Siete mil mujeres entraban cada día a trabajar en Gibraltar en los años 40 y volvían a sus casas como es habitual, actualmente también, en La Línea, Campamento o Puente Mayorga al atardecer.
El 19 de Diciembre de 1948, hace ahora 75
años, una de ellas, Clotilde Mota López de 49 años de edad, no regresó.
Trabajaba como empleada de hogar en la casa
de Mr. Eugene Howes en 57 Governor’s Street,
conocido como “El Patio Aragón”.
Aquel día, sobre las seis de la tarde le
tocaba limpiar los cristales de las ventanas que daban al patio de vecinos.
Colocó una escalera sobre la cristalera y al subirse, la ventana se abrió y
cayó de lado al patio desde el primer piso, con la escalera con ella, golpeándola.
La señora Concepción Howes al verla caer, comenzó a gritar horrorizada y cogió
una toalla con la que otro vecino y Mr.
Arthur Moberley intentaron taponar la
brecha de la cabeza junto al oído y utilizando la escalera a modo de parihuela
la llevaron al cercano Hospital Colonial internándola en la sala Godley donde el
Dr. Cochran diagnosticó fractura en la base del cráneo, muy grave, según reflejó
en su informe el policía Kenneth
Houseman.
El agente de la Policía gibraltareña sargento Gustavo Benvenutto levantó el atestado recabando todos los detalles, después de ser avisado por el inspector de policía Anthony J. Lodo, quién entre otras cosas, escribió en su informe: “A eso de las 6 p.m. del 18 de diciembre de 1948, mientras estaba en la calle Governor’s, me encontré con una multitud de personas muy excitadas, en la entrada del número 57 de Governor’s Street. Escuché una voz que decía «se ha matado, se ha matado», «she is dead, she is dead». Entré de inmediato y cerca del extremo más lejano del patio, vi el cuerpo de una mujer tendida boca arriba, con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda. Había un trapo (paño amarillo) a aproximadamente una yarda de distancia de ella, y también una escalera (de 8 pies de largo) a unas dos yardas a su derecha. Estaba descalza, sus zapatillas estaban a unas dos yardas, al sur de su cuerpo. También había algo roto, colgando suelto.
La examiné. Estaba en estado de coma, su rostro estaba
muy pálido y la sangre fluía de su oreja izquierda”
. Joshua Hassan era el abogado, (que luego sería primer ministro de Gibraltar) entonces funcionario que redactó el acta judicial.
En los periódicos locales El Calpense y
Gibraltar Chronicle se publicaron sendas notas informando del triste suceso
La trabajadora española en Gibraltar, casada y
con 4 hijos. Clotilde Mota López, de
religión católica romana recibió
sepultura en el cementerio católico de Gibraltar donde este pasado domingo 17
de diciembre de 2023, su nieta Clotilde que lleva dicho nombre en su honor,
acompañada de otros nietos y familiares, leyó ante su tumba un emotivo
pensamiento de recuerdo en el que entre otras cosas, hace alusión al olvido de
su trágica muerte y le dice:
“Querida abuela Clotilde,
En el lecho de tu humilde tumba, donde yaces
ya 75 años, has gritado al mundo la injusta ignorancia en la que tu muerte se
sumergió y fue olvidada.
Hoy gracias a la labor de una gran persona que
se apiadó de ti, de tu muerte y de tu historia de vida, hoy estamos aquí tus
nietos y tus biznietos que te aman, que hoy te recuerdan ante tu tumba para
decirte que ya nunca estarás sola en la tierra que te cubre, porque por fin ya
ellos te conocen y saben lo que te pasó”.
Al
celebrar los 75 años de aquel trágico suceso, los familiares asistieron a una
misa en la cercana parroquia de Santa Teresa, junto al cementerio de Gibraltar,
oficiada por monseñor Charles Azzopardi, que también es el Rector del Santuario
de Nuestra Señora de Europa, de tanta devoción en Gibraltar, que tuvo unas
palabras de saludo a los familiares y de recuerdo a la primera y única
trabajadora española fallecida en accidente de trabajo en Gibraltar.
Luego,
en la sede de la Asociación Cultural de los Trabajadores Españoles en Gibraltar,
en La Línea de la Concepción y con la asistencia de su presidente, Salvador
Molina, los familiares, llegados desde Barcelona, Málaga, Marbella, Estepona y
de La Línea donde algunos de ellos son trabajadores españoles en Gibraltar, el
abogado gibraltareño que ha recopilado toda la documentación con la que ha sido
posible reconstruir con todo detalle el
trágico sucesos donde fallecía la primera trabajadora española en accidente de
trabajo dentro de la ciudad de Gibraltar, mostró documentos y fotografías,
incluso del pase de trabajo que le permitía a Clotilde Mota cruzar cada mañana
para trabajar en Gibraltar.
La
Familia agradeció el relato y la diligencia con que las Cortes de Gibraltar
(Juzgados) han facilitado los documentos tan ansiados por la familia para saber
que es lo que le pasó a Clotilde Mota
La información facilitada y la exhibición de documentos y pruebas de aquel accidente de trabajo olvidado de la memoria, motivó momentos de emoción y de lágrimas: “pobrecita mi abuela, se oyó decir” mientras algún pañuelo secaba el rostro.
El
presidente de la Asociación C. de los Trabajadores Españoles en Gibraltar
ASCTEG, Salvador Molina, se lamentó de que hasta ahora, cada primero de mayo,
se ha rendido homenaje al trabajador español en Gibraltar en el monumento que
existe a la entrada, frente a la frontera, donde un trabajador con su bicicleta
y su bolso donde llevaba el almuerzo, aparece junto a una de aquellas clásicas
bicicletas que por miles cruzaban cada madrugada, desde las 6 de la mañana en
que se abrían las puertas de la frontera. “Nos hemos olvidado de las mujeres y
eso lo tenemos que remediar”, aseguró el presidente de Ascteg.
Salvador Molina sacó de su despacho unos bocetos
realizados por el escultor Bernardo Martínez Torres, de Los Barrios, donde se
muestra a una mujer trabajadora de la época, con su bolso en la mano saliendo
de trabajar en Gibraltar y otro boceto donde la Mujer Trabajadora comparte
pedestal con el actual Trabajador Español en Gibraltar, aunque, señala el
presidente de Ascteg, que la idea es unificar las dos figuras en un solo
monumento, sobre un atractivo pedestal que cuente con iluminación y plantas con
riego por goteo, aunque ello suponga un aumento del coste.
En
la sociedad machista que imperaba en el pasado siglo, solo se había pensado en
el Trabajador Español en Gibraltar, olvidando que antaño con 7.000 mujeres y
hoy con un alto porcentaje de mujeres también en ese censo de más de 15.000
personas que cada día cruzan la frontera para trabajar en Gibraltar, la mujer
juega un papel muy importante.
En la
novela “Las Expulsadas” escrita por la periodista María Jesús Corrales,
corresponsal del “Gibraltar Chronicle” en España, se narran de forma amena y novelada, la mil vicisitudes de
aquellas siete mil mujeres que trabajaban en Gibraltar, hasta que un día de la
noche a la mañana y muchos meses antes del cierre total de la Verja y por orden
de Franco, se les quitó el pase de
trabajo y el pan de cada día que llevaban a sus hogares en La Línea, Campamento
y Puente Mayorga.
Ahora,
el recuerdo a aquella primera trabajadora muerta en Gibraltar, que pudiera ser
la única fallecida trabajando en el Peñón y allí enterrada, gracias a la
cooperación de las autoridades gibraltareñas, ha reavivado la necesidad de
rendir tributo también a la trabajadora española en Gibraltar, con ese
monumento en la Frontera.
Un
monumento, cuyo proyecto, según el presidente de Ascteg, se quiere presentar a las autoridades de España,
como el alcalde de La Línea, presidenta de la Mancomunidad y de Diputación e
instituciones de Gibraltar (Gobierno de Gibraltar, Bufetes de Abogados de
relieve como Hassans and Partner, etc. y empresas empleadoras de mujeres trabajadoras
españolas como Gibunco-Bassadone, MacDonald, etc etc), para recabar las
aportaciones necesarias que puedan hacer posible sufragar el alto coste de
realizar el monolito.
El
recuerdo de una trabajadora tristemente fallecida en accidente laboral en
Gibraltar hace ahora 75 años ha puesto de relieve que la mujer también es
importante en la prestación de servicios a Gibraltar y que merece estar
representada en el monumento al trabajador español en Gibraltar. Sería lo
justo.
La
tragedia del fatídico accidente laboral de Clotilde Mota López, que nadie
conocía, puede ser ahora, el acicate para que la mujer que cruza la frontera a
diario para trabajar, también tenga su reconocimiento público.
Texto José Luis Yagüe Ormad de Bernabé
Fotos de Rafa Jurado-FOTOSOL y
de documentos facilitados amablemente por los archivos de La Corte de Gibraltar.