El auditorio del Palacio de Congresos ha acogido hoy el pleno extraordinario para celebrar el 151 aniversario de La Línea de la Concepción, presidido por el alcalde, Juan Franco, junto a los portavoces, Helenio Fernández, del Grupo Municipal La Línea 100×100; Juan Chacón, del Grupo Municipal Socialista y Juan Pablo Arriaga del Grupo Municipal Popular.
El alcalde ha abierto la sesión para dar paso a José Esteban Torres Martín, el conocido Pepe Torres, encargado de pronunciar el discurso institucional.
Seguidamente, se ha celebrado el acto de entrega de Honores y Distinciones 2021 que habitualmente se realiza en torno al 17 de enero, en conmemoración de la firma del decreto por el que la ciudad se independizó de la de San Roque en 1870, aplazado por los altos índices de contagio en la ciudad a primeros de año.
Los nombramientos han sido:
-Mención Honorífica de la ciudad a la Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y María Santísima del Amor y del Rosario en sus Misterios Dolorosos.
-Mención Honorifica de la ciudad, a la Hermandad del Santísimo Cristo del Abandono y Nuestra Señora del Mayor Dolor.
-Mención Honorifica de la ciudad, a Juan Antonio Álvarez Álvarez.
-Hija Adoptiva de la ciudad, a título póstumo, a Isabel Rodríguez Martos.
-Medalla de Oro de la ciudad a la primera Corporación Democrática.
-Hija Predilecta de la ciudad, a María Luisa Escribano Toledo quien, en nombre de todos los galardonados, dirigió unas palabras en las que resumió las principales cualidades de todas las entidades y personas galardonadas. También se refirió a Asansull: “cuenta con 25 Centros en el Campo de Gibraltar, con más de 1.000 familias implicadas en el proyecto, 800 profesionales y 100 voluntarios, para atender a más de 3.000 personas.” Finalmente, agradeció la colaboración de colectivos, administraciones públicas y ciudadanía y animó a mirar hacia el futuro “sin victimismo, con autonomía o sin ella” para seguir creciendo.
Con el tradicional himno de La Línea de la Concepción, el pasodoble “Española y gaditana”, compuesto por Gabriel Baldrich y el maestro Jaén, han finalizado estos actos.
Minutos después, corporación, invitados, galardonados y asistentes se han trasladado hasta la glorieta de Carlos III en la que, un año más, el alcalde, Juan Franco, junto a los portavoces, ha izado la bandera azul y blanca con el escudo de la ciudad, con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música.
Los actos conmemorativos han contando con la asistencia del coordinador de la AGE en el Campo de Gibraltar, Francisco Gil; la subdelegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en la comarca, Eva Pajares; la delegada de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Cádiz, Ana Fidalgo; el presidente de la Mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar, Juan Lozano; los alcaldes de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix; Tesorillo, Jesús Fernández Rey, y Los Barrios, Miguel Alconchel; la exalcaldesa de La Línea y actual diputada en Madrid Gemma Araujo; el diputado de Bienestar Social, David de la Encina, así como representantes de la Guardia Civil, Policía Nacional, Ejército de Tierra (Grupo Sam de Artillería en el acuartelamiento Cortijo Buena Vista de Campamento, Aduanas y miembros de la Corporación Municipal de La Línea.
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Inaugurada la escultura conmemorativa del 50º aniversario de Asansull ‘La Línea, ciudad inclusiva’
También ha quedado inaugurado el monolito que conmemora el 50º aniversario de la fundación del Grupo Asansull, ubicado en la avenida del Ejército, frente al pabellón polideportivo.
La obra, de 5,30 metros de altura sobre una superficie de 0,50 metros, lleva por título ‘La Línea, ciudad inclusiva’ y está formada por dos piezas de hormigón blanco que representan el abrazo y la unión de manos, con bajorelieves que dejan un espacio interior iluminado. Su diseño se inspira en la organización y la inclusión. La obra fue seleccionada mediante un concurso de ideas, siendo la propuesta de Sylvain e Ivan Marc, padre e hijo, la elegida. Ha sido la primera vez que ambos han trabajado de forma conjunta en La Línea, hecho que ha supuesto un añadido de emotividad para ambos.
La escultura, ha sido cedida gratuitamente al municipio por parte de Asansull, que ha corrido con todos los gastos de construcción y de instalación.
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A continuación, reproducimos el contenido íntegro del discurso de Pepe Torres:
Discurso institucional
151 aniversario de La Línea de la Concepción
Sr. alcalde presidente, señores y señoras concejales, autoridades civiles y militares, queridos conciudadanos y familia.
Antes que nada, me gustaría hacer una mención a todas esas personas de nuestro pueblo que durante este año nos han dejado a causa de la pandemia. Amigos y familiares nuestros, personas algunas muy conocidas en nuestra ciudad. Vaya para todos ellos nuestro más cariñoso recuerdo.
Un soneto me manda hacer Violante y en mi vida me he visto en tal aprieto.
Les juro que me acordé de aquellos versos de Lope de Vega, cuando el alcalde me solicito que realizara el discurso institucional del aniversario de nuestro pueblo para esta ocasión; espero salir del apuro lo más airoso posible.
Y ahora, permítanme comenzar con una pequeña historia a modo de introducción.
Corría el año 1945, cuando en Madrid, una muchachita de apenas dieciocho años, habiendo quedado huérfana y procedente de Palencia, fue recogida y amparada por una tía suya, monja_ hermana de la caridad, que prestaba sus servicios en el hospital niño Jesús. Fue allí donde esta chica trabajo y a la vez cursó estudios de matrona en la escuela Santa Cristina de dicha capital. A esta chica llamada Marina Martín, mi madre, cuando terminó sus estudios alguien le dijo “vete a La Línea que allí se puede ganar mucho dinero” y ella, sin vínculo alguno que le uniera a este pueblo pero con una ganas enormes de emprender una nueva vida, y una carta de presentación que le había dado su tía para las monjas del hospital municipal de La Línea, se presentó en dicho centro con la resolución y la soltura de la juventud, pero también con la ilusión y la valentía de tanta gente, que como ella, vinieran a la línea a labrar su futuro.
Gente de todos los rincones, como hemos visto en este ejemplo, pero muchísima gente de la baja Andalucía y provincia de Cádiz por supuesto.
Algunos también, que vinieron a embarcar en Gibraltar para cruzar el charco, pero que por algún que otro motivo, al final se quedaron aquí. Y en la línea no es que se hubiese encontrado oro como en el oeste americano; no, simplemente en la línea había una frontera. Pero una frontera especial, distinta, con una fiscalidad distinta, con una base naval y con un enclave estratégico. Y efectivamente aquí se daban las condiciones para lo que coloquialmente podríamos llamar “buscarse la vida”. Así que un mes después de aprobarse la ley de indultos, que aun sigue en vigor- no se si les sonara- y cinco meses antes del asesinato del presidente del gobierno general Prim y la llegada de un nuevo rey casi interino; Amadeo de Saboya, el general Serrano, en ese momento regente, ratifica el acta fundacional de la constitución de La Línea , ahora si, de la Concepción, como nombre definitivo, en Ayuntamiento independiente en 1870 y así comienza su andadura en una zona caliente dentro de una España convulsa.
Así pues y obviando acontecimientos referidos a la toma y asedio de la colonia, que ya han sido ampliamente tratados en discursos de personas que me han precedido, me gustaría centrarme en las condiciones que tales circunstancias propiciaron, para que La Línea fuera y creciera de la manera que lo hizo y las consecuencias que todo eso trajo.
La condición de zona militar de prácticamente todo el territorio de este istmo hizo que, en un principio, solo se autorizara la construcción de doscientas casas de mampostería y esta prohibición, que poco a poco se fue ampliando, no es un detalle menor puesto que fue la causa principal, entre otras, para que en un plazo de años relativamente corto, La Línea se llenara de barracas que crecieron como hongos de la noche a la mañana. Tan curioso era el asunto, que en más de una ocasión cuando iba un empleado municipal a cobrar algún arbitrio, había desaparecido el dueño de la barraca y a veces hasta la barraca y había levantado otras dos calles más allá. Y es que por más que con el tiempo se fuera construyendo patios de vecinos cuyos dueños, en muchos casos, eran gibraltareños, eran mas la gente que venia, que la posibilidad de alojamiento en casas con las mínimas condiciones de salubridad.
En consecuencia, La Línea antes y después de su separación de San Roque, hasta final de la década de los sesenta del siglo pasado, estuvo plagada de este tipo de viviendas; aunque la mayoría no mereciera ni ese nombre.
A partir de esos años, y gracias a unos planes de construcción para el realojo de todas estas personas, la línea; como consecuencia de la consecuencia, paso de ser el pueblo con el mayor chabolismo de España, a uno de los pueblos con el mayor parque de viviendas sociales de toda España; se calcula unas cinco mil viviendas sociales. Esos son números estratosféricos para una población como la nuestra. Y no es que esta solución no viniera a acabar con el problema del chabolismo, que lo hizo, pero también hipotecó nuestro futuro en el posterior desarrollo de los paseos marítimos, por ejemplo. Y estas cosas y estas causas han de tenerse en cuenta, para saber porque nuestra fisonomía de ciudad es la que es.
Pero como si de una matriuska, una de esas muñecas rusas tan famosas se tratara, había otra Línea dentro de esa Línea que era dinámica, llena de vida, adelantada a su época diría yo. Llena de bares, buenas tiendas, cafeterías, cines y teatros. Todos los grandes artistas del momento se daban cita en La Línea, al margen de los propios artistas, poetas y gentes de la farándula de la propia ciudad como el caso de Eduardo Gómez de la Mata infatigable hombre de teatro, festivales benéficos en los que desfilaban todo un rosario de artistas linenses: Merci Peña, Lolita Torrejón, Araceli Puertas, Agustín Pol, la lista sería interminable La ciudad vivía y sobrevivía al día a día. Los cabarés de la calle Gibraltar, daban distracción y mucho cariño, no me cabe la menor duda, a las tripulaciones de los mercantes y barcos de la Royal Navy, que con frecuencia atracaban en el puerto de la colonia.
La Línea y todo el Campo de Gibraltar, se convirtió en un nido de espías durante los años que duro la segunda guerra mundial.
Si uno cierra los ojos, quizás se pueda imaginar, en el trasiego de las doce de la mañana con los carros entrando y saliendo del mercado y señores con traje y sombrero sentados en el anglohispano; entre el aroma del café y los puros, la silueta de una mujer con vestido al talle y pelo recogido, cara dibujada y nariz un poco aguileña; se trata de Larissa Swinski una espía ucraniana, una agente doble que trabajo para los nazis y ahora lo hacía para los ingleses. Está afincada en Puente Mayorga y va y viene a Gibraltar con una niña de la mano; es su hija pero la utiliza para despistar. Allí en la roca despacha a menudo con Ian Fleming; a la sazón oficial de inteligencia británico y creador, mas tarde, del famoso personaje James Bond; él, inmortalizó a Larissa en su primera novela Casino Royale, como la arrebatadora Vesper Lind.
Había tantos espías en La Línea en esos momentos, que si alguien conocía a alguien que viniera de fuera, lo mas normal es que le preguntase ¿y tú, espías o trabajas?
Como esta historia hubo muchas en aquella época. Agentes dobles que lo mismo se alojaban en el hotel Iberia de la calle Real, o en el hotel Reina Cristina de Algeciras; o como el caso de Rosalinda Fox que se retiró y vivió en Guadarranque hasta el final de sus días, y que inspiro a María Dueñas para su novela “el tiempo entre costuras”. Pues sí; todo esto pasaba en La Línea y alrededor de La Línea.
Con las bombas que tiran… no eran los fanfarrones. En ese momento eran los italianos venían a bombardear Gibraltar y a su flota, pero lo mismo aparecía un torpedo, de esos que llamaban humanos, es decir tripulado, varado en el espigón, que caían bombas en la playa de poniente. En la madrugada del once al doce de julio de 1941, un avión Savoia Marchetti SM 82, soltó tres bombas sobre el Peñón, pero ninguna cayó sobre el enclave británico. Una de ellas, vino a caer en un patio de la calle Duque Tetuán, provocando numerosos heridos y cinco fallecidos. se ve que los italianos no tenían muy buena puntería; por cierto, las familias de los afectados se quedaron esperando alguna parte de los 250,000 dólares que el gobierno italiano entregó como indemnización de lo ocurrido.
Sí queridos amigos La Línea ha sufrido y padecido mucho por distintos motivos. Esa Línea que nos duele tanto a todos.
Esa Línea de mar y de traíña, de cuarterones y carabineros, de Fuente los Tajos y bailes de patio, de Cruz Herrera y Muñoz Molleda, de pulpo asao y caracolitos, La Línea de viento de poniente y de rebequita por las noches, de cines de verano y de besos furtivos, de espetos y de concha fina.
La Línea no tendrá historia, pero tiene mil historias que contar.
La Línea no tiene dinero, pero tiene ganas de gastar y disfrutar el poco que tiene.
La Línea no tendrá heráldica ni baluartes, pero tiene el pedigríes del que ha vivido mucho en poco tiempo.
La Línea en definitiva tiene fuerza para aguantar todo lo que nos han echado encima durante tanto tiempo.
Otto Bismark dijo una vez “la nación más fuerte del mundo, es sin duda España. Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido”
Yo creo que esa frase, se le puede aplicar a nuestro pueblo, aunque nosotros no hemos intentado autodestruirnos, pero si nos han dejado morir de inanición desde siempre; y aquí estamos.
Hemos aguantado temporales y maremotos, Polígonos industriales fracasados, cierres y aperturas de verja, vías de tren que nunca trajeron el tren. Creo sinceramente que el dúo dinámico cuando compuso el resistiré, se inspiro en nosotros.
Todo discurso institucional, debe contemplar, a mi entender, su faceta crítica y reivindicativa. No se trata de hacer daño a nadie, el daño ya nos lo hacen a nosotros. Pero desearía que los gobernantes, en general, entendieran en que está basada la singularidad de este pueblo, cual es su servidumbre, porque La Línea es La Línea y el Campo de Gibraltar es el Campo de Gibraltar.
Estamos cansado, agotados de hacer esta pedagogía, pero por lo visto no sirve de nada.
Cada vez que se pone encima de la mesa cualquier plan a resultas de los vaivenes de la alta política de estado, y lo estamos viendo ahora con el Brexit, ya sea el gobierno central o el autonómico, diseñan planes, medidas, inversiones, que en la mayoría de los casos quedan en nada, por supuesto, pero es que además lo refieren al Campo de Gibraltar.
Señores gobernantes: la ciudad que linda y hace frontera con la colonia, es La Línea. No es con todos mis respetos Tarifa, Castellar o Algeciras; ellos tendrán sus problemas, que no son precisamente los nuestros y nos parece estupendo y nos alegramos por ellos, que prometan una circunvalación para San Roque, que añadan un tramo más para la conexión Algeciras Bobadilla, o que desdoblen la carretera de Tarifa; pero perdónenme, que tiene eso que ver con La Línea.
Cuando hagan ustedes un plan para mitigar o corregir el desfase de la fiscalidad y el nivel de vida de nuestro pueblo, hagan ustedes un plan para nuestro pueblo que es el pagano y siempre lo va a ser de todas las políticas de estado y decisiones que se han tomado a lo largo de la historia.
Pero a pesar de todo, no hay que caer en el pesimismo. El pesimismo solo conduce a la melancolía y eso nos llevaría al bloqueo y la parálisis.
El comercio linense, ahora en una situación delicada, siempre ha sido un referente para la comarca. Aquí venían nuestros vecinos de poblaciones cercanas a comprar ya fuera al mercado, a nuestras tiendas o a disfrutar de nuestra gastronomía. Que decir de nuestros bares de tapas. Mucho antes de que se pusiera de moda la nouvelle cousine, o la cocina vasca con sus pinchos, aquí ya hacíamos verdaderas obras de arte en miniatura. ¿o es que la ensaladilla de pulpo, los boqueroncitos rellenos o todo ese rosario de tapas que, por ejemplo, Miguel el del Finlandia nos ofrecía era un invento de la cocina de diseño.
Créanme que he probado muchas reposterías de muchos sitios, pero no hay pasteles como los de La Línea. Créanme que he visto muchas entradas de muchos pueblos de España, pero ninguna como la de La Línea y créanme que he conocido a mucha gente de muchos sitios, pero ninguna tan buena y tan noble como la gente de La Línea.
¿Que yo la miro con muy buenos ojos? Puede ser, pero si uno no quiere a su madre, a quien va a querer.
¿Pero entonces que nos queda? Nos queda el futuro.
El futuro no está escrito, pero se puede planificar.
El catorce de enero de este año se aprobó provisionalmente el nuevo plan de ordenación urbanística. El objetivo, es dinamizar la economía a través de nuevos proyectos estratégicos; así se ha publicado.
Lo cierto, es que si se va consolidando lo que hay proyectado; nuevo estadio de fútbol y ciudad deportiva, paseo de Santa Bárbara, parque del ferial, centro aeroportuario, parque oeste, desarrollo de eje norte entre otros, la ciudad podrá dar un salto cualitativo en lo que a posibilidades de negocio se refiere.
Tenemos una milla de oro. Yo le llamo milla de oro, a la zona comprendida entre el club marítimo y la frontera en la cual, con un marco paisajístico incomparable, tenemos restaurantes, puerto deportivo, hotel, palacio de congresos y aeropuerto. Hay que exprimir ese limón, hay que desarrollar la zona lúdica de ese puerto.
Tenemos asociaciones muy potentes, algunas es verdad en horas bajas, pero otras muy vivas; Ascteg, la Peña Flamenca siempre con sus puertas abiertas organizando eventos y jornadas. Tenemos nuestros museos; el del Istmo, el Museo Cruz Herrera, el Museo Taurino, uno de los mejores de España que es como decir uno de los mejores del mundo, sin duda alguna, que en breve ira reubicado en nuestra plaza de toros, ahora remodelada y devuelta a su estado original. Ese parque reina Sofía con sus locos, dándonos ejemplo a todos de lo que debe ser el compromiso con tu ciudad.
Queridos amigos y amigas no os quiero cansar más, se me quedan muchas cosas en el tintero; espero que por fin os las pueda decir en el pregón de la feria del año que viene si Dios quiere. Lo que sí os ruego, es que nos quedemos con esto, por favor: con el futuro.
¡Viva La Línea!