El Ministro de Desarrollo Económico gibraltareño, Sir Joe Bossano, recalcó que espera que el día en que Gibraltar ocupe su posición legítima entre la familia de naciones sea con el apoyo de España como vecino amistoso. Bossano pronunció estas palabras en el seminario regional auspiciado por el Comité Especial de Descolonización (C24) que está en curso en Saint George’s, la capital de la isla caribeña de Granada.
En un denso discurso [adjunto], el ministro repasó la historia del esfuerzo descolonizador de la ONU en cuanto a Gibraltar, aportando varios matices novedosos.
Aludiendo a la cuestión de la integridad territorial, Bossano explicó que las varias declaraciones y resoluciones de la ONU al efecto se referían a la integridad de los territorios a descolonizar y no a la integridad territorial de sus vecinos, siendo imposible una aplicación retroactiva en el caso de Gibraltar a un hecho sucedido en 1704.
Esto lo confirma el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre las Islas Chagos, separadas por el Reino Unido de su colonia Mauricio y no descolonizadas, y que, según el fallo, deben ser reintegradas a Mauricio para restablecer su integridad territorial. Bossano anotó también que la prohibición de fragmentar un territorio a descolonizar se aplicaría de la misma manera al istmo de Gibraltar, reclamado por España, pero incluido por el Reino Unido cuando introdujo a Gibraltar en la lista de territorios a descolonizar en 1946.
El fallo sobre Chagos, cuyos habitantes fueron deportados contra su voluntad por el Reino Unido, hizo reflexionar a Bossano sobre la población de Gibraltar, residente en el Peñón desde 1704, y que al igual que la población de Chagos, llegó a su actual patria de varias procedencias. El derecho de los chagosianos a su patria ha sido reconocido por el CIJ.
Refiriéndose a los argumentos de España en los foros de la ONU sobre el pernicioso efecto económico de Gibraltar sobre la región del Campo de Gibraltar, Bossano explicó que quedaban desmontados: por una parte, por el ofrecimiento de España a salvaguardar y respetar el “denostado” sistema económico y tributario gibraltareño si el Peñón aceptaba la cosoberanía, ofrecimiento rechazado de plano por el gobierno calpense. Y mucho más ahora que España ha firmado un tratado fiscal sobre Gibraltar en el que reconoce plenamente la instituciones fiscales, legislativas y ejecutivas gibraltareñas y el estatus, británico, pero jurídicamente distinto, del gibraltareño.
“Si esto supone el fin de las acusaciones respecto a que, de algún modo, estamos socavando los ingresos fiscales de España y dañando la economía del territorio circundante, cuando la realidad es la contraria, nos sentimos satisfechos de darles tranquilidad acordando estas medidas.”
Bossano califica los acuerdos firmados como “señal prometedora del tipo de naturaleza que nuestras relaciones deberían tener.”