del Campo de Gibraltar
No hay otra, como no seamos fundamentales para apoyar unos presupuestos o dar estabilidad a un gobierno, no hay nada que hacer porque nosotros los andaluces tenemos sesenta diputados que deberían representarnos en el Congreso de los Diputados que es donde se tiene el poder y donde se deciden todos los temas fundamentales de España, pero no es así, los sesenta diputados andaluces sólo están en el Congreso para levantar la manita y votar lo que sus respectivos partidos les ordena. Los del PSOE para votar lo que diga Sánchez, los del PP para votar lo que diga Feijoo y así sucesivamente.
De esta manera, no hacemos nada y por eso empiezan a aparecer partidos o plataformas que quieren defender a su tierra. La primera de ellas ha sido TERUEL EXISTE. Ahora, ESPAÑA VACIADA con vocación de presentarse a las Generales y tratar de sacar el mayor provecho posible para su tierra, esa España abandonada.
En el caso de Andalucía se ha constituido un grupo de diferentes partidos encabezado por Esperanza Oña(PP) y contando con compañeros del resto de partidos del Parlamento Andaluz y cuya fin es la defensa de la dignidad animal. También forma parte del mismo , Javier Pareja (Ciudadanos) y Luz Marina Dorado (No adscrita, Adelante Andalucía), además del ex parlamentario de Los Verdes, Francisco Garrido. Este grupo ha creado una asociación parlamentaria (Prodía), al margen de los partidos y a favor de la protección y dignidad animal.
A mi me parece fenomenal, pero se podía crear un grupo parecido de todos los partidos en defensa de la dignidad de los andaluces. Ahí no, ahí, cada uno a los suyo.
Y dentro de Andalucía, estamos nosotros, el Campo de Gibraltar con el primer puerto de España y el primer polígono industrial de Andalucía y nuestra comarca se encuentra totalmente olvidada en cuanto a inversiones de infraestructuras, fundamentalmente, el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla, el desdoble a Tarifa y plan de formación para que no seamos la mano de obra barata de las empresas de la Comarca.
Y esto solo se puede conseguir siendo decisivos en el Congreso. Y para ello hace falta un líder en esta comarca que sea capaz de reivindicar y de conseguir un escaño o dos que nos sirvan para poder ser decisivos en el Congreso. Es triste que esto sea así, pero es que si no hace así nos comen las hienas que se llevan la parte importante de los Presupuestos y nosotros nos quedamos fuera del tren , tren que ni siquiera tenemos. ¡Vamos a buscarlo! Porque nosotros somos LA COMARCA OLVIDADA: El Campo de Gibraltar
Patricio González
Ex Alcalde de Algeciras por el PA
Esto es lo que hay
Hagamos, aunque de forma improvisada y a riesgo de dejar elementos en el tintero, una especie de inventario de hechos conocidos en los últimos meses y en los que se pone en evidencia que la fiscalización del poder público funciona. Mejor o peor, pero funciona.
Tenemos, por ejemplo, a un presidente del Gobierno con su esposa y su hermano investigados en sede judicial. Una investigación que se centra, en el primero de los casos, precisamente en determinar si ella se benefició de la condición de ser ‘esposa de’, unas pesquisas que ya han llegado hasta cargos de confianza de la mismísima Presidencia del Gobierno. Y en el marco de esa investigación, hemos asistido a algo sin precedentes en democracia: la toma de declaración en Moncloa al presidente en calidad de testigo, con el jefe del Ejecutivo ejerciendo actuaciones contra el juez y viendo cómo estas decaían en las instancias judiciales.
Tenemos nada menos que al mismísimo fiscal general del Estado investigado por el Tribunal Supremo, con cita ya fijada para declarar y con varios de sus subordinados igualmente imputados. Una investigación que también se orienta a las conexiones presuntas con el poder político y en concreto con la Presidencia del Gobierno y el Partido Socialista.
Tenemos a un exministro y exsecretario de Organización del partido que gobierna bajo la lupa del Tribunal Supremo y a un paso de que el pleno del Congreso dé el plácet para que continúe en esa instancia la investigación. En este caso, hablamos de presunta corrupción, con varios altos cargos que lo fueron o los que siguen siendo en el radar de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Tenemos también a la pareja de una presidenta autonómica sometida a una escrupulosa (como debe ser) inspección fiscal que deriva en una causa judicial por presunto fraude y que lo coloca también bajo la lupa de la Justicia.
Tenemos comisiones de investigación sobre contratos públicos abiertas en el Senado y varias autonomías. Por allí están desfilando altos cargos públicos y orgánicos de partidos, además de empresarios, técnicos, funcionarios y profesionales de todo tipo que declaran bajo la obligación de decir la verdad.
Y hemos asistido, incluso, a cómo se escrutan la vida, obra y negocios del que fue jefe del Estado y las implicaciones en sus sucesores, incluyendo a quien ostenta la corona.
Dicho todo lo anterior, ¿cabe concluir que esto es una dictadura? Parecerlo, al menos, no lo parece.
Patricio González