No hay que estar obligatoriamente en la constelación de las Estrellas Michelín para saber cocinar, maridar y ofrecer una sinfonía de sabores gratos, atractivos al paladar más refinado, con un servicio profesional que sepa transmitir al comensal lo que la cocina ha elaborado con tanto esmero y ciertamente, con tanta imaginación.
La Academia Gastronómica de Marbella se ha llevado una grata sorpresa, al encontrar en una de esas típicas callejas que desde La Alameda, por la Plaza del Africa, llevan a la Plaza de los Naranjos, la calle Pantaleón, lo que aparentemente podría parecer una tasca llena de tipismo en la Tienda de Casa Curro, ocupando los portales 5 y 7 de esa estrecha calleja.
Ha cuidado Curro (Francisco Rodríguez) el propietario, estar a la altura y el nivel que demanda su pueblo: Marbella.
Y rodeado de un excelente equipo profesional se he metido de lleno en el mundo de la innovación, de la cocina creativa, de ofrecer esa sinfonía de sabores que te sorprende.
La Academia Gastronómica de Marbella se sentó en los altos taburetes del más puro estilo de tasca típica, para darse cuenta, de inmediato, de que La Tienda de Casa Curro, en el corazón de la Marbella antigua, es algo de mucho nivel gastronómico.
El joven doctor Andrés Sánchez Yagüe, un experto en medicina digestiva de bien ganada fama internacional, por sus conocimientos, estudios y experiencia, que está liderando la integración de jóvenes empresarios y técnicos en la rama jóven de la Academia, había conocido días antes lo que se cocinaba en la Tienda de Casa Curro. “La Academia, que está visitando restaurantes de todo tipo que dan prestigio y esplendor a la marca Marbella-pensó- ha de venir a conocer y valorar lo que se hace en este rincón o más bien, en este callejón del Casco Antiguo de Marbella”.
Y así fue como los académicos ocuparon sus taburetes, para comenzar con el aperitivo de un fino, de Jerez y una manzanilla en rama de Sanlúcar, bien fría. Raúl Villabrille Velasco, actuando como un experto sommelier, buen conocedor de la Bodega y de los acertados maridajes, explicó el porqué de cada vino, de cada cosecha.
Daniela, atendiendo el servicio de mesa explicó que era aquel primer plato: Una tosta de pan cristal con filete de ventresca de atún y un huevo de codorniz. Una mezcla muy grata, que se paladeó con cierto regusto.
Se sirvió un Roca Madre Godello bien frío para acompañar un tartar de gamba roja, que sorprendió por sus matices, mezcla del tomate cherry y delicadas especias.
Los camareros, César y Raúl, descorcharon un cava Cloe, malagueño, de la Serranía de Ronda, elaborado por la familia Losantos, para acompañar una exquisita ensaladilla trufada, con diferentes matices de sabor.
Todos los platos eran excepcionales, pero cuando llegó el centollo, causó sensación. Sabor pleno al centollo, pero en una tortilla vaga, que mezclaba muy bien los sabores y los matices, sin perder el principal sabor al exquisito marisco. Un plato, como todos los que se estaban sirviendo, de gran nivel y muy bien maridado con el cava.
Otro plato del más alto nivel gastronómico, donde el chef Omar Pérez Pazos se lució, junto a su equipo de cocineros, Roger Angulo y Yaiza Jiménez, sin olvidar a Simona, fue el Bacalao confitado con encurtidos y leche de tigre, algo exquisito.
Un tinto Km. 3 de uva tempranillo, embotellado especial para Casa Curro, abrió el turno a las carnes con un Steak tartar de vaca nacional donde la guindilla y el picante abrieron el apetito y el poder saborear el tinto.
Algo tan de la cocina andaluza como es el rabo de toro, llegó con su salsa característica al vino acompañado de pimientos, una cebollita francesa glaseada y un puré de “patata rota”, que se agradeció.
La tabla de quesos, fue sorprendente por la selección elegida: 4 variedades de queso andaluz, a cual más exquisito. Tocaba maridar con los quesos, un excelente oloroso Palo Cortado, de Montilla, muy frio, que se alternó
con un vino de licor trasañejo malagueño que sirvió también para dar paso al postre: Bizcocho de chocolate 70% sobre salsa blanca y sorbete de mango.
El café y la sobremesa, sirvieron para comentar la agradable sorpresa de ese gran menú digno de la más alta estrella y que demostró como en Marbella es posible encontrar sitios con una gran cocina, como en la Tienda de Casa Curro, donde el turista y el residente, extranjero o nacional pueden disfrutar de una amplia panoplia de variedades de cocina, de calidad del producto, de elaboración y buen servicio.
Algo que es indispendsable para que Marbella siga estando en el mas alto nivel internacional.
Si piensan repetir este menú largo u otra sugerencia similar o simplemente alguna ración suelta propuesta por la cocina o por su chef Omar Pérez Pazos, se recomienda reservar al 952 779 798 o el 675 974 431.
Hay que felicitar a CURRO por una cocina tan atrevida, que descubre nuevos, arriesgados y exquisitos sabores, junto a lo tradicional. Merece también felicitaciones el autor de la crónica que ha sabido transmitir no sólo la semántica de la palabra sino el gusto y el olor de los platos y los caldos en un perfecto maridaje oral. Enhorabuena a CURRO y a JOSÉ LUÍS YAG»UE.
Hay que felicitar a CURRO por una cocina tan atrevida, que descubre nuevos, arriesgados y exquisitos sabores, junto a lo tradicional. Merece también felicitaciones el autor de la crónica que ha sabido transmitir no sólo la semántica de la palabra sino el gusto y el olor de los platos y los caldos en un perfecto maridaje oral. Enhorabuena a CURRO y a JOSÉ LUÍS YAG»UE.