Cerca de un millar de personas acudieron al nuevo pabellón de deportes “Punta Europa”, en Gibraltar para presenciar en directo la emocionante ordenación como arzobispo del sacerdote gibraltareño Mark Miles que nació en la Roca en 1969 y fue ordenado sacerdote en la catedral de Santa María Coronada por el obispo Patrick Devlin en 1996.
Cardenales, arzobispos, obispos y monseñores oficiaron en la ceremonia junto a sacerdotes de la Diócesis de Gibraltar y otros llegados de Italia, Gran Bretaña y España. El magnífico coro de la catedral de Gibraltar tuvo una brillante actuación interpretando motetes y salmos con la Misa en latín, que culminó con el Ave María en español dedicado a Nuestra Señora la Virgen de Europa que presidía en el altar mayor.
Una ceremonia de dos horas y media oficiada en inglés con el emocionante momento en que monseñor Marcos Miles tumbado boca abajo oía las invocaciones al Espíritu Santo tras haberse recitado el Veni Creator.
Se leyó la bula papal donde Su Santidad el Papa Francisco lo designaba como arzobispo y Nuncio en las Repúblicas africanas de Benin y Togo. Los obispos de la Conferencia Episcopal de estos países enviaron una salutación de bienvenida al nuevo Nuncio.
El nuevo arzobispo no pudo ocultar su nerviosismo y su alegría contenida por recibir tan alto honor y hacerlo precisamente en su ciudad natal, junto a autoridades, familia, amigos y compañeros. De hecho la ceremonia fue seguida prácticamente por todo Gibraltar y aledaños a través de la imagen de la GBC Tv que hizo un gran alarde de profesionalidad para servir todos los detalles de tan importante evento. Uno de los más trascendentes que ha vivido el Peñón. Y que no es fácil vuelva a repetirse en muchos años.
La presencia en Gibraltar del número 2 del Vaticano, el cardenal Parolin representando expresamente a Su Santidad el Papa es sin duda un acontecimiento de gran calibre. Junto a él, estaban el arzobispo Arthur Roche, secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el arzobispo Paul Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado vaticana; el arzobispo Claudio Gugerotti, nuncio apostólico en Gran Bretaña; el arzobispo filipino Bernardito Auza, nuncio apostólico en Madrid; Monseñor Luigi Cona, Asesor de la Sección Primera de la Secretaría de Estado; Padre Paul Murray, profesor de teología y otras destacadas dignidades de la Iglesia Católica, entre ellos el Cardenal Luis Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Con ellos, el obispo de Gibraltar Carmelo Zammit, el administrador apostólico de la Diócesis John Pardo; monseñor Paul Bear, deán de la Catedral de Santa María la Coronada; monseñor Charles Azzopardi, rector del Santuario de la Virgen de Europa que actuó de ayudante del cardenal Paroli y que tras las consagración de monseñor Miles le entregó el báculo que en su dia portó el obispo Patrick Devlin, de grato recuerdo en Gibraltar. Un irlandés que sustituyó a monseñor Rapallo, nacido en Gibraltar como el tan querido y recordado querido Charles Caruana, al que tras su jubilación sustituyó el redentorista Ralph Heskett al que su estado de salud ha impedido acudir a Gibraltar para la ordenación del arzobispo Mark Miles. Párrocos de Gibraltar y de localidades cercanas participaron de la ceremonia junto a diáconos diocesanos. Asistió una representación de los Caballeros del Santo Sepulcro en Gibraltar.
Cuando el Papa Francisco preguntó a monseñor Miles donde quería recibir la consagración, si en el Vaticano o en Gibraltar, éste le respondió que en su tierra. Un gran acierto, una gran elección. Y eligió el día de San Marcos, su Santo. Así lo recordó el cardenal Parolin qe encomendó al nuevo arzobispo a San Marcos, a San José; al patrono de Gibraltar, San Bernardo y a la Virgen de Europa.
Fueron muy emotivas y muy cariñosas, las palabras que le dedicó en su carta el Papa Francisco. Y por su parte su enviado espacial a Gibraltar, el cardenal Pietro Parolin, dijo:
“que en su trabajo como diplomático en el Vaticano, el arzobispo Miles había sido testigo de los complejos desafíos que enfrentan a la Iglesia y la sociedad en su conjunto, y la “gran necesidad que tiene nuestro mundo de la verdad, la fraternidad y la solidaridad”.
Y dijo ante su pronta incorporación a partir del 2 de mayo en Benin, su nuevo destino que: “Como hombre de mediación, comunión, diálogo y reconciliación, será el que siempre busque ser imparcial y objetivo, para que todas las partes puedan ver en el representante del Papa un juez justo que busca honestamente defender y salvaguardar la justicia y la paz por encima de todo”.
“De esta manera, en su nueva misión como Nuncio Apostólico en Benin y Togo, conducirá el rebaño de los fieles ayudando a que se valore la voz de la Santa Sede ayudando a la construcción de un mundo en el que prevalezcan los sentimientos de solidaridad y cooperación fraterna”.
«Por su imparcialidad y su firme compromiso con la justicia y la paz, también señalará más allá de sí mismo al que inspira cada una de sus acciones y palabras, es decir, Jesús, la fuente de todo nuestro gozo y la roca de nuestra salvación».
El arzobispo Miles nació en Gibraltar en 1967, donde comenzó su vida como sacerdote en 1996 antes de ingresar al servicio diplomático del Vaticano, tiempo durante el cual ha desempeñado funciones destacadas, incluidas temporadas como traductor del Papa Francisco y, más recientemente, como Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos en Washington.
El cardenal Parolin dijo que en su trabajo como diplomático del Vaticano, el arzobispo Miles había sido testigo de los complejos desafíos que enfrenta la Iglesia y la sociedad en su conjunto, y la “gran necesidad que tiene nuestro mundo de la verdad, la fraternidad y la solidaridad genuina”.
“Como hombre de mediación, comunión, diálogo y reconciliación, busca siempre ser imparcial y objetivo, para que todas las partes puedan ver en el representante del Papa un juez justo que trabaja honestamente por defender y salvaguardar la justicia y la paz”.
“De esta manera, en esta nueva misión como Nuncio Apostólico en Benin y Togo, has de transmitir la voz de la Santa Sede, trabajando con imparcialidad y firme compromiso con la justicia y la paz, siempre siguiendo el camino de Jesús, la fuente de todo nuestro gozo y la roca de nuestra salvación».
El nuevo arzobispo y nuncio de Su Santidad de Benin y Togo, monseñor Mark Miles una vez terminada la ceremonia se acercó a saludar a su familia a la que presentó al cardenal Parolin. Y también bendijo a los asistentes.
Entre ellos estaba el gobernador y representante de la Reina Isabel II en el Territorio Británico de Ultramar de Gibraltar, vicealmirante Sir David Stell acompañado de su ayudante de campo; el ministro principal del Gobierno de SM en Gibraltar, Fabián Picardo y su esposa, también acompañado de su primer secretario, Peter Canessa; el ministro y ex ministro principal, Sir Joe Bossano y todos los ministros del Gobierno de Gibraltar, así como el alcalde Gonzalvez y el líder de la Oposición, Keith Azopardi. Igualmente se encontraban, entre las muchas personalidades gibraltareñas asistentes el anterior primer ministro Sir Peter Caruana, su viceprimer ministro Joe Holliday y una extensa representación de la población gibraltareña.
Un memorable acontecimiento realizado al más alto nivel y cuidando todos los detalles que ha dado gloria y esplendor a la primera consagración de un arzobispo nacido en Gibraltar.
José Luis Yagüe Ormad de Bernabé
Fotos de Johnny Bugeja y Juan Carlos Teuma
Cedidas por el Servicio de Prensa de la Diócesis de Gibraltar