[publicado en el «Gibraltar Chronicle» el 8 de noviembre de 2021]
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En un momento tan crítico, en el que el pueblo de Gibraltar se juega su futuro, el ser o no ser, cuando el ministro principal, el vice primer ministro, todo el Gobierno y sus funcionarios necesitan los cinco sentidos para estar pendientes de lo que de verdad interesa, parece que se está azuzando, quien sabe si desde Algeciras, a algunos gibraltareños, especialmente de la oposición, que utiliza palabras muy gruesas y descalificaciones que parece que quieren tratar de hacer caer al actual Gobierno de Fabián Picardo, con intervenciones en el Parlamento y en la Prensa local tratando de crear un clima de inadversación contra el Gobierno, que en nada conviene a Gibraltar. Una pequeña e irreflesiva manifestación de unas doscientas personas como mucho también sobresaltó a muchos, aunque valientemente el ministro principal bajó de su despacho y con un gran talante democrático conversó con los líderes de la manifestación y les agradeció la crítica.
Al ministro principal Fabián Picardo ya se le ha dicho de todo, por quienes quieren enturbiar el panorama y con algunos insultos y descalificaciones poner nervioso al Chief Minister para que, seguramente desde Algeciras, el jefe del ejecutivo pierda su valioso tiempo tan necesario en la gran tarea del nebuloso Gibrexit, nada claro en el horizonte y a lo mejor pierda una de esas valiosas “puntadas” que den al traste con tantos logros.
Claro que toda persona humana tiene sus inconvenientes, ya que nadie es perfecto. Pero cualquiera que mire al Gibraltar de hoy, al de estos últimos 8 años, se tiene que quitar el sombrero.
Existen en la hemeroteca momentos brillantes de eficacia y buen gobierno: Colegios nuevos, edificios emblemáticos, servicios de última generación, una ciudad cuidada y embellecida, como nunca lo estuvo. Y para colmo fue la envidia del mundo cuando cuando fue la primera ciudad en tener vacunada a toda su población y a parte de la vecina (los trabajadores). Son miles los éxitos y ahí están.
No vamos a relatar aquí todos esos logros que han hecho de Gibraltar un lugar envidiable.
Pero si vamos a recoger el escrito que el propio ministro principal del Gobierno de SM en Gibraltar, Fabián Picardo se ha visto obligado a publicar el otro dia en el periódico “Gibraltar Chronicle”, dedicando un tiempo precioso a defenderse de esta manera:
“En su reciente artículo de opinión, el líder de la oposición del GSD [Gibraltar Social Democrats], Keith Azopardi, sugirió que la verdad ya no me importaba. Está completamente equivocado en eso y en muchas otras cosas. La verdad me importa hoy, como Ministro Principal, tanto como me importaba cuando era un joven abogado idealista o cuando era líder de la oposición.
Sin embargo, lo definitivamente cierto es que, en estos días, cada palabra y cada paso del Sr. Azopardi son manipulaciones cínicas diseñadas de forma transparente para promover sus ambiciones políticas.
Como su Ministro Principal, siempre estoy trabajando con mis equipos para proteger a Gibraltar y nuestro modo de vida y para mejorar nuestra comunidad y nuestra nación.
Estos días, el Sr. Azopardi está utilizando un lenguaje diseñado para imitar el estilo de otros políticos populistas de países mucho más grandes que el nuestro.
Está actuando igual que Pablo Casado en España, que defiende que todo lo que hace el PSOE está mal, se trate de la medida que se trate.
Por suerte, creo que el gibraltareño no se deja engañar fácilmente en lo que respecta a la política.
Puede que algunos de nuestros vecinos más bulliciosos sean más volubles y se dejen llevar con mayor facilidad, pero la gran mayoría sabe detectar las fanfarronadas políticas.
De hecho, es el Sr. Azopardi quien no está interesado en la verdad y quien está tratando a nuestra comunidad con desprecio al intentar engañar a nuestros ciudadanos.
La táctica más reciente del Sr. Azopardi es tratar de convertir todo lo que es bueno en algo negativo.
Cada virtud se presenta como un pecado, y cada pecado obvio que el GSD perpetró en el Gobierno se presenta ahora como una virtud, a pesar de que, como antiguo líder del [partido] PDP [Progressive Democratic Party], el Sr. Azopardi fue muy crítico con muchos de los asuntos que ahora alaba de la etapa de su actual partido en el Gobierno.
En las últimas semanas, pretende persuadir a los gibraltareños de que los anuncios de inversiones extranjeras directas previstas en Gibraltar suponen, de algún modo, algo negativo.
Una virtud enorme y positiva se presenta como si fuera un vicio terrible.
La verdad transparente es que los procesos de licitación y de manifestación de interés están diseñados para garantizar que obtengamos el mejor acuerdo para el contribuyente, y eso es lo que hemos logrado en todos los procesos de licitación desde que fuimos elegidos.
De hecho, el acuerdo que hemos cerrado es el que produce la mayor prima por metro cuadrado de terreno de nuestra historia.
Siempre está opinando y maniobrando para derrotarme y convertirse él en Ministro Principal.
Eso es lo que más le interesa a usted lector como contribuyente.
Así es como hemos conseguido los mejores y más ventajosos acuerdos comerciales con respecto a los proyectos de [los colegios] Eastside y Bayside para ustedes, los contribuyentes.
Por otra parte, no hemos hecho lo que el partido del Sr. Azopardi hizo con [la promoción inmobiliaria de] Midtown, que fue una asignación directa INFERIOR al valor de mercado.
Eso fue uno de los auténticos escándalos del GSD en el pasado. Dos errores no hacen un acierto, y por eso no hemos seguido este camino irregular.
La posición del Sr. Azopardi sobre estas inversiones es sólo una variación más sobre el hilo que mantiene en su política.
Está decidido a hacer una campaña similar a la de Trump, en la que cada verdad se convierte en una mentira y cada mentira se presenta como una verdad intachable.
Keith Azopardi ha dejado a un lado su siempre declarada “sensatez” y ahora está decidido a tirar a la basura las buenas noticias o a introducir su toxicidad en la narrativa de todos los retos a los que se enfrenta nuestra comunidad.
Esto no le hace ningún favor a Gibraltar.
A largo plazo, tampoco le hará ningún bien al GSD.
La gente puede ver que el Sr. Azopardi se deleita con la reprobación en cualquier asunto.
Pretende criticar de forma tan agresiva que sus acciones pueden amenazar y poner en peligro y entredicho los desarrollos positivos que son buenos para Gibraltar.
La realidad es que para luchar por el corazón y el alma de una comunidad hay que estar dispuesto a anteponer la comunidad, a darlo todo.
Antes que el interés propio. Antes que el interés político partidista. Antes que todo. Así es como he hecho el trabajo de Ministro Principal desde el día en que fui elegido. Seguiré haciéndolo durante otro mandato si mi partido y ustedes lo desean. Los últimos cinco años han sido muy duros.
Desde el resultado del referéndum del Brexit y, sobre todo, desde marzo de 2020, cuando el Covid- 19 nos golpeó, dirigir el Gobierno en Gibraltar ha sido el trabajo más difícil que he hecho y que probablemente haré jamás.Me atrevo a decir que incluso mis adversarios políticos preferían que tuviera que asumir yo la carga de gobernar en estos últimos 20 meses.
La pandemia nos ha obligado a enterrar a casi 100 de nuestros ciudadanos y nos ha hecho perder dos años valiosos en nuestros proyectos.
El Covid también ha diezmado nuestras finanzas públicas como consecuencia de los pagos que el mismo GSD instó y acordó que debíamos hacer para garantizar que los trabajadores tuvieran lo suficiente para alimentar a sus familias.
Incluso el GSD (concretamente Daniel Feetham) ha coincidido en que, fuera cual fuera el punto de partida de nuestras finanzas públicas en el momento del inicio de la pandemia, el resultado final postpandemia habría sido el mismo.
Así que los proyectos de vivienda se retrasan, no por inactividad, sino por la logística de esta horrible pandemia y sus efectos financieros.
Las investigaciones oficiales y otros asuntos pendientes aún no se han puesto en marcha porque hace apenas seis meses todavía contábamos las muertes de nuestros compatriotas gibraltareños por decenas cada semana. Qué rápido quiere el Sr. Azopardi que se olviden esos momentos cruciales, de desafío sin precedentes, de los que acabamos de salir…
A pesar de todo, mis colegas del Gobierno y yo hemos seguido trabajando duro en los asuntos que nos importan a todos como comunidad.
Hemos trabajado jornadas de 16 a 18 horas, día tras día.
La oposición ha emitido un par de comunicados de prensa a la semana.
Nos hemos centrado en los grandes temas de la política actual en Gibraltar.
La recuperación de la pandemia.
Conseguir un buen acuerdo con la UE para nuestro futuro.
Cumplir con los grandes proyectos de escolarización y vivienda, que confío en que se harán realidad en su totalidad.
La oposición ha tratado perniciosamente de hacer mella a través de uno o dos de los muchos cientos de asuntos en los que estamos trabajando.
Ha habido un enorme abismo de diferencia entre el esfuerzo y los resultados de un Gobierno a tiempo completo y plenamente comprometido y una oposición a tiempo parcial y cínica.
En el Gobierno también hemos estado trabajando duro para aportar soluciones a problemas cotidianos que enfrentamos todos; problemas de los que requieren decisiones difíciles y trabajo duro, y que importan a los miembros de esta comunidad.
El lunes pasado me reuní con manifestantes que expresaban sus opiniones sobre cuestiones que les apasionan y algunas de las cuales el Gobierno ya se ha comprometido a abordar.
Ya se ha actuado para que las citas con los médicos de cabecera se realicen de forma gratuita y
expeditiva.
La GHA [Autoridad Sanitaria de Gibraltar] se someterá en breve a una completa y estructurada remodelación y a un reinicio para sacudirse de los problemas que la pandemia ha creado en nuestros servicios sanitarios nacionales, al igual que en los servicios sanitarios de todo el mundo.
En ella se abordarán muchas de las cuestiones que han aparecido recientemente en la prensa y que están relacionadas con los niveles de atención que todos esperamos de la GHA.
Reconozco que hay muchas cuestiones en las que debemos mejorar.
Sin embargo, también debemos recordarnos que con cada paso que damos en los numerosos proyectos que ahora vuelven a ponerse en marcha tras el Covid, estamos dando pasos importantes en la dirección de construir esa ciudad mejor, más ecológica y adaptada a los niños, que creemos que podemos tener.
No finjamos que el Covid no nos ha desviado del camino o que podríamos haberlo evitado.
Tengamos claro que estamos recuperando el rumbo.
Estemos ilusionados y no seamos cínicos sobre lo que nos depara el futuro.
Por eso los próximos dos años no serán sólo una carrera hacia otras elecciones generales.
Se trata de reconstruir nuestro hogar sobre un modelo medioambiental y financiero más fuerte y sostenible.
Al superar estos difíciles veinte meses, siempre he creído en el corazón y el alma de mis compatriotas gibraltareños y por eso creo —en mi propio corazón y alma— que floreceremos una vez más y con todos nosotros florecerá el corazón y el alma de la nación que todos amamos.
Que ningún cínico ambicioso les convenza de lo contrario”.