A pesar de la alarma que está generando el Coronavirus, en el mundo entero, en el que la OMS ha elevado el nivel de alerta de “alta” a “muy alta”, y del equilibrio y la sensatez con que lo está abordando el gobierno de España, y en especial el Ministro competente Salvador Illa y su equipo, y que junto con el desempleo el problema más importante que tiene nuestro País es la política territorial y más concretamente, Cataluña.
Si anteriormente se probaron por el Gobierno de Mariano Rajoy con el tema catalán, tanto la inacción, o lo que es lo mismo, mirar para otro lado y no hacer nada, y la aplicación del artículo 155, y tanto una medida como la otra, lo único que consiguieron fue empeorar la situación y crispar la sociedad catalana, además de provocar situaciones de conflicto en las calles.
Tras estas estrategias se incrementó el número de independentistas y hubo mayor enfrentamiento y el frentismo se tradujo en las vías urbanas en una situación de que estábamos en un callejón sin salida y que no había otra estrategia que la mano dura.
El actual Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, tenía que abrir y explorar otras vías, y desbloquear una situación que no se arregla ni ignorando el problema ni satanizando a los independentistas. Entonces quedaba la regla de oro de la democracia, el dialogo.
Y ese camino, complicado, difícil, que va suponer grandes esfuerzos, tiempo y paciencia, es el que han abierto PSOE Y PODEMOS desde el Gobierno y desde sus respectivas formaciones políticas el pasado miércoles día 26 de febrero se inició el proceso.
Esta mesa de diálogo ha logrado tras tres horas de reunión, lo que no se había conseguido en otros contactos y encuentros, un comunicado conjunto en el que, tal vez lo más significativo sea que se reunirá mensualmente y que los acuerdos serán “en el marco de la seguridad jurídica”, que no hay otro que la Constitución y el Estatuto de autonomía de Cataluña.
Ante esto, lo normal en otros países de la Europa democrática hubiera sido abrir un camino de diálogo, Pues eso exactamente es lo que ha hecho el Gobierno de España, que preside Pedro Sánchez, confiar que el dialogo político es la mejor arma que tenemos los demócratas.
Ocurre que escuchando a los principales referentes del PP, uno no tiene esa sensación sino la de políticos que no confían en uno de los principales instrumentos de la democracia, el diálogo. Así el señor Casado entre otras lindezas, le echó en cara a Sánchez que la puesta en marcha de las negociaciones lo bautizó como “la mesa del despiece de la soberanía nacional” y que en su opinión era un error “negociar con el virus independentista”.
Mientras la portavoz de los populares en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, aseguró con más contundencia y fantasía que la mesa visualiza la “rendición” de Sánchez ante los “golpistas”, lo que suponía “traicionar” a más de la población catalana que no desea la ruptura con España.
Pero para darle aún más solemnidad a este primera ceremonia de diálogo entre el Gobierno de España y Cataluña, la señora Álvarez de Toledo se dejó caer con “Toca réquiem para la izquierda española”, mientras que el portavoz adjunto de CIUDADANOS, Edmundo Val tildó la mesa de “chantaje” y no de diálogo, y que además había sido un “regalo” de Gobierno a Torra, que partir de ahora tendría más fácil “vender el independentismo en el extranjero”.
La cara más extrema de la derecha, VOX, a través de su diputado y Secretario General, Javier Ortega Smith, ha calificado la mesa. Como la de “la infamia y la traición” y ha avisado de que esto “tendrá su reflejo en las urnas” “Ver al Gobierno de España sentado con golpistas es lo último que nos quedaba por ver en democracia” Bien podía respondérsele al responsable de VOX con el famoso refrán: ¡Dime de que presumes y te diré de lo que careces!
Y como todo en la política, los tiempos cambian que es una barbaridad, así los ex presidentes José María Aznar y Felipe González, no parecían muy de acuerdo con la celebración de la mesa de diálogo y mientras el primero dice que “el solo hecho de la reunión es devastador”, el segundo lo calificaba de “performance”, mientras el también ex presidente Zapatero defiende su celebración y reclama “apoyo para Pedro Sánchez en trances tan decisivos”.
De todas maneras hay que recordar, en ocasiones la memoria es frágil, las veces que hemos necesitado a los nacionalistas catalanes y vascos para facilitar el gobierno de España, o como el señor Aznar llegó a hablar catalán en la intimidad, y con respecto a ETA cuando negociaba con sus representantes, se refirió a ellos “Como el movimiento de liberación vasco” Y es que las hemerotecas colocan a cada personaje frente al espejo.
Resulta mortal para cualquier responsable público, negarse a sentarse a hablar, incluso aunque lo hagan de pie y precipitadamente, pero nunca pueden romper la posibilidad de tender un puente para acordar o discrepar. Y en esta comunicación ni valen hacerse trampas al solitario, ni echar pulsos inútiles que de antemano tenemos perdidos.
Como todo no van a ser noticias malas, hemos asistido el pasado jueves día 27 en el Congreso de los Diputados, a la aprobación de techo de gasto, con la abstención de ERC, lo que no deja de ser un primer paso importante para contar con unos Presupuestos y dejar de estar prorrogando los heredados de Montoro y el PP.
Cuando hablamos, reinventamos ilusiones y superamos obstáculos, vamos descubriendo lo que es posible de lo que no y la experiencia nos enseña que los extremos nunca son buenos, aunque compartan muchas cosas, porque es más lo que esconden de sus intenciones, que lo que manifiestan.
El diálogo es necesario más que un acto de voluntad política, y ha de hacerse en varias direcciones. Además de haber iniciado esta mesa de conversaciones con los independentistas, éstos a su vez han de abrirlo en Cataluña con la otra mitad de la población, que pueden sentirse catalanes y españoles, pero no soberanistas, y que sin su participación no se normalizará la vida ciudadana.
Pero a su vez el Gobierno de España , ha de continuar el diálogo con el resto de las Comunidades Autónomas , y de hecho ya lo ha formalizado con la reciente reunión con la Rioja, lo que supone algo más que un gesto de que la estructuración territorial se basa en un dialogo multilateral del Gobierno y de todos con todos.
Otra de las líneas fundamentales del diálogo, es el que debe existir entre Gobierno y Oposición para acordar temas de Estado, como la política migratoria o la lucha contra el terrorismo, y entre los cuales debe estar el problema territorial, además de contribuir a grandes acuerdos en los que gobierne quien gobierne se respeten, con una altura de miras, en las que se coloquen por encima de intereses partidistas o electorales lo de nuestro País, España. Así demostramos nuestro patriotismo y rebajamos la innecesaria crispación que existe al nivel de convivencia democrática, con diálogo, diálogo y diálogo,
Juan Antonio Palacios Escobar