Un Gobierno que no es capaz de ofrecernos datos concretos y precisos sobre un asunto tan grave como es esta pandemia que estamos padeciendo, supone ya un problema para el país. Porque desde que el coronavirus apareció allá por marzo del pasado año con un tremendo reguero de dolor y de muerte, el Gobierno de Pedro Sánchez ha manejado datos sobre la mortalidad que el coronavirus ha provocado que difieren bastante de los datos que sobre esto han ofrecido las Comunidades Autónomas( fundamentalmente Madrid, Cataluña y Castilla-León), o el propio Instituto de Salud Carlos III o el Instituto Nacional de Estadística(INE).
El criterio que utiliza el Gobierno es el de los muertos con una PCR positiva en Coronavirus.
El criterio que aportan las Comunidades Autónomas es el de incluir a los sospechosos o los que los médicos forenses señalen como muertos a causa del coronavirus sin PCR previa.
Esto, ni más ni menos, supone una diferencia de 20.450 personas. Y nos encontramos con unos datos oficiales del Ministerio de Sanidad de 76.625 fallecimientos, mientras que las Comunidades Autónomas llegan a declarar, también oficialmente a 97.075 fallecimientos.
En pleno siglo XXI, esto resulta absolutamente escandaloso que en un país moderno como se supone que es España no se pueda, o lo que es peor, que no quiera contar de verdad los muertos de la mayor tragedia ocurrida en España desde la Guerra Civil.
Los políticos pueden y deben hacer política. Ese es su trabajo. Pero lo que no pueden es hacer política utilizando a nuestros muertos. No pueden valer ni tácticas ni estrategias cuando se trata de la muerte de casi cien mil personas.
No puede existir un éxito que está soportado en una mentira.
El Gobierno de Pedro Sánchez debería comenzar algún día a pensar que los españoles son, primero, personas y, luego, votantes, porque hay siempre una línea roja que no se puede traspasar….y lo han hecho.
Algeciras, 16 de abril de 2021
Patricio González