El año 2020 se ha hecho infinitamente largo, duro, dramático, con más de setenta mil muertos, por ahora, por culpa del coronavirus. Pero ese mismo tiempo que para nosotros ha sido interminable es, sin embargo, también un tiempo record e increíble para tener ya una vacuna o más de una. Y lo han conseguido científicos de medio mundo que cuando todo iba bien , ellos estaban inmersos en la precariedad laboral y en la marginación mediática.
Lo ha conseguido esa misma ciencia que tantas veces se ha puesto en cuestión y esos mismos programas de innovación investigadora que son la cenicienta en todos los presupuestos llegando a producir hasta vergüenza.
Existe un tremendo contraste entre el tiempo que llevan los políticos peleando para no llegar a ponerse de acuerdo ni siquiera en lo más elemental y el tiempo que han necesitado los científicos para conseguir la solución más elemental Eporque el tiempo es el mismo. Y esto dice bastante sobre la sociedad en la que vivimos.
Y da vergüenza toda esta presión que se la ha metido a la comunidad científica para conseguir esa vacuna porque después de que se ha llevado a cabo en un tiempo infinitamente inferior a lo que sería lo normal , ni siquiera esto se está subrayando sino que se está permitiendo que exista una cierta desconfianza por parte de los ciudadanos. Ahora, los políticos lo que hacen es llevar una carrera a codazos y nos demuestran que no han aprendido nada de compromiso científico y solidario, ni siquiera de humildad.
Hace más de un siglo, Unamuno se lamentó diciendo aquello de “que inventen ellos”, refiriéndose al avance científico europeo y al estancamiento español. No sabía que esos “ellos”, eran los mejores de los “nuestros” que se habían marchado porque nunca aprendemos nada.
Algeciras, 20 de diciembre de 2020
Patricio González