Aquellos ruidos, voces y gritos le aturdían y mareaban . Honorato que así se llamaba el protagonista de nuestra historia , buscaba con cierta ansiedad el silencio que le permitiera reflexionar y encontrarse consigo mismo. Se había propuesto transformar su realidad , convirtiendo un mundo escandaloso en un lugar sereno y hasta cierto punto silencioso que le permitiera reflexionar sobre lo que sucedía y lo que deseaba de cara al futuro .
El estruendo permanente de la realidad no se lo permitía, y le impedía comunicarse con calma y serenidad con los demás para hacerse oír y escucharlos, para pactar y conseguir nuevos logros y anular lo que los destructores de ilusiones y esperanzas intentan abrir al mundo.
El silencio tiene el poder de nos conduzcamos en la dirección correcta, de concentrar todas nuestras fuerzas en construir realidades positivas y mostrar lo mejor de nosotros mismos, de encontrar las mejores ideas para vencer las dificultades, de enterrar los rumores y andar con los pasos de la verdad.
Debemos admitir en nuestra introspección que no podemos crecer sin limites , y que podemos aspirar a aquello para lo que somos capaces, y no querer tener de todo o ser más que los demás. La autocracia es el peor de los caminos para poder entender lo que nos ocurre y superar la confusión y el desasosiego.
Tener la tranquilidad y la concentración para adentrarnos en nuestro interior y descubrir lo que se mueve en nuestro exterior, aprovechar el silencio buscado para encontrar ideas y palabras para expresarlas , sin perder el humor y la curiosidad para anclarnos a la vida y que nuestros tiempos de parálisis y retrocesos, lo sean de avances y progresos,.
Acompañados de nuestro amigo el silencio, experimentamos vivencias y recuperamos recuerdos que nos hacen gozar de lo que cabe en un instante, encontrando en los textos que somos capaces de leer toda la profundidad psicológica que puede haber en lo aparentemente simple.
También podemos sufrir y ser protagonistas del silencio no querido y deseado, porque es impuesto por no tener nada que decir, lo que no parece inadmisible, al igual que mantener la equidistancia y la neutralidad, mientras que haya individuos que limiten nuestros derechos o nos discriminen en el ejercicio de los mismos.
Las redes sociales han cambiado la cultura de la comunicación, y el poder del silencio a través de diferentes pantallas , y los hay quienes sostienen, y tal vez no les falte algo de razón, que los escritores tenemos algunos gramos de locura incorporados , para adentrarnos en mundo misteriosos , transgredir el tiempo y el espacio o inventar personajes estrafalarios que nos hipnotizan y nos sorprenden.
Nuestro tesoro es el lenguaje , con el que amamos y odiamos, y experimentamos lo extraño y maravilloso , que es mirar las cosas y las situaciones desde fuera y desde dentro, y ser capaces de decir mucho con una sola palabra o no transmitir nada por muchos vocablos que empleemos.
Vemos como lo esencial puede ser visible a nuestra mirada , mientras que lo superficial no somos capaces de verlo aunque nos lo pinten de muchos colores o nos aburrimos soberanamente aunque nos lo repitan mil veces en todos los tonos y tenemos la impresión de estar envueltos en un estribillo sin fin.
En nuestras contradicciones y conversaciones con nosotros mismos en la ceremonia del silencio, , empezamos a planear lo que haremos a medio y largo plazo, cuando no sabemos que nos ocurrirá en unos minutos.
Juan Antonio Palacios Escobar
Las Borracheras del Poder
Es frecuente observar , en quienes han accedido a responsabilidades públicas que cuando el poder y la gloria les llegan demasiado pronto , les embriagan y emborrachan , mientras que si lo alcanzan en tardías edades les suele enloquecer . Esto que no tiene porque ser una regla incuestionable , si es constatable si contemplamos la realidad , desde la más lejana a la más cercana.
Si realmente manda el ciudadano , deberíamos poder intervenir en cualquier momento para poder expulsar de la vida política a aquellos que una vez elegidos por la comunidad , pierden el sentido de la realidad, se emborrachan o enloquecen y no tienen conciencia de que solo son instrumento del poder del pueblo , en un determinado momento, y creen que sus alucinaciones son el poder en sí mismo.
En esta borrachera loca o embriaguez esquizofrénica, se vuelven erráticos, oscuros y peligrosos, olvidándose de la ciudadanía siendo solo capaces de ver a través de sus propios ojos, oír a través de sus oídos y no pueden ni tan siquiera suponer que a los demás les asista la razón .
Se alarman , enfadan satanizan y acusan a todo aquel que opine de manera distinta, gritando proclamas , pero no ofreciendo me dios, y los que no tienen medios, les invaden los miedos. Y en su irrealismo se preguntan con manifiesta soberbia ¿Es que estos atrevidos e ignorantes mortales no se dan cuenta de quién soy?
Aunque se crean unos magníficos , no dejan de embrutecerse e intentan entontecernos con problemas y debates que no les interesa a nadie. Son en el fondo y en la forma seres dignos de atención y tratamiento. Parecen no ser en el fondo nadie , para procurar ser alguien en la apariencia, y viven continuamente procurando estimularse con argumentos contra el pesimismo.
Se instalan en la superficialidad de la foto sin contenido o el titular escandaloso pero inútil, que alimenta el odio y la hostilidad . Su doctrina se resume en el autoritarismo que siembra brechas y malestares y que se resume en el “conmigo o contra mí” , que con un estilo cateto y personalista , les hace caer en la vulgar e insoportable egolatría.
Nuestros falsos protagonistas son presos en las cárceles de papel , prisioneros de las banalidades del mal, cautivos de las ondas hertzianas y rehenes de los focos y cámaras , son víctimas de un poder que les ahoga, y les hace cada vez más pequeños y sin objetivos concretos.
Tenemos que entrenarnos en afrontar nuevos retos , y que nuestras mentes vayan adquiriendo nuevas visiones de la realidad y descubriendo en ella a personajes sorpresivos y sorprendentes entre lo apacible y lo explosivo, construyendo circuito propios para hacer llegar nuestros mensajes con imaginación y fuerza.
Entre los ciberataques y la desinformación , hay quienes continuamente necesitan un espejo como la madrastra de Blancanieves, que les diga que no hay nadie mejor que ellos , más buenos , más guapos e inteligentes. Viajan permanentemente , del realismo mágico a la cruel realidad con su eco para oír sus propias palabras . La ciudad , la provincia, la Comunidad Autónoma y la Nación son ellos.
Son tan inseguros e indefensos, que necesitan malgastar su tiempo, en convertir un espacio para la belleza en un escenario para el enfrentamiento y el desagravio., y necesitan enfrentarse a todo y a todos , porque se creen envidiados y perseguidos por los demás .
Se mueven entre la alegría inmotivadas y las ideas delirantes de grandeza y el enfado, el cabreo y la tristeza más depresiva . Incapaces de reconocer públicamente un error, necesitan que siempre, s in excepción se les dé la razón , se les alabe y aplauda todo lo que digan y hagan .
Juan Antonio Palacios Escobar
Ex Alcalde de Algeciras
Da Bruno celebra por todo lo alto
los 30 Años en Marbella