Caminamos por el sendero implacable del tiempo y de repente, con el encuentro de un viejo amigo, se abre un agujero en el pasado, como un fogonazo a velocidad de vértigo, y nos desproveemos de los ropajes del presente para encomendarnos a la benevolencia del recuerdo.
Están los cuerpos examinándose mutuamente, escrutándose las señales irrebatibles de la edad, mientras la memoria hace piruetas para reconstruir un periodo en el que vibraban las complicidades de una amistad. Y de ese lecho de afecto y nostalgia nacen las preguntas, los intereses inmediatos, la curiosidad por el destino actual. Hasta que irrumpe un latigazo de tragedia familiar y el pasado se disuelve como un azucarillo, y todo se vuelve presente tirano.
Mi amigo tuvo en su día sus estímulos por la lectura y la fotografía, por la cultura y la política; fue un docente extraordinario y vivió la profesión agarrado a las raíces del aula. Y ahora todo su centro es otro, es el cuidado, la esperanza de que un cuerpo maltrecho que le proporcionaba los mayores parabienes avance unos milímetros en lucidez y apetencia por mantenerse agarrado a la vida. Cuando me cuenta lo que ya no puede ser, las palabras se le caen de los labios y rebusca en la resignación (o la resistencia) para sacar las fuerzas que le permitan entrar en casa y no derrumbarse viéndola en su deterioro.
Hacía mucho tiempo que no lo veía. Y aunque no éramos amigos íntimos, me resultó muy grato el encuentro. Y lo fue porque me hallé ante una conversación natural, sin corsé. Tenía necesidad de contar, de contarme, y no se anduvo con preámbulos. Le dio una estocada a la formalidad y se abrió a darme los detalles desde el principio. No quería consuelo, me lo dijo. No quería compasión, también me lo dijo. Pero no se arrepintió de haberme hablado como lo hizo.
Supongo que todos tenemos encuentros fugaces con antiguos conocidos que encienden una breve llama de afecto y que terminan absorbidos por la inmediatez. Sin embargo, este me dejó prendida la deuda. Estuve toda la tarde pensando en él, en cómo agradecerle la confianza y cómo convertir mi reconocimiento a su condición de héroe anónimo en sustancia vital para que el sentido permanezca incólume en su pensamiento. Nada será suficiente y me conformo con haber sido por un rato espejo de su congoja.
Pienso en la cantidad de hilos que soltamos, desde la voluntad de tejer la tela del amparo que nos proteja a todos de la intemperie, pero qué pocos se enhebran, porque no sabemos, porque no queremos, porque no podemos, o porque no sé, no quiero o no puedo
. Patricio González
- Estamos Anestesiados
- Vivimos un agosto de duermevela. Se habla por lo bajini de la sexta (¿o es la séptima?) ola del covid, pero siguen sucediéndose las sudorosas aglomeraciones de este o aquel festejo, que parece que todo el verano es fiesta continua por todas partes. Tampoco sabemos muy bien cómo va la guerra de Ucrania, y en medio de todo noticias que parecen esperanzadoras o al menos contradictorias, como la salida de barcos cargados de cereales de los puertos ucranianos. Hay opiniones que se cuelan y que dicen que el final de la guerra está amañado desde antes de que empezara, mientras que otros hablan de la gran oportunidad española como repartidora de gas por poseer más plantas conversoras del gas líquido.El caso es muchos se han liado la manta a la cabeza y se han montado unas vacaciones que a lo mejor tienen que pagar a plazos, yeso que no está claro qué va a suceder en otoño, porque se habla de recesión en Europa, precisamente en los países que más turistas nos envían a España, y no hay más análisis que hacer por la escasa representatividad que tienen en la economía otros sectores de producción. Lo que se mira es el turista, y nada sabemos de la ganadería, de las industrias , o de la agricultura. Y es contradictorio que vengan visitantes, que ganen dinero las líneas aéreas y la industria turística, que suban los precios de todo el sector y que siga habiendo una tasa de paro impresentable y que los salarios se mantengan -o bajen- en comparación de la época prepandémica. ¿Para qué queremos esa millonada de turistas si luego siguen el paro y los salarios de miseria? Y muchas instituciones municipales pagan para que primeras figuras del espectáculo llenen las noches de música gratis con cualquier excusa. No sabemos qué va a pasar con la educación, pero paso a paso, avanza hacia la privatización, y la limpieza, y la mayor parte de los servicios. Lo que sí está claro es que la privatización de la Sanidad Pública es un hecho visible que sigue las pautas usuales: dejar que se deteriore lo público y así se justifique el engorde de lo privado. En fin, pero seguimos bailando y de romería.Miramos a nuestro alrededor esa fiesta oficial permanente y nos damos cuenta de que, cuando cesa el sonido de las bandas de las fiestas, todo son carencias, y que la política y la economía (vienen a ser lo mismo) están siempre en las mismas manos, que hacen que todo funcione según les convenga, porque no hay pandemia, guerra o inflación que justifique que se paguen precios más altos que antes enlos hoteles, y las Kellys sigan cobrando 2,70 euros por habitación. Es una burla, y no es que piense que el empresariado es un ente maligno, pero no me negarán que, sobre todo los del sector turístico,están los primeros para las ayudas en las vacas flacas(lo vamos a ver con los viajes del Imserso), pero no se les ve un detalle cuando hacen caja. No es lo que se espera de una clase económica dirigente que hace avanzar a toda una sociedad.
- Así que, seguimos repitiendo esquemas y adormecidos con unos medios que siempre usan la actualidad para infundir miedo, pero luego vemos que quienes pueden no mueven un dedo para detener la guerra, para combatir el cambio climático o para que lo bueno y lo malo se reparta mejor en una sociedad que se dice cohesionada. Es como si el mundo se hubiese tumbado en la hamaca de la pereza y le diera igual la deriva que va tomando todo.
Patrocio González
El sector comercial no sale de una para entrar en otra. Sin haberse recuperado de la caída de ventas de la pandemia se enfrenta a una nueva crisis por el alza de los precios. El Gobierno lejos de ayudar le exige inversiones y un desembolso de dinero que muchos no tienen.El foco de discusión y polémica del decreto de ahorro energético impuesto por el Gobierno al sector privado se ha puesto en las luces de los escaparates y la obligatoriedad de apagarlas a las 22 horas. Sin embargo, este no es el puntomás preocupante de la norma. Los propios comercios, movidos por la necesidad de rebajar sus facturas eléctricas ante el fuerte de la luz en los últimos meses, ya habían aplicado medidas de reducción del consumo. Cosa aparte son las zonas turísticas, que se verá si finalmente se aplica alguna excepcionalidad para estos comercios y sus escaparates, que tienen unos horarios distintos a los de las ciudades residenciales.El verdadero problema del plan son las exigencias que se imponen alpequeño comercio, que no sale de una para entrar en otra. Tras dos años de pandemia y una caída de sus ventas que ha llegado a superar el 50%, el sector sigue sin recuperarse.
Ahora se enfrenta a una nueva crisis, que ya empieza a asomarse al consumo como consecuencia de la inflación. Y el Gobierno, lejos de anticiparse a la previsible contención e incluso caída de las ventas (el propio Banco de España ha advertido de que el enfriamiento del consumo crecerá en los próximos meses), aprueba un decreto en el que obliga al comercio a realizar inversiones y desembolsar un dinero que muchos de ellos no tienen.El decreto obliga por ejemplo a la instalación de puertas automáticas, cuyo coste supera los 3.000 euros y no recoge ningún tipo de ayuda o subvención.Son muchos los comercios que han cerrado desde el año 2020 con lapandemia y hay muchos que están en la cuerda floja. Con este tipo de medidas flaco favor se hace a un sector que emplea a más de dos millones de personas y que supone el 13% del Producto Interior Bruto de España.
Patricio Glnzez
- Los ataques de pánico aparecen de forma súbita, sin anunciarse. Tocan en la puerta en cualquier momento o lugar. Pueden aparecer en la sala de espera del urólogo, a pocos minutos del comienzo de una reunión de trabajo o sentados en el avión poco antes de que inicie la maniobra de despegue, conduciendo por una carretera secundaria a medianoche y sumergidos en el oleaje de una mala resaca, atrapados en un ascensor o perdiendo las elecciones en cada vez más comunidades autónomas, encajando una derrota especialmente preocupante en las andaluzas, acumulando sondeos cada vez más adversos y, entre otros escenarios propicios a los ataques de pánico, cuando cala la sensación de que la opinión pública está dándote la espalda o, empeorándolo, cuando los elementos parecen haberse aliado para soplar a favor de otros.El pánico es un pésimo aliado, hace que el miedo cortocircuite la claridad y el sosiego que requieren los análisis y las decisiones, arrastrando lenta pero imparablemente a la pérdida de control, a la turbulencia.
A veces los ataques de pánico llegan de la mano de la frustración que se siente cuando los resultados no llegan o pasan de largo, ignorando las estrategias o los esfuerzos que se han hecho para obtenerlos. - Cuando a un entrenador no le salen las cosas suele acabar sufriendo lo que quienes sí saben de fútbol denominan un ataque de entrenador que se traduce, básicamente, en hacer cambios con escaso sentido y sequía de goles, entregándose a la desaconsejable improvisación y permitiendo que la desesperación se ponga al volante.
- Algo similar ocurre cuando en las organizaciones políticas el pánico, esa sensación de que no das con la tecla buena, ese aroma que desprenden las estrellas cuando se apagan, empieza a colarse por lasrendijas del aire acondicionado. Cuando eso ocurre el miedo entra por la puerta y la imprescindible serenidad que exigen algunas decisiones o estrategias se tira por el hueco del ascensor. Si el pánico invade el aire que respira quien toma las decisiones la capacidad de análisis se oxida, disparándose la probabilidad de cometer errores como el de creer que el futuro se gana regresando al pasado o, incluso, el de pensar que la remontada llegará resucitando el relato bronco o el recurso del miedo a una derecha que con Feijóo ha dejado de asustar a muchísima gente que transita
- zpor el espacio del centro. Penalizar el sentido de Estado de Héctor Gómez, capaz en apenas diez meses de dar con la cuadratura del círculo parlamentario, anuncia que el vértigo es ya el octavo pasajero. El pánico, como la impaciencia, es mal compañero de viaje,puede llevar a torpezas como la de convencerse de que para salir delbache basta con bajar al trastero para desempolvar a Patxi López, el pequeño Lehendakari.
- Patricio González
El enemigo está dentro
Y el adversario es el que está en frente. Esas palabras eran las que ledecía Winston Churchill a un joven parlamentario que se sentó a su lado y que le comentaba que estaba muy contento de estar justo allí con él y enfrente del enemigo.Pues esto mismo es lo que está ocurriendo con el PSOE en Algeciras y las decisiones que ha tomado sobre los expedientes de expulsión al Presidente de la Mancomunidad y portavoz municipal , Juan Lozano, junto con el también diputado provincial, Daniel Moreno y las concejalas Esperanza Montes e Inmaculada Marfil, todos ellos alineados con Juan Lozano quien se ha negado a dejar la portavocía del PSOE en el Ayuntamiento de Algeciras.El trabajo de la oposición es el de la fiscalización y control del trabajo del equipo de gobierno pero si se están matando entre ellos, difícilmente pueden llevar a cabo ese trabajo de fiscalización.No estoy a favor ni de unos ni de otros pero como ciudadano el temame importa y mucho porque la falta de fiscalización conlleva la propia relajación de quienes nos gobiernan y esto va en contra también del trabajo, en general, del propio Ayuntamiento de nuestra ciudad.Por otro lado, el hecho de querer destituir al Presidente de la Mancomunidad de Municipios de nuestra comarca del Campo de Gibraltar, significa que ellos mismos les están diciendo a los ciudadanos que ni el Presidente ni la Mancomunidad están funcionando en unos momentos en los que necesitamos la unidad de toda la comarca.Quitar al Presidente de la Mancomunidad podría suponer la desaparición, de hecho, de la propia institución totalmente desprestigiada.Sería el momento de la intervención del Secretario provincial y Alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix , para apacigüar los ánimos y anteponer las instituciones y su funcionamiento a las guerras de familia que tanto daño se hacen y hacen al funcionamiento, en general, de las instituciones.Y sobre todo, los trapos sucios tienen que lavarse dentro de casa porque la imagen que se está dando es penosa.
Algeciras, 21 de julio de 2022
Patricio González
- Más de cien mil personas han muerto desde que conocimos la existencia de la Covid y a causa de la enfermedad que genera ese coronavirus. Cien mil personas. Y muchas más las que han quedado heridas para siempre, o por las secuelas de la enfermedad, o por la pérdida de seres queridos.La Covid ha arrancado vidas de cuajo, ha arrancado ilusiones, ha arrancado esos buenos momentos que ya no se tendrán, esperanzas y amores sentidos o por sentir. La Covid nos ha cambiado la vida de muchas formas, en todos los aspectos y en todos los sentidos.Llevamos ya muchos meses viviendo con los sentimientos a flor de piel. Nos hemos emocionado aplaudiendo a los sanitarios, recordando a los muertos, o celebrando a esos bebés que han llegadoa este mundo en estos momentos delicados. También hemos sufrido viendo cómo muchos perdían sus trabajos; cómo otros los conservaban gracias a auténticos empresarios de raza, esos que lo son de verdad y que trabajan duro para crear riqueza, empleo y prosperidad. Hemos llorado sin consuelo al conocer la noticia que más alegrías ha traído a este mundo en las últimas décadas: la creación de las vacunas y su enorme eficacia ante el coronavirus, hemos celebrado la vida como nunca antes porque hemos sentido el aliento de la muerte en nuestra propia nuca.La pandemia ha servido para que sepamos que nuestra arrogancia y nuestra estupidez han llegado a límites asombrosos. Nos creímos dioses poderosos como la propia naturaleza, aunque en realidad somos como las plagas de insectos que tratamos de erradicar nosotros mismos. La pandemia ha servido para que sepamos que los límites existen y que estamos a punto de llegar hasta ellos. Somos mortales y lo habíamos olvidado.La pandemia ha servido para que sepamos que podemos creer que somos capaces de mejorar. Los malos momentos nos sirven para pensar que somos capaces de amar, de empatizar, de ayudar… Y sirven para que sepamos que es falso, que no aprendemos con facilidad, que no mejoramos de un día a otro. Nos sabemos la teoría, pero no la práctica.Sea como sea, es emocionante pensar en la cantidad de personas queya no están porque hicieron lo que tenían que hacer en los hospitales, en la cantidad de ancianos que no pudieron hacer nada que no fuera sobrevivir como fuera o morir solos; emociona saber que, a pesar de todo, hay más gente buena, entregada y sincera, que los que negocian o politizan incluso el dolor de todos. Sea como sea, tenemos la esperanza entre las yemas de los dedos y seguimos creyendo en nosotros mismos. Sea como sea, saldremos de esta mejor o peor.
- El coronavirus nos ha robado los abrazos prometidos, los deseados, los debidos y los obligados, a todos aquellos a los que hemos querido tanto. Sin remedio, sin compasión. Y el coronavirus ha impuesto la ley del llanto que llega para celebrar, parar despedir, para echar en falta o para demostrar una emoción que nunca falta a pesar de todo.
- Algeciras, 19 de julio de 2022
Patricio González
La mente sigue funcionando- El compromiso de escribir cada día de un año cualquiera de nuestrasvidas, motiva tener la mente ejercitada y preparada para poder seguir transmitiendo a través de la escritura lo que sucede en la actualidad en el mundo.
Un mundo, que insiste en seguir siendo desigual e injusto, donde el poder del ser humano sigue siendo destructivo con el medio ambiente y en su lucha en las conquistas delas fronteras a través de las guerras bacteriológicas y de armamentos que siguen siendo negocios para muchos países del mundo.Del mismo modo, Ucrania sigue siendo el “matadero” de miles de personas de una guerra cuyo invasor es Rusia, liderado de momento por Putin, que parece no dar marcha atrás en su paranoia de destruir un país abierto a la democracia y la paz. Sin duda, la reciente cumbre Alianza Atlántica OTAN llevada a cabo en Madrid, resultó ser todo un éxito, pero especialmente para que Rusia o las fuerzas militares que lidera Putin, observen que Ucrania no está sola. - Es decir, Europa está más reforzada y unida que nunca.Por otro lado, y como escribía al principio del presente artículo refiriéndome a lo personal, lo importante es que mi mente sigue estando activa y con ganas de seguir colaborando con el mundo a través del poder la escritura.
- Cierto es, que escribir para la opinión pública no es tarea fácil, pero mucho menos contentar a todo el mundo. Y eso es lo bueno, pues de lo contrario si todos pensáramos igual la escritura convertida en información no tendría sentido ni emoción. Sin duda, vivimos tiempos complejos y difíciles, pero así funciona la vida del ser humano en el planeta tierra. Somos lo que somos y no podemos cambiar, pese al intento de hacerlo. El Tercer mundo sigue estando ahí, pero los ojos del mundo occidental parecenno querer abrirlos. Mientras tanto, los contagios por el coronavirus siguen haciendo estragos en la sociedad , aunque con menos intensidad y muertes. Posiblemente las vacunas administradas en su momento motivaron frenar ese virus nacido en un lugar del planeta tierra. Bien a través de un laboratorio humano o por la transmisión de algún animal. Lo cierto es, que de momento las fiestas populares ya han salido nuevamente a las calles. Romerías, Carnavales y verbenas se han convertido en las nuevas baterías de motivación para que la gente saliese nuevamente a la calle para recuperar su espacio y libertad. Por último, el cerebro sigue estando activo como si de un volcán en su actividad funcional se tratase.
- Ejercitar la mente es un compromiso y deber que tenemos que tener muy en cuenta para nuestra salud. Es por ello, que uno se puede sentir un privilegiado a la hora de escribir para la opinión pública de lo que acontece actualmente en nuestra sociedad.
- Algeciras, 18 de julio 2022
- Patricio González
Las propuestas del Presidente
Las puestas en escena en debates como el vivido esta semana en el Congreso resultan en ocasiones sobreactuadas en el Debate sobre el estado de la Nación. No hay más que repasar las declaraciones el martes de la ministra de Hacienda, que se deshacía en elogios ante el discurso de su jefe de filas, Pedro Sánchez, y que ponía por las nubes las medidas fiscales anunciadas. Se le olvidó, eso sí, reconocer que gran parte de ellas eran las mismas medidas que hasta 48 horas antes ella misma descartaba.
Podríamos incluir lo de Gabriel Rufián subiendo al estrado para enseñar unas balas que, según dijo, se utilizaron en la valla de Melilla ante el asalto de miles de inmigrantes. Puedo entender el enfado del presidente y los suyos pero tampoco entiendo que el personal en general se rasgue las vestiduras. Lo digo porque parece que sí se puede subir a la tribuna para hablar de muertos de uno y otro bando en esta España fracturada en la que vivimos y, sin embargo, no de los fallecidos en plena frontera.Pero dejemos las formas y vayamos al contenido: Sánchez se ha reconciliado con Podemos y gran pare de quienes lo hicieron presidente con una batería de medidas que incluye casi como acciones estrella dos impuestos nuevos. Uno ya lo conocíamos: el quegrava los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas. Y otro es el nuevo: el que se aplica sobre el mismo concepto en el casode los bancos. O de los grandes bancos, como si en España quedasen muchos bancos pequeños o decenas y decenas de cajas de ahorros…Se trata de una imposición sobrevenida que, a falta de ver la letra pequeña, tiene una difícil justificación y, sobre todo, porque puede derivar en un perjuicio no solo para los accionistas -como ya se vio elmartes- sino para empleados e impositores, es decir, en los propios ciudadanos. ¿O es que alguien cree que la banca no va a repercutir el nuevo gravamen? Tres cuartos de lo mismo cabe decir sobre los que ahora, en un contexto de subida de tipos, estén pensando en acudir de nuevo al banco a pedir un préstamo: ya pueden ir haciendo cuentas porque fácil no lo tendrán ni mucho menos.Al margen de la imagen de país con escasa seguridad jurídica que suponen estas figuras fiscales y al margen de que la decisión deberíaser homogénea en la UE para evitar una deslocalización de los ahorros, cabe preguntarse por qué a la banca y no a otros sectores. ¿Por qué no a las navieras que se hacen de oro trayendo ahora gas de EE UU? ¿O a las empresas de armamento que aumentarán sus ingresos si finalmente se incrementa en 2.000 millones el presupuesto de Defensa? Y si el turismo sigue cómo va, ¿también le tocará pagar un impuesto extra?.
Algeciras, 15 de julio de 2022
Patricio González
el Covid
475 muertos por Covid en los últimos tres días y una incidencia a catorce días que supera los 1.200 contagios.
Y todo esto teniendo en cuenta que se trata de cifras que no son, en absoluto, reales. Las nuevas variantes de Ómicron están haciendo estragos y quienes nos gobiernan no se quieren enterar por lo que queda claro para todos es que no habrá restricciones.Y no las habrá ahora, y no las habrá en todo el verano… ¿Lo justifican los datos?. Los datos no lo justifican pero, en realidad, da igual. Después de lo que hemos vivido en los últimos meses y a menos de un año de las elecciones autonómicas y locales y hasta posiblemente, generales, casi ningún gobernante o aspirante a serlo en 2023 quiere aparecer ante los ciudadanos como el responsable devolver a las restricciones, como las de recuperar el uso obligatorio de mascarillas en interiores o limitar aforos.Eso tuvo un coste político importante para quienes gestionan lo público y ahora parece un lujo. Debe ser que saturar los hospitales y arriesgar vidas de los ciudadanos es un lujo que sí nos podemos permitir.Con todo, siempre apelan a lo mismo, a la responsabilidad personal de cada uno y así quitarse el muerto ellos cuando, en realidad, no se trata de ir contra nada ni contra nadie porque estamos en plena época de vacaciones pero no puede ser suficiente con recomendar mascarillas en interiores o en grandes aglomeraciones porque estas recomendaciones no se cumplen. Hace sólo dos días en plena calle Convento de Algeciras, éramos dos personas las que llevábamos mascarillas. Sólo hay que ver cómo estaba la Feria de Algeciras y los contagios que llenan, ahora, el Punta Europa. Ahora vendrá La Línea o simplemente echar un vistazo a Pamplona.No se trata de quitar nada ni de suspender nada. Se sigue con el verano y con las fiestas, pero todo ello con mucho cuidado. CUATROCIENTOS SETENTA Y CINCO MUERTOS es una cifra aterradora y parece que el Gobierno central y las comunidades no van a hacer nada más que recomendaciones, así que tenemos, otra vez, que hacerlo nosotros mismos.
Mucho cuidado. Id a todos los sitios que creáis pero con cuidado , con el mismo hidroalcohol que hemos usado y con las mascarillas en sitios conflictivos porque nos dicen que los contagios serán leves pero, desde luego, eso se lo pueden decir a los familiares de estos últimos 475 fallecidos.
Cuídense todos.
Algeciras, 11 de julio de 2022
Patricio González