Entre que los ciudadanos no tenemos remedio y que no hay unas directrices claras que, además, cambian cada dos por tres. Y las expectativas que algunas de las autoridades nos proponen y que, luego, sus propios compañeros tienen que dar la cara para desautorizarles, nos encontramos otra vez casi como al comienzo.
En veinticuatro horas, hemos pasado de 726 casos por 100.000 habitantes a 1.336,5 por 100.000 habitantes. Hemos duplicado la incidencia en un solo día. Hoy, jueves 4 de febrero, en un solo día tenemos 946 nuevos contagios.
Y la villa de Los Barrios, nuestras vecina , que hace tres días había vuelto solo al cierre perimetral abriendo bares y comercios, vuelve a cerrar porque ha superado, otra vez, los 1000 casos por cada 100.000 habitantes.
Así estamos a pesar de que nos digan que, otra vez, la curva se está estabilizando. Este coronavirus está matando más de lo que parece, de lo que nos dicen oficialmente, porque no solo se está muriendo la gente que nos cuentan en las estadísticas sino las que este maldito virus ha empujado hacia otra enfermedad, o al descuido o a la lista de espera. Toda ese gente no ha muerto directamente de coronavirus pero sí , indirectamente. Pero, además, se están muriendo negocios, oportunidades claras de ganarse el pan, ilusiones de seguir viviendo. Está muriendo gente que, sencillamente, se ha convertido en otra gente porque es muy difícil que la gente siga siendo la misma si este virus la obliga a hacer otra cosa o a no hacer nada.
Pero es que a la espera de esa vacuna que es la única esperanza que nos queda tenemos que hacer un último y gran esfuerzo por nosotros mismos y por nuestra sociedad.
Unos gobernantes que anteponen sus intereses al general. Y una población que cumple en su mayoría con las confusas normas que nos piden pero que una minoría se encarga de estropear todo creyendo que no aquí no pasa nada. Así nos va. VOLVER A EMPEZAR.
Algeciras, 5 de febrero de 2021
Patricio González