Ante el monumento al Trabajador Español en Gibraltar en las mismas puertas de la frontera que con tan grande daño moral se cerró hace 50 años, el primer ministro del Gobierno de SM en Gibraltar, Fabián Picardo y el alcalde de La Línea, Juan Franco se han reunido junto con representantes de distintos colectivos, como el presidente del Grupo Transfronterizo y presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea de la Concepcion (APYMELL), Loren Periañez; el que fuera primer alcalde de la Democracia en La Línea, Juan Carmona de Cózar, al que tocó vivir la reapertura peatonal del paso; el presidente de la Asociación Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar ASCTEG, Salvador Molina, que rememoró la tragedia del cierre; la presidenta de Mar del Sur, Ana León; el jefe del Gabinete de Comunicación del Gobierno de Gibraltar, Clive Golt y otras personalidades, que volvieron a lamentar aquel triste episodio que tanto daño hizo a las personas de uno y otro lado de la frontera.
Juan Franco y Fabian Picardo, han subrayado con este gesto simbólico, las buenas relaciones que existen entre los dos pueblos vecinos por encima de todas las cosas.
Y es que, esa política de crispación y enfrentamiento que sectores ultras y patrioteros se empeñan en mantener, nada bueno ha traído en los últimos 300 años a esta zona que lo que necesita es paz, convivencia y prosperidad.
Franco: «Gibraltar y La Línea somos pueblos hermanos con una historia común y estamos abocados a llevarnos bien»
«Conmemoramos un aniversario que para La Línea es uno de los más tristes, más graves y con consecuencias más negativas para esta ciudad. Familias enteras quedaron separadas llorando entristecidas a un lado y a otro con el cierre de la Verja. La economía de La Línea se hundió por completo y la vida de miles de linenses y gibraltareños, se vio afectada”, dijo el alcalde de La Línea, Juan Franco.
Esa normalidad alterada se fue restableciendo «con la frontera abierta y poco a poco, y haciendo un ejercicio de generosidad para los que aquí vivimos. Hay personas que no comprenden la sensibilidad de esta zona, que Gibraltar y La Línea somos pueblos hermanos con una historia común y que estamos abocados a llevarnos bien», añadía. «Espero que entre todos consigamos llegar a eliminar los roces y las fricciones para que la convivencia sea la mejor posible», apostillaba Franco.
Picardo: «Esos barrotes de acero nunca se usarán para dividir a estas dos comunidades»
Fabian Picardo aplaudía lo dicho por el alcalde linense y se refería al brillante momento económico de Gibraltar, la tercera economía del mundo, conseguida con lucha y tesón por un pueblo como el de Gibraltar que aparte de ser emprendedor se ha preparado para competir en los mercados financieros del mundo, sabiendo atraer empresas rentables a la Roca. «Hace cincuenta años cuando el régimen fascista cerró la frontera, Gibraltar tenía un déficit de 350.000 libras y se nos dijo que íbamos a caer como una fruta madura, cincuenta años después contamos con más linenses y españoles que cuando el cierre, y con un superávit de 85 millones de libras. No éramos frutas, éramos personas y cuando los políticos intentan enfrentarnos, lo importante es darse cuenta que somos pueblos hermanos y que esos barrotes de acero nunca más se usarán para dividir a estas dos comunidades», asevera
Y de ahí, ambos se trasladaron hasta el control aduanero donde posaron para los medios de comunicación de ambos lados de la verja. Entre los que asistieron a este señero acto, miembros del Grupo Transfronterizo como su presidente, Lorenzo Pérez Periáñez, y de ASCTEG. «Con todo lo que han padecido estos dos pueblos, estar aquí conmemorando este día y a favor del entendimiento y el diálogo, es todo un triunfo. Quiero recordar a todas aquellas familias separadas, a las empresas que perdieron sus negocios en aquellos años». Pasadas las décadas, la situación para Pérez Periáñez es bien distinta, «eliminando los renglones negros de la etapa de Margallo, la cooperación es mucho mayor y la relación está por encima de las banderas, y no sólo desde el punto de vista socioeconómico. No se pueden anteponer las decisiones políticas, lo principal es la cooperación y el diálogo con Gibraltar». Para Juan Carmona, quién fuera alcalde de La Línea durante los años más duros del ‘cerrojazo’ de la frontera, «a los tres años de estar en la alcaldía, se produjo la apertura peatonal», recuerda, el futuro entre Gibraltar y La Línea «siempre ha sido en los últimos 300 años como algo incierto, depende tanto de otras circunstancias ajenas a estos dos pueblos que nunca se sabe, pero quiero ser optimista y espero que de haber brexit, éste no afecte a las relaciones entre ambos pueblos».