente que hemos tenido de por medio, con ciudadanos que se han movido por toda España. Los resultados lo veremos en unos días y esta chapuza puede costar, nuevamente, muchas vidas.
Sin lugar a dudas, los políticos españoles son la cara de la negligencia, la cara del despropósito y de la ineficacia más absoluta. Pero son también la cruz de sí mismos.
Peor gestión es imposible.
Algeciras, 14 de octubre de 2020
Patricio González