El lenguaje es una de los grandes logros que nos hace más humanos y aparecer ante el resto de la escala zoológica como más inteligentes. En verdad que en esta caja del gran teatro del mundo, que en ocasiones se mueve entre apatías y aburrimientos, la comunicación del ser humano a través del verbo, casi siempre suele ser un argumento, entre el misterio de lo que ocultamos y la sorpresa de lo que somos capaces de decir.
Si lo llevamos al terreno de la política, he de reconocer que ésta tan desprestigiada como ésta, provocando en la mayoría de las ocasiones una reacción entre el escepticismo y la desconfianza. Tal vez porque algunos de los que utilizan el lenguaje político, hacen un mal uso del principal capital que tiene un responsable público SU PALABRA
Además quienes ejercen una tarea política deberían por una parte realizar una pedagogía con su palabra , recargándola de un fuerte sentido ético y por otro tratar de , como personaje público , enriquecer el lenguaje en todos sus aspectos , en lugar de denigrarlo y embárralo.
Si nos asomamos a los balcones de la actualidad, hay cosas que tienen mucha resonancia y otras, según quien las cuenten que pasan desapercibidas. Hay voceros que todo lo que diga Pedro Sánchez lo convierten en maldición satánica, mientras que lo que afirme Rajoy en pensamiento de Estado, las propuestas de CIUDADANOS en buenas intenciones y las reflexiones de PODEMOS en pensamientos para la eternidad o chorradas supinas en función de los intereses de quien las analice.
Sorprende e incluso indigna, que algunas de sus señorías, mientras el país estaba sumido en la preocupación de un gran acuerdo de la derecha española PP Y CIUDADANOS, alguno de los miembros de PODEMOS estuvieran atareados por la situación del escaño que iban a ocupar, ¡nivelazo y los problemas de los ciudadanos por encima de todo!
Qué quienes habían empleado todo tipo de argumentos descalificatorios sobre la hora de la convocatoria y el procedimiento establecido para la fallida investidura de Pedro Sánchez, ahora justificaran con todo tipo de razonamientos, ente ellos decir es una decisión de Ana Pastor para lo mismo en la también previsible no investidura de Mariano Rajoy. Véase pues, en el lenguaje político la famosa ley del embudo, si lo hago yo es por el bien del país, si lo hace el adversario, es una catástrofe y un disparate.
Pero el lenguaje político, en ocasiones, se puede tornar grosero y hortera, además de reflejar ideológicamente lo contrario de lo que se dice defender. Todo esto se evidencia no solo en el léxico, sino en la manera de emplear los signos lingüísticos en la política y en el conjunto de procedimientos propios de los discursos de los líderes de las distintas organizaciones.
Si tuviéramos que resumir de alguna manera y en una sola frase lo expresado anteriormente diríamos que en demasiadas ocasiones, lo dicho no tiene nada que ver con que se quiere significar, y la realidad lo acaba demostrando.
Hace algunos días, Ángela Rodríguez, que ustedes ni conocerán ni reconocerán pero que es Diputada y ex secretaria de Igualdad de Podemos Galicia , sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo , se dejó caer con un arranque de ira, falta de respeto , ideología discriminatoria y sensibilidad cero, llamando a Carmen Santos, , actual Secretaria General en dicha comunidad autónoma de la formación morada puta coja Además de despreciable y deplorable, la pregunta es ¿cómo es posible que una sujeto de estas características continúe de Diputada y no esté ya en su casa?
Pero como para muestra, en el caso de un lenguaje cuidado y sensible, mejor dos ejemplos en lugar de uno, tenemos también lo expresado por el encargado de velar por el respeto a las normas dentro de PODEMOS. Ni más ni menos, ni menos ni más que don Pablo Echenique, el secretario de organización de los del círculo, que según aparece en un video en un acto de precampaña de las Elecciones autonómicas del 24 M, en las que él era candidato a la Presidencia del Gobierno de Aragón, puso en el éter la nota fácil y grosera.
Con varias botellas de vino descorchadas sobre la mesa, el que presume de científico arrancó a cantar una jota de dudoso gusto, mientras el resto de los asistentes le jaleaban. Chúpame la minga, Dominga que vengo de Francia. Chúpame la minga, Dominga que tiene sustancia.
Esta actitud deplorable personal y políticamente, no solo ha pasado sin pena ni gloria sino que no ha merecido ni la más mínima reprobación por parte de la dirección de PODEMOS, que cuando estas cosas ocurren, o han sido sin querer o hay que ubicarlas en el ámbito de lo privado. ¡Más cara dura, imposible! Igual que cuando tuvo un asistente pagándole en negro, que fue por su bien y sin darse cuenta, vamos un acto de moral y decencia política como dijo su jefe de Pablo Iglesias.
El acontecimiento que ha ocupado día tras día portadas de informativos, tertulias, columnas de opinión ha sido el acuerdo entre PP Y CIUDADANOS: En este acontecimiento, se ha demostrado palpablemente la falsedad en el lenguaje político de la vieja y la nueva derecha, de la auténtica y la marca blanca. Una, no importándole incumplir ni su propio programa, como el PP, la otra, CIUDADANOS, diciendo donde dije digo, digo Diego.
Esta escenografía, este teatrillo del cuanto más hablo más miento, lo hemos denunciado en estas mismo medio, porque ninguno de los dos son creíbles. Ni puede uno fiarse de Rajoy, que fue capaz de criticar a Sánchez para prometer una cosa para hacer la contraria, de su impostura, engaño y fraude para presentarse a una investidura sin apoyos, palabra que se ha manejado como interesara en cada momento, en un sucedáneo o caricatura ficticia e irreal y ahora quiere trasladar la culpa a Pedro Sánchez y al PSOE exigiéndole la abstención cuando el siempre voto NO a los socialistas.
Resulta una desvergüenza política que tras el pacto en Rajoy y Rivera, inviten al PSOE a unirse, asegurando como en el caso del líder de los naranjas que de las 150 medidas firmadas, 100 son de las que compartían con el PSOE. Don Albert debería saber que esa foto con don Mariano, no es la de los de los Toros de Guisando pero si puede ser la del principio del fin de su futuro político.
Ambos no están instalados en los intereses de España y el cambio permanente del significado de corrupción política ha sido una demostración palpable de ello a lo largo y ancho de las negociaciones, para que el PP no se viera en apuros de decirle que tenían que irse los que ya hace tiempo que no debían estar. Además hay que recordarles que Zapatero tras muchas negociaciones llegó a la Moncloa con menos votos que los 170 cuenta ahora el PP para la investidura, pero negociando duramente apoyos y abstenciones.
Riverita, el torero que da muletazos en todas direcciones pero es incapaz de terminar una faena y falla con la espada a la hora de la verdad , ha deslizado muchos mensajes y uno de ellos ha sido esclarecedor y que por orden de la superioridad iba dirigido al PSOE faltan seis o siete escaños para que este país se ponga en marcha ; pido una reflexión a todos los que tengan un sueldo público : Lo que es la viva demostración de que todo es cuestión de matemáticas e intereses personales al servicio del IBEX 35. Todos además sabemos, porque aprendimos a contar que en la segunda votación o sea la del día 2 de Septiembre, donde bastaría con mayoría simple, solo faltarían 11 abstenciones.
No obstante CIUDADANOS, en su estrategia de quita y pon, ha dejado caer que el próximo viernes si Rajoy no alcanza la investidura, se replantearía su posición política. Con estos amores para siempre como dijo Rafael Hernando el portavoz del PP en el Congreso, no hacen falta enemigos.
Entre los muchos acuerdos, vemos la reconversión de CIUDADANOS y su entrega total a su jefe Rajoy y otros poderes económicos cuando ha admitido que la mejor forma para la gobernabilidad es que gobierne la lista más votada condicionada por la oposición Y es que a todos ustedes les sonará porque es la cancioncilla que viene cantando don Mariano desde hace tiempo.
Los 150 puntos del acuerdo de investidura entre PP y CIUDADANOS, inciden en medidas económicas, sociales, laborales, educativas y de regeneración democrática, recordándonos don Albert que 100 de ellas ya las había firmado con Pedro Sánchez. La pregunta que a cualquier ciudadano se le viene a la cabeza es como combinarán aquellas que suponga un mayor gasto con la política de recortes que continuará aplicando el PP, obligados por Europa, claro está. Esta cuadratura del círculo es el cuento de nunca acabar o cómo quieres que te mienta.
El pasado lunes se celebró la toma de contacto entre Rajoy y Sánchez, y se montó el berenjenal entre los voceros del PP cuando el secretario general del PSOE dijo qué era una reunión prescindible .Cuando además afirmó que en el acuerdo lo importante no son solo las cosas que hay sino las que no hay, mientras que una vez más don Mariano proyectó su responsabilidad sobre los otros exclamando ¡Qué Sánchez nos deje gobernar!
El lenguaje político puede resultar como el monólogo de investidura de Mariano Rajoy, que lejos del Club de la Comedia, fue más bien el de la tragedia y rancio, casposo, plano, amenazante, aburrido y sin contenido por mucho que lo envolviera en el miedo, bajo las premisas de que España necesita un gobierno, que el PP ganó las elecciones y que no hay alternativa salvo las terceras elecciones.
Además aburrió hasta las ovejas y provocó en una hora y veinte minutos algunos cabezazos somnolientos a propios y extraños, y a las huestes del PP les hizo manifestar que esta intervención era de puro trámite que lo bueno vendría en el debate. ¡Viva el respeto al máximo templo de la democracia!
Tras las intervenciones de los distintos representantes de los partidos políticos; comenzando por Sánchez que dijo España necesita con urgencia un gobierno, no un mal gobierno, blindando su NO ante otro posible intento; la votación arrojó una derrota de Mariano Rajoy.
No me gustaría terminar esta reflexión a modo de artículo sin apuntar una última cuestión y que es una queja a voces de la ciudadanía, de la gente sencilla que con su trabajo hace que un país funcione, y que les enfada y les rebela el lenguaje político de algunos líderes, ¿por qué los responsables públicos les hablan tan raro que no hay un dios que les entienda?
El personal empieza a estar hasta las mismas narices, y quieren que les hablen claro, que no les oculten las cosas que deben saber, que no les mientan, que cumplan con lo que les prometieron, y exigen respeto y decencia. Así aplíquense el cuento y sean coherentes, actúen con honradez y no se olviden nunca que somos quienes les votamos y les pagamos.
Juan Antonio Palacios Escobar