Con más de 4.500 alumnos inscritos y realizando una labor de promoción de la cultura española, incluso en el ámbito comercial, como en la presentación de vinos y productos típicos españoles, el Instituto Cervantes dirigido por una gran profesional de la diplomacia, Francisco Oda, dejó una profunda huella de amistad y de convivencia entre los gibraltareños.
Tenía unas instalaciones magníficas, en pleno centro de la ciudad, a un paso de la calle Real, que lamentablemente ya no existen y difícil será encontrar otras igual.
El ínclito ministro García Margallo y sus seguidores en Algeciras, que con tal de hacer daño a Gibraltar, a los gibraltareños, a los trabajadores y visitantes dictaban medidas faltas del más mínimo sentido democrático, como las inhumanas colas de hasta 9 horas de duración que tuvimos que padecer, no solo los trabajadores españoles, portugueses y de otras naciones sino miles de turistas y también de familiares que aquellos días iban a visitar a una hija o a ayudar a los nietos además de los muchos escolares españoles que estudian en los centros privados de Gibraltar.
Entre las muchas burradas que se le ocurrieron a ese nefasto político que dejó tirado por los suelos los nobles sentimientos de muchos votantes del PP, además de aquella chulería de prometer cambiar la bandera en lo alto del Peñón, estuvo la desacertada decisión de cerrar el Instituto Cervantes en Gibraltar y enviar a su director a dirigir el de Manchester (actualmente dirige el Instituto Cervantes de Tetuán, Marruecos y ojalá que pudiese volver con su experiencia y conocimientos a dirigir de nuevo el Cervantes en Gibraltar).
En realidad, para Gibraltar que actualmente tiene unos colegios de nueva planta modernísimos, además de su Universidad y una población estudiantil muy bien estructurada, con cientos de ellos becados con estudios en las Universidades del Reino Unido, la vuelta del Cervantes no es algo primordial, aunque si un gesto de convivencia y de apoyo para que el español, aunque sea en “llanito”, no se pierda en el Peñón, aparte de suponer un lazo de unión muy importante con el Ministerio español de Exteriores. Durante los años en que la frontera estuvo cerrada, tras aquella nefasta decisión de Franco, el español en las nuevas generaciones, que en su gran mayoría se fueron a estudiar al Reino Unido, se perdió. Y solamente las personas mayores lo usaban como la segunda lengua. Reconocido es que los gibraltareños bilingües tienen muchas más opciones en el mundo empresarial y ya se sabe que hay gibraltareños ocupando puestos de responsabilidad empresarial en Estados Unidos, en Asia, en Europa y en otros lugares.
Ahora, el anuncio de la vuelta del Cervantes ha vuelto a destapar la caja de los truenos de los intransigentes, de los patrioteros, que desean el mal, que quieren hacer daño al pueblo de Gibraltar, al turismo y a la buena comunicación entre territorios, aunque de paso se lo hagan a miles de personas (españolas) en La Línea, en San Roque, en Los Barrios, la Costa del Sol o incluso en Algeciras donde también hay mucha vinculación con Gibraltar y muchos algecireños trabajando en la Roca, aunque a “estos individuos seguidores de Margallo y su nefasta política”, les duela que así sea.
Ha sido la diputada de La Línea de la Concepción (donde fue alcaldesa) Gema Araujo la que ha alzado la voz contra los intransigentes, difundiendo desde Cádiz el siguiente comunicado:
El PSOE celebra la voluntad del Gobierno de incluir una partida en los PGE con la idea de volver a reabrir el Instituto Cervantes en Gibraltar
La diputada Gemma Araujo agradece la sensibilidad demostrada por Luis García Montero al asegurar que, aunque es una decisión de Exteriores, su apuesta es trabar lazos de buena vecindad y trabajar por lo que nos une
La diputada socialista por Cádiz, Gemma Araujo, se ha congratulado esta mañana ante la voluntad expresada por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, acerca de la posibilidad de promover la reapertura del Instituto Cervantes en Gibraltar, al incluir una partida presupuestaria. Ha sido en su comparecencia en la comisión de Asuntos Exteriores para abordar los PGE 2022 donde Montero ha mostrado su sensibilidad hacia esta posibilidad puesta encima de la mesa por la parlamentaria del Campo de Gibraltar si bien ha dejado claro que es una decision que tendrá que tomar el Ministerio de Asuntos Exteriores. Así ha abogado por trabar lazos de buena vecindad, “trabajar por lo que nos une”, de modo que la diputada expresa su satisfacción porque desde el PSOE se comparte con el director que “se puede hacer un buen trabajo”.
En su intervención, precisamente, Araujo ha recordado que antes de que el Gobierno de Rajoy (su ministro JM García Margallo), tomase la decisión de echar el cerrojazo al centro ubicado en la Roca había hasta 4.500 matriculaciones de alumnus y alumnas realizadas que mostraban así su interés por el idioma español. Al respect, la diputada del PSOE ha lamentado el simplismo de la ultraderecha al rechazarlo y le ha espetado que “España es diversa y abierta, es diversidad cultural, étnica, lingüística y los ataques a la reputación de nuestro país pasan factura”.
“Esta diputada que les habla representa a la provincia de Cádiz pero más concretamente soy de La Línea, me he criado oyendo hablar de estar “al linquidoi”, de darnos “chance”, comer “chinga” o quequi o bolillas, gritar ambo cuando se coge el balón con las manos y llamar PA atrás cuando se devuelve una llamada”, ha explicado para segurar que “esa es la riqueza lingüística de una zona que poco entiende de mandatos y memorandos pero sí y mucho de relaciones humanas, así que les rogaría que no utilicen el Cervantes como arma política y si lo hacen que sea para unir, convencer y utilizar el español como la mejor de las armas diplomáticas”.
Araujo, que comenzó felicitando a la institución por los 30 años que cumple este año, saluda el incremento que tendrá en su presupuesto del 8,48 por ciento, lo que le permitirá ser más ambicioso en sus planes, al margen de los 26 millones que recibirá de los fondos europeos para destinarlos al impulso de la enseñanza digital del español en el extranjero y a la mejora de la eficiencia energética de sus edificios.
Por otra parte, en la comisión de Interior celebrada la tarde de ayer, Araujo subrayó el alcance que tendrán partidas como los 10,5 millones para el CIE de Algeciras o los 4,7 millones para la futura comisaría de La Línea. Y en la misma línea, se refirió al incremento del presupuesto en más de un cinco por ciento que permitirá la incorporación de 4.843 ejecutivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y de 2.030 nuevos efectivos de Instituciones Penitenciarias. “Un presupuesto expansivo, subiendo más de un 60 por ciento para poder llevar a cabo los planes de infraestructuras que están en marcha”, afirmó.
Para la diputada socialista, “este gobierno no solo hace declaraciones, sino que ejecuta y esta es la mejor manera de apoyar a las FCSE, a los funcionarios de prisiones porque se da dignidad a su trabajo”.
Y hablando de dignidad, Araujo valoró “el esfuerzo en la rehabilitación, remodelación y adaptación de los CIES con un nuevo modelo que garantiza un mayor respeto a la dignidad y a los derechos humanos de las personas internadas”. “Así se da cumplimiento a las observaciones realizadas por el Defensor del Pueblo, los jueces de control y organismos nacionales e internacionales que señalaban que era necesario mejorar las condiciones para albergar y custodiar a las personas objeto de un procedimiento de expulsión”, apuntó para recorder que “el mal estado de estas instalaciones, su envejecimiento y la falta de inversión de los últimos años de gobiernos del PP puso el foco en unas infraestructuras que han necesitado de una fuerte inversión”.