No se me asusten. Sé que al leer el título del artículo, algunos de ustedes, quizás lo que menos me conocen, habrán dicho, pero qué hace éste, un hombre progresista y de izquierdas planteándose el futuro de la derecha. Tranquilos, por favor, no hay lugar a confusión, soy militante del PSOE, el partido que en estos momentos gobierna España, y me siento muy orgulloso de ello.
En honor a la verdad, de los 28 miembros de la Unión Europea, son muy pocos en los que solos o en coalición, la izquierda gobierna, entre ellos España, Portugal y Grecia, y eso ha hecho que la derecha y la ultraderecha, curiosamente, ocupen un espacio que tradicionalmente ostentaba la socialdemocracia.
Pero no es el momento de hablar de la crisis de los socialistas y como resolverla de cara a los próximos tiempos, sino de entre tratos y trucos, y como en nuestro País,España, casi siempre vamos contracorriente saber cuál va a ser el futuro de la derecha de siempre, desde los centristas y liberales hasta aquellos que fueron los franquistas reconvertidos a la democracia.
Los que primero, se refugiaron en Alianza Popular, UCD, y otros grupos minoritarios, más tarde y tras la desaparición de los centristas, se aglutinaron todos en el PP, primero en torno a Fraga, después a Aznar y últimamente al Registrador de la Propiedad Mariano Rajoy.
Hoy , tras unas primarias singulares , que me evocan las palabras de mi buen amigo y compañero Salvador de la Encina , Diputado socialista en el Congreso, que en su última rueda de prensa , con una miaja de retranca y otra poca de ironía ,les dio a los populares la bienvenida al Club de la democracia interna, aunque veinte años después que el PSOE , que llevan realizando este método desde abril de 1998 , cuando los militantes eligieron a Josep Borrell como candidato a la Presidencia del Gobierno.
La derecha tiene hoy tres grandes problemas, que antes no tenía. El primero, que por primera vez está fragmentada, entre tres opciones, el PP, CIUDADANOS y VOX, que representa las posiciones más extremas y de momento no ha conseguido representación parlamentaria.
Pero, mientras no se demuestre lo contrario, y no haya nuevas Elecciones, el partido mayoritario de la derecha española es el PP, pero sin líder ni lideresa, Y miren ustedes por donde, ellos acostumbrados a los dedazos, que tanto criticaban las primarias de los socialistas, pues vieron la luz y se han convertido a la fe democrática de las primarias, ahí tenemos el segundo de los problemas.
Y el pasado 5 de Julio, tres cifras para estudiar, de los 869.535 militantes de los que presumían, se inscribieron para poder ejercer el derecho a votar 66.384 y finalmente votaron 58.305: Vamos todo un éxito de participación.
Lo cierto es que al Congreso del 20 y 21 de Julio, acudirán como candidatos, Soraya Sáenz de Santamaría, ex Vicepresidenta del Gobierno que se encargaba de ejecutar todas las políticas del PP, al frente del Gobierno y Pablo Casado, Ex Vicesecretario de Comunicación del PP, que defendía desde Génova todo lo que hacía Rajoy.
Creo que a los militantes populares y a los ciudadanos y ciudadanas en general no les vendría mal, asistir a un debate entre ambos candidatos para que nos explicaran cual es el proyecto que tiene cada uno de ellos, cuales son las similitudes y diferencias, o si al final es lo mismo con los mismos, como decía el propio Casado. De todas formas, los próximos días se prometen emocionantes ante la incógnita de ¿Qué hará María Dolores de Cospedal? ¿Apoyará a Casado o hará como don Mariano, yo me voy y no quiero saber nada de esta tropa?
Finalmente no sabemos si habrá o no debate,lo más seguro es que NO , y por tanto no tendremos ocasión de ver si solo quieren el poder por el poder para echar a Sánchez, o realmente desean poner en marcha un proyecto innovador que refunde la derecha española en una opción moderna y europeísta. Hay quienes ven esta batalla política como una lucha soterrada entre quienes eran marianistas y ahora se sienten sorayistas y los aznaristas de siempre.
El otro tema que arrastra la derecha española, es la de una organización dividida y un electorado decepcionado, y más concretamente el PP; es el de plantear soluciones ante los grandes problemas que tiene la sociedad española, y no alimentar la derechización de las clases bajas y medias, intentando anestesiarlas.
Deben superar el síndrome de Rajoy, de pensar lo contrario de lo que hacen y hacer lo opuesto a lo que piensan. No instalarse en el populismo, el autoritarismo y el miedo, para después lanzar mensajes simples y tranquilizadores, que son la expresión de una gran mentira.
En estos momentos de confusión y conspiraciones, se hayan envueltos entre el debate ideológico y el pragmatismo de recuperar el Gobierno, entre elegir un nuevo líder o lideresa o reinventar el PP. Cierto es que se ha intensificado la guerra sucia entre videos y rumores y la pelea por lograr el voto de la mayoría de los 3082 compromisarios.
La solución a nuestros problemas no está en estigmatizar al inmigrante como foco de todos los males, en distraer y canalizar la insatisfacción económica y económica , intensificar el odio cultural y religioso hacia el diferente , practicar una política de tripas intentando manejar las emociones individuales y colectivas.
Hemos de ser sensatos y humildes, la política tiene entre otras cosas, una función pedagógica de enseñarnos a ser ejemplares y esa, al menos hasta ahora, no se la hemos visto a la derecha española.
El futuro de una organización que es necesario que sea fuerte y creíble , han de escribirlo con seriedad, rigor y paciencia, para hacerse respetar y demostrarles a la ciudadanía , que han aprendido la lección y están dispuestos a rectificar y a comprometerse , por encima de cualquier interés partidario en construir una sociedad más equilibrada y justa. La próxima semana tendremos la solución, desde la unidad o la fragmentación.
Juan Antonio Palacios Escobar